domingo, 15 de abril de 2012

Culpa, miedo y manipulación. Enseñanzas de Elena G. de White



Culpa, miedo y manipulación.

Todos los párrafos pertenecen al libro: 

MENSAJES PARA LOS JÓVENES 

de Elena G. de White, fundadora de la iglesia adventista del séptimo día. 





Párrafo 1

Nadie será jamás llamado a perfeccionar un carácter cristiano bajo circunstancias más desfavorables que las que rodearon a nuestro Salvador. (pag.77)


Este párrafo reprocha por adelantado a los jóvenes miembros de la iglesia de la autora, para que sientan culpa si en algún momento dudan de su capacidad para cumplir los mandatos de la doctrina adventista. O lo que es peor, si dudan de la autenticidad de esos mandatos, por ser imposibles de cumplirse.
Meter culpa no es, bajo ningún aspecto, algo que salga del ejemplo de vida de Cristo ni de sus enseñanzas. Sin embargo, meter culpa y miedo es algo muy propio de Elena de White, también manipular a través del elogio y el reproche.

Al parecer, la autora se olvidó de los que nacen y crecen en hogares paganos o que pertenecen a una iglesia cristiana falsa, aparentemente la autora no considera que eso sea una circunstancia más desfavorable que la de Cristo. Aunque no hace falta ir hasta un hogar pagano para encontrar esas circunstancias, se las puede hallar también en hogares adventistas.

¿No dispuso Dios la fecha, el lugar de nacimiento y las circunstancias que rodearon a Jesús? ¿Si Jesús hubiese nacido en otra época o en otro pueblo o nación no hubiera sido más desfavorable? ¿Las personas que nacieron en el lejano oriente donde ni se lo conocía a Cristo, pudieron perfeccionar el carácter cristiano con más facilidad?
Dios fundó a su pueblo antes de Cristo, lo liberó de Egipto, lo llevó a una tierra que Él dispuso. Todo eso con un sólo propósito, la venida del Mesías. Jesús no hubiera podido ser el Cristo sin esas circunstancias perfectamente dispuestas por Dios que rodearon a Jesús.
¿A todo eso la autora llama desfavorable?
¿Y qué hay de su madre María? Cristo tuvo una madre Santa y un padre Santo también, se educó con los mejores maestros en lo que respecta al conocimiento de Dios. ¿Si Cristo hubiera nacido en un hogar de ricos, no habría sido eso más desfavorable? ¿Qué habría pasado si le tocaba ser hijo de alguno de los fariseos? ¿A qué se refería la autora cuando dijo desfavorable?
Sólo hace falta salir a la calle y caminar media cuadra para encontrar a un niño o joven que se encuentra creciendo en la incredulidad, con padres incrédulos, desequilibrados o depravados. Al parecer, eso para la autora no es más desfavorable.

Otros pudieran nacer en “cuna de oro” y crecer en el más absoluto desconocimiento de la verdad o de la humildad, eso es más desfavorable.
Todas esas y muchas más son circunstancias mucho más desfavorables que las que rodearon a nuestro Salvador.


Párrafo 2


Los verdaderos seguidores de Cristo tendrán que hacer sacrificios. Rehuirán los lugares de diversión mundanal porque no hallan a Jesús allí, ni influencia alguna que los predisponga para el cielo y aumente su crecimiento en la gracia. La obediencia a la Palabra de Dios los inducirá a abandonar todas estas cosas y a separarse de ellas. (pág. 374)


Según el párrafo, los verdaderos seguidores de Cristo podrían, no hallar a Jesús. ¿Cómo se puede no hallar a Jesús y al mismo tiempo ser sus verdaderos seguidores?

La autora niega que en Cristo se puede tener comunión con Dios, esa es una de las más viejas y comunes estratagemas del diablo: hacer creer que hay separación entre el hombre y Dios. El párrafo incluso descree de la verdadera comunión con Cristo, dice que hallar a Cristo o no, dependerá del lugar en que se encuentre la persona.
De repente la acción de creer ya no tiene importancia. La fe, según ese párrafo, no tiene importancia para obtener comunión con Dios. Lo que importa es “rehuir” de algunos lugares donde, según la autora, no está Cristo.


 así también nosotros, siendo muchos, no formamos más que un solo cuerpo en Cristo, siendo cada uno por su parte los unos miembros de los otros. “ (Romanos 12:5)


Los siguientes cuatro enunciados resumen toda la enseñanza del párrafo:

“tendrán que hacer sacrificios”

 “Rehuirán los lugares de diversión mundanal”

“no hallan a Jesús allí”

ni influencia alguna que los predisponga para el cielo

Por increíble que parezca, hay un párrafo bíblico que refuta esas cuatro ideas simultáneamente.


“Y cuando vieron esto, los fariseos dijeron a sus discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los recaudadores de impuestos y pecadores?
Al oír El esto, dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos. “Mas id, y aprended lo que significa: ``MISERICORDIA QUIERO Y NO SACRIFICIO; porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.” (Mateo 9: 11-13)


En ese párrafo bíblico se puede observar lo siguiente:

Cristo no pedía sacrificios

Cristo no rehuía de lugares de diversión mundanal

A Cristo sí, se lo podía hallar allí.

Cristo no buscaba influenciarse, sino al contrario, evangelizar a otros.

Elena de White, contrariando lo que dice la biblia, en vez de misericordia enseña a “rehuir” de lugares donde no hay “influencia alguna que los predisponga para el cielo”. Lo peor es que a eso le llama sacrificio. Ahora resulta ser que, preocuparse por uno mismo dejando a los demás librados a su suerte, alejarse de las personas de las cuales no se saca ningún provecho, se llama: sacrificio.

El párrafo bíblico dice que Cristo vino a: “llamar a pecadores”, entonces ¿Cómo harán eso sus “verdaderos seguidores” si en vez de llamar a pecadores se la pasa huyendo de ellos? Al parecer, Cristo tendrá que venir a hacerlo personalmente.
Aunque pensándolo bien, si Cristo hiciera eso, se quedará sin seguidores porque mientras va a llamar a los pecadores, sus seguidores huirán para el otro lado, por miedo a ser mal influenciado por la diversión mundanal. Pensándolo mejor aún: esos no son sus seguidores.


Párrafo 3: (resumido)


Consejos a una hija consentida: Pueden haber estado ocultos a los mortales tus pensamientos y actos, tus sentimientos violentos y no santificados. Dios te mira con desaprobación, y sin embargo pareces desprovista de sentimientos, no te percatas de tu condición perdida y arruinada. (pág. 73)


La persona a la que la autora reprende de esa forma, podría estar en una situación parecida a la del hijo pródigo. Este, antes de volver se acordó de lo justo que era su padre y volvió porque sabía que sería recibido. Lo hiso porque no le fue prohibido hacerlo, tampoco se le amenazó con desaprobación, ni se le llamó perdido o arruinado.

Por el contrario, el rechazo expresado en el párrafo a esa joven, producirá algún día, en el peor de los casos, que la persona reprima sus sentimientos aún más por el miedo a la desaprobación. Tanto que ella misma crea haberlos superado. Entonces sí, sería un buen momento para decirle: “pareces desprovista de sentimientos”. Es que los oculta.

Ese hijo pródigo, de haber recibido una reprimenda semejante jamás se habría animado a irse. Pero si de todas maneras se hubiese ido, nunca más habría regresado. En vez de creer que su padre lo recibiría, habría pensado en su desaprobación. El párrafo dice bien claro: “desaprobación”.

El otro hijo, el que no se fue de la casa, nunca comprendió la verdadera justicia de su padre, eso ocurrió por haber reprimido sus sentimientos e impulsos y esa acción ponderada como si fuera un logro. Era él quien miraba con desaprobación a su hermano y a su padre también, por recibirle. También a él habría que decirle:

“Pueden haber estado ocultos a los mortales tus pensamientos y actos, tus sentimientos violentos y no santificados”

Pero nunca jamás, bajo ninguna circunstancia habría que decirle una mentira semejante:

“Dios te mira con desaprobación”

“Dios te ama” en una buena frase para decirle a una hija consentida que parece desprovista de sentimientos. Ella sabrá entonces que siempre puede ser bien recibida en su hogar con su padre, Dios.


Párrafo 4


Aquellos que han tentado al demonio a que los tiente, tendrán que hacer esfuerzos desesperados para libertarse de su poder. Cuando empiecen a trabajar a favor de sí mismos, acudirán a rescatarlos los ángeles de Dios, a quienes han entristecido. (pag.58)


Este párrafo sirve para meter miedo y culpa al creyente. Dos cosas que no son compatibles con un cristiano.

Culpa: por haber entristecido a esos ángeles.
Miedo: al gran poder del demonio.

¿Tentar al demonio a que los tiente? ¿Es que el ser humano tiene la capacidad de pecar o actuar en contra de Dios por iniciativa propia sin que Satanás lo tiente primero? Esto sí que es nuevo, ya no es Satanás el que tienta, sino que es el hombre el que tienta a Satanás.
Suponiendo por un momento que se pueda tentar al demonio, entonces habría que dejar bien en claro que esa acción también sería un pecado, es obvio que el que lo haga, primero necesitaría ser tentado por Él para hacerlo.
Entonces la acción sería aproximadamente así: Satanás tienta al hombre para que lo tiente a tentarlo.

El párrafo también dice que hay que “Trabajar a favor de sí mismos”. Esa es una enseñanza anti bíblica. Negarse a sí mismo es lo que debe hacer el cristiano.


“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. (Mateo 16:24)


“Esfuerzos desesperados” es otra mentira anti bíblica. La biblia dice algo totalmente distinto.


 “Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón;  y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.” (Mateo 11: 29 y 30)


Párrafo 5


(A una hija consentida) Tienes un temible informe del año pasado, que está abierto a la vista de la Majestad del Cielo y de las miríadas de ángeles puros e inmaculados. Tienes un registro manchado en el cielo. Allí están anotados todos los pecados que has cometido. (pág. 73)


Otra vez la cultura del terror está aflorando y metódicamente siendo usada. Esto sirve para meter culpa y miedo a los fieles de la iglesia.

“Temible informe del año pasado”

¿La autora no había pecado el año anterior? ¿Por qué no se reprendía ella con esa dureza?


Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros.” (1 Juan 1:8)


Esa frase “temible informe del año pasado”, hay que saber entenderla bien, significa: ten miedo, siente culpa.
La culpa y el miedo son cosas que ya no tienen los que ha aceptado a Cristo. La biblia dice: “no teman”, como unas 370 veces.
Es evidente que esa hija consentida que está siendo reprendida no había aceptado a Cristo aun, pero se nota que sabía de su existencia y también de la existencia del cielo y de esos ángeles que miran lo que ella hace.
Por culpa de esa condición indiferente a los asuntos de Cristo, está siendo terriblemente atemorizada por la autora. ¿Qué pasará con ella? Lo peor que le puede pasar es que esa reprimenda le haga efecto, porque cambiará su forma de vivir por temor a ese tremebundo reproche de la autora y del mismísimo cielo, el cual posee un temible informe del año anterior.
El temor al castigo y la culpa serán los que le motivarán a empezar a portarse bien.

Esa niña consentida desistirá de su postura por miedo, todo lo antiguo lo dejará pero no dejará nunca el miedo, no volverá atrás porque sentirá culpa si lo hiciera. Miedo al castigo del cielo, o peor aún, miedo a la reprimenda de la autora.
Los adventistas de la actualidad reprenden esas cosas con la misma o peor dureza que la autora, causando el mismo efecto. Quien sabe, tal vez lo hacen por haber sido víctimas de lo mismo oportunamente.

El caso de la niña consentida se parece mucho al caso de la mujer adúltera que tuvo un encuentro con Cristo.
¿Qué hubiera dicho Elena de White de esa mujer,  descubierta y capturada en pleno acto de adulterio? Seguro que no hubiera dicho: “tienes el registro manchado en el cielo”, o estás “perdida y arruinada”. Hubiera dicho cosas peores que esas.
A Elena de White le trajeron el caso de una niña consentida y en vez de leer la biblia y aprender de Cristo, aprendió de los fariseos.


“Dícenle: Maestro, esta mujer ha sido tomada en el mismo hecho, adulterando; Y en la ley Moisés nos mandó apedrear á las tales: tú pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Empero Jesús, inclinado hacia abajo, escribía en tierra con el dedo”. (Juan 8: 4-6)


Cristo respondió con silencio. ¿Y dónde están las miríadas de ángeles del cielo que ven todo los pecados que ha cometido esa mujer y que tiene un registro manchado en el cielo? ¿El caso de la adúltera no es tan temible como el de la niña? ¿Por qué Cristo no dijo nada? ¿Ocultaba información? ¿Es que acaso no estaba interesado en evangelizar y enderezar la vida de esa mujer?


“Incorporándose Jesús le dijo: Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado? Ella respondió: Nadie, Señor. Jesús le dijo: Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más.” (Juan 8: 10 y 11)


Para que Cristo no le condenara, era imprescindible que ella respondiera eso primero: “nadie”.

Nótese que Cristo no le pidió que se arrepienta o que pida perdón. Es evidente que si lo hubiera hecho, de alguna manera le habría trasmitido culpa.

¿Qué hubiera contestado esa hija consentida del párrafo, ante la pregunta de Cristo: donde están, nadie te ha condenado?

Probablemente hubiera contestado: -Sí, todo el cielo me condena ya que mi registro está manchado y allí están anotados todos los pecados que he cometido. La mía es una condición perdida y arruinada, lo leí en el libro “mensajes para los jóvenes”-


Párrafo 6:


Al ayudar al condiscípulo, ayudan a sus maestros. Y con frecuencia, un alumno de mente aparentemente lerda, asimilará más rápidamente las ideas explicadas por un condiscípulo que por un maestro. Esta es la cooperación que Cristo elogia. (pág. 182)


Cristo no elogió, no elogia y no elogiará nunca a ninguna persona o acción de ella. El elogio es un alimento para el orgullo, y sólo puede ser recibido por un orgulloso.
Tampoco se puede elogiar a Cristo, a no ser que se haga desde el orgullo.

Por otra parte, el reproche, su antítesis, también puede hacer efecto en un orgulloso, lastimándolo, haciéndolo sentirse atacado, herido.

Elogio y reproche: dos herramientas de manipulación muy utilizadas por la autora, no tienen efecto en una persona humilde, es decir en un cristiano verdadero.


Párrafo 7:


El Hecho de que Cristo viviera treinta años en Nazaret, lugar del cual muchos consideraban una maravilla que saliese algo bueno, es un reproche para los jóvenes que piensan que su carácter religioso debe conformarse a las circunstancias. (pág. 77)


Reprochar es una forma de atacar o manipular a los orgullosos. Pero reprochar una manera de pensar es una manipulación psicológica.

El Hecho de que Cristo viviera treinta años en Nazaret, podrá significar algo, eso seguro. Podrá significar mil cosas, pero nunca jamás será un reproche.


“Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” (Santiago 1:5)


No hay dudas, que ese párrafo bíblico era algo que la autora no aprobaba. Ella sí, atribuía a la palabra de Dios una enseñanza que contenía reproches.

Aunque la autora no explicó lo que significa “conformarse a las circunstancias” podemos suponer que es cuando la persona se adapta o imita al entorno o cuando se aprende de él y de nada más.
Elena de White, usualmente aconsejaba mantenerse alejados de la influencia del mundo para formar el carácter ¿Para qué? Si de todas maneras no habrá que imitar o adaptarse nunca al entorno, ni aprender de él.
Según la autora, Cristo también se mantuvo alejado de las malas influencias durante su juventud. Cómo hiso Cristo para mantenerse alejado de las malas influencias y a la vez no conformarse a las circunstancias, aparentemente es otro de los enigmas del cristianismo.


Párrafo 8: (resumido)


¿Cómo puede el que alguna vez ha probado el amor de Cristo, satisfacerse con las frivolidades de la moda? Apenas pueden ser distinguidos del incrédulo. (pág. 353)


Este párrafo sirve para hacerles creer a los adventistas que son cristianos verdaderos. Para la autora, el hecho de probar el amor de Cristo debería inducir a no satisfacerse con la moda. Los que le crean, cada vez que vean gente que sigue a la moda, creerán que es porque no conocen el amor de Cristo. Así, por ser distintos a ellos, creerán espuriamente que han probado el amor de Cristo.

¿No hay incrédulos en la congregación adventista? probablemente haya muchos. Entonces ¿cómo hacen los adventistas para diferenciarse entre los incrédulos que hay entre ellos? No lo hacen porque no se puede.
Pero hay algo que sí se puede, despreciar a los que se visten a la moda después de haberlos juzgado por la vestimenta y haberlos condenado a ser llamados: incrédulos.


Párrafo 9:


Un joven ferviente, concienzudo y fiel en una escuela es un tesoro inestimable. Los ángeles del cielo lo miran con amor, y en el libro mayor del cielo se registra toda obra de justicia, cada tentación resistida, cada mal vencido. Ese joven está echando un buen fundamento para el futuro, a fin de poder obtener la vida eterna. (pág. 179)


Este vendría a ser el opuesto de aquel párrafo que hablaba de la niña consentida. A ella el cielo le reprochaba y condenaba por todos sus pecados del año anterior. A este joven ahora se le elogia y aprueba por lo que está haciendo.
Pero tanto este como el párrafo de la niña consentida dicen mentiras.
Los ángeles de cielo miran con amor a todos los seres humanos, a no ser que los ángeles no tengan la necesidad de cumplir con el mandamiento que Cristo estableció: amar al prójimo, amar a los que no nos aman, amar al enemigo.

Si alguno sabe de algún ángel del cielo que no mire con amor a la humanidad, renuncie a su custodia, debe ser un ángel del demonio.

La vida eterna se obtiene por gracia (concesión gratuita). Ser fiel en la escuela no tiene nada que ver con la salvación.


Párrafo 10 

Sin la influencia salvadora de los cristianos, el mundo perecería en su propia corrupción. (pág. 347)


Aquí se evidencia que la autora llamaba “mundo” a todos o todo lo que no tiene que ver con el cristianismo o con su creencia.
Lo que dice la autora es mentira, no todos los incrédulos son tan corruptos como ella asegura. La honestidad también existe en personas incrédulas de la doctrina cristiana.
¿Ha terminado ya el tiempo de gracia? Todavía hay muchos que aún no conocen a Cristo, entonces: ¿no es por ellos que Dios permite que el mundo todavía exista?
Tiempo de gracia, significa un tiempo de regalo. Un regalo hecho por Dios en el que la autora no creía. Para ella, el tiempo de gracia no es tal, sino un logro de los cristianos.
El tiempo de gracia es algo que Dios otorga para que esos que están en el mundo se salven. No gracias a los que ya están salvados.
El siguiente párrafo bíblico expresa otra idea totalmente distinta a la de la autora.


“Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él”. (S Juan 3:17)


Ese párrafo bíblico habla de salvar al mundo, sin embargo la autora juzga al mundo, lo halla culpable de ser totalmente corrupto y lo condena a perecer. Es allí donde aparece la autora y sus seguidores, gracias a su influencia la pena no se aplica a pesar de estar ya condenados.

El párrafo, claramente demagogo, es un elogio a los cristianos que no querrán dejar su posición tan bien vista por Dios. Creen que están sosteniendo vivo al mundo ellos mismos. Ni siquiera se dan cuenta que la autora les ha puesto la carga del mundo sobre ellos. Si algún miembro de la iglesia de la autora eventualmente ya no quiere pertenecer a ella también sentirá culpa.

La culpa es una carga tan pesada y paralizante que los miembros de la iglesia de la autora desistirán de apostatar de su fe. Al menos esa es la mentalidad que siembra la autora: la culpa, como herramienta de manipulación.


“Hay personas que tienen una especie de vocación por la culpa ya que no sólo se sienten mal por lo que han hecho sino incluso por lo que podrían llegar a hacer”.

“Experimentamos sentimientos de culpa cuando hacemos algo que se aleja de los valores que hemos asumido como justos y positivos. Sentimos culpa cuando nuestro comportamiento no cumple con nuestros cánones y, por ende, nos recriminamos”.

                                       Jennifer Delgado Suárez (rincón de la psicología)



El párrafo escrito por Elena de White es una especie de predicción que está destinada a no cumplirse. Como no es posible ser refutado, algunos creerán que es verdadero, eso es un error. Se podría hacer lo mismo que ellos y pensar que como esa predicción no puede ser probada, debe ser mentira. Pero hacerlo también sería un error.
Sin embargo podríamos leer el siguiente párrafo bíblico que contradice la predicción de Elena White.


“Porque los que son bendecidos por el Señor poseerán la tierra, pero los maldecidos por Él serán exterminados”. (Salmos 37:22)


En ese salmo se predice que el Señor exterminará a los maldecidos. No dice que ellos perecerán en su propia corrupción. Al contrario, dice que no perecerán en su propia corrupción.
La única manera de que lo dicho por Elena de White sea creíble, es que ese salmo sea mentira.
Por último, el siguiente párrafo bíblico predice algo totalmente distinto a lo expresado por Elena de White. Niega que el mundo perezca en su propia corrupción. Afirma que Dios se encargará de eso.
Si lo que dice el apocalipsis es verdad, entonces lo que dice Elena White no ocurrirá nunca.


“Y se han airado las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo para que los muertos sean juzgados, y para que des el galardón a tus siervos los profetas, y a los santos, y a los que temen tu nombre, pequeños y grandes, y para que destruyas los que destruyen la tierra.”  (Ap. 11:18)


Párrafo 11


Los que se esfuerzan por ser colaboradores de Dios, que buscan diligentemente adquirir para impartir, recibirán constantemente luz de Dios. Para que sean medios de comunicación. (Pág. 38)


Este párrafo sirve para instar a los miembros de la iglesia de la autora a trabajar evangelizando. Lo cual no tendría nada de malo, a no ser por la mentira que allí dice.
Mentira que el siguiente párrafo bíblico evidencia:


“Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar” (Mateo 5: 14)


La biblia dice: “Vosotros sois la luz del mundo”

Elena White dice: “recibirán constantemente, los que se esfuerzan”

“recibirán constantemente”,  quiere decir que la luz de Dios pudiera no ser constante. Según el párrafo, será constante sólo para los que se esfuerzan diligentemente.

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