Culpa, miedo y manipulación.
Todos los párrafos pertenecen al
libro:
MENSAJES PARA LOS JÓVENES
de Elena G. de White, fundadora de la iglesia adventista del séptimo día.
MENSAJES PARA LOS JÓVENES
de Elena G. de White, fundadora de la iglesia adventista del séptimo día.
Párrafo 1
Nadie será
jamás llamado a perfeccionar un carácter cristiano bajo circunstancias más
desfavorables
que las que rodearon a nuestro Salvador. (pag.77)
Este párrafo reprocha por
adelantado a los jóvenes miembros de la iglesia de la autora, para que sientan
culpa si en algún momento dudan de su capacidad para cumplir los mandatos de la
doctrina adventista. O lo que es peor, si dudan de la autenticidad de esos
mandatos, por ser imposibles de cumplirse.
Meter culpa no es, bajo
ningún aspecto, algo que salga del ejemplo de vida de Cristo ni de sus
enseñanzas. Sin embargo, meter culpa y miedo es algo muy propio de Elena de
White, también manipular a través del elogio y el reproche.
Al parecer, la autora se
olvidó de los que nacen y crecen en hogares paganos o que pertenecen a una
iglesia cristiana falsa, aparentemente la autora no considera que eso sea una
circunstancia más desfavorable que la de Cristo. Aunque no hace falta ir hasta
un hogar pagano para encontrar esas circunstancias, se las puede hallar también
en hogares adventistas.
¿No dispuso Dios la fecha, el
lugar de nacimiento y las circunstancias que rodearon a Jesús? ¿Si Jesús
hubiese nacido en otra época o en otro pueblo o nación no hubiera sido más
desfavorable? ¿Las personas que nacieron en el lejano oriente donde ni se lo
conocía a Cristo, pudieron perfeccionar el carácter cristiano con más
facilidad?
Dios fundó a su pueblo antes
de Cristo, lo liberó de Egipto, lo llevó a una tierra que Él dispuso. Todo eso
con un sólo propósito, la venida del Mesías. Jesús no hubiera podido ser el
Cristo sin esas circunstancias perfectamente dispuestas por Dios que rodearon a
Jesús.
¿A todo eso la autora llama
desfavorable?
¿Y qué hay de su madre María?
Cristo tuvo una madre Santa y un padre Santo también, se educó con los mejores
maestros en lo que respecta al conocimiento de Dios. ¿Si Cristo hubiera nacido
en un hogar de ricos, no habría sido eso más desfavorable? ¿Qué habría pasado
si le tocaba ser hijo de alguno de los fariseos? ¿A qué se refería la autora
cuando dijo desfavorable?
Sólo hace falta salir a la
calle y caminar media cuadra para encontrar a un niño o joven que se encuentra
creciendo en la incredulidad, con padres incrédulos, desequilibrados o
depravados. Al parecer, eso para la autora no es más desfavorable.
Otros pudieran nacer en “cuna
de oro” y crecer en el más absoluto desconocimiento de la verdad o de la
humildad, eso es más desfavorable.
Todas esas y muchas más son
circunstancias mucho más desfavorables que las que rodearon a nuestro Salvador.
Párrafo 2
Los
verdaderos seguidores de Cristo tendrán que hacer sacrificios. Rehuirán los
lugares de diversión mundanal porque no hallan a Jesús allí, ni influencia
alguna que los predisponga para el cielo y aumente su crecimiento en la gracia.
La obediencia a la Palabra de Dios los inducirá a abandonar todas estas cosas y
a separarse de ellas. (pág. 374)
Según el párrafo, los verdaderos
seguidores de Cristo podrían, no hallar a Jesús. ¿Cómo se puede no hallar a
Jesús y al mismo tiempo ser sus verdaderos seguidores?
La autora niega que en Cristo
se puede tener comunión con Dios, esa es una de las más viejas y comunes estratagemas
del diablo: hacer creer que hay separación entre el hombre y Dios. El párrafo incluso
descree de la verdadera comunión con Cristo, dice que hallar a Cristo o no,
dependerá del lugar en que se encuentre la persona.
De repente la acción de creer
ya no tiene importancia. La fe, según ese párrafo, no tiene importancia para
obtener comunión con Dios. Lo que importa es “rehuir” de algunos lugares donde,
según la autora, no está Cristo.
“así también nosotros, siendo muchos, no formamos más que un solo cuerpo en Cristo,
siendo cada uno por su parte los unos miembros de los otros. “ (Romanos 12:5)
Los siguientes cuatro
enunciados resumen toda la enseñanza del párrafo:
“tendrán que hacer sacrificios”
“Rehuirán los lugares
de diversión mundanal”
“no hallan a Jesús allí”
“ni influencia alguna que los predisponga para el cielo”
Por
increíble que parezca, hay un párrafo bíblico que refuta esas cuatro ideas
simultáneamente.
“Y cuando vieron esto, los
fariseos dijeron a sus discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los
recaudadores de impuestos y pecadores?
Al oír El esto, dijo: Los que
están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos. “Mas
id, y aprended lo que significa: ``MISERICORDIA QUIERO Y NO SACRIFICIO; porque
no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.” (Mateo 9:
11-13)
En
ese párrafo bíblico se puede observar lo siguiente:
Cristo
no pedía sacrificios
Cristo
no rehuía de lugares de diversión mundanal
A
Cristo sí, se lo podía hallar allí.
Cristo
no buscaba influenciarse, sino al contrario, evangelizar a otros.
Elena
de White, contrariando lo que dice la biblia, en vez de misericordia enseña a “rehuir”
de lugares donde no hay “influencia alguna que los
predisponga para el cielo”. Lo peor es que a eso le llama
sacrificio. Ahora resulta ser que, preocuparse por uno mismo dejando a los
demás librados a su suerte, alejarse de las personas de las cuales no se saca
ningún provecho, se llama: sacrificio.
El párrafo bíblico dice que
Cristo vino a: “llamar a pecadores”, entonces ¿Cómo harán eso sus “verdaderos
seguidores” si en vez de llamar a pecadores se la pasa huyendo de ellos? Al
parecer, Cristo tendrá que venir a hacerlo personalmente.
Aunque pensándolo bien, si
Cristo hiciera eso, se quedará sin seguidores porque mientras va a llamar a los
pecadores, sus seguidores huirán para el otro lado, por miedo a ser mal
influenciado por la diversión mundanal. Pensándolo mejor aún: esos no son sus
seguidores.
Párrafo 3: (resumido)
Consejos a
una hija consentida: Pueden haber estado ocultos a los mortales tus
pensamientos y actos, tus sentimientos violentos y no santificados. Dios
te mira con desaprobación, y sin embargo pareces desprovista de
sentimientos, no te percatas de tu condición perdida y arruinada.
(pág. 73)
La persona a la que la autora
reprende de esa forma, podría estar en una situación parecida a la del hijo
pródigo. Este, antes de volver se acordó de lo justo que era su padre y volvió
porque sabía que sería recibido. Lo hiso porque no le fue prohibido hacerlo,
tampoco se le amenazó con desaprobación, ni se le llamó perdido o arruinado.
Por el contrario, el rechazo
expresado en el párrafo a esa joven, producirá algún día, en el peor de los
casos, que la persona reprima sus sentimientos aún más por el miedo a la
desaprobación. Tanto que ella misma crea haberlos superado. Entonces sí, sería
un buen momento para decirle: “pareces
desprovista de sentimientos”. Es que los oculta.
Ese hijo pródigo, de haber
recibido una reprimenda semejante jamás se habría animado a irse. Pero si de
todas maneras se hubiese ido, nunca más habría regresado. En vez de creer que
su padre lo recibiría, habría pensado en su desaprobación. El párrafo dice bien
claro: “desaprobación”.
El otro hijo, el que no se
fue de la casa, nunca comprendió la verdadera justicia de su padre, eso ocurrió
por haber reprimido sus sentimientos e impulsos y esa acción ponderada como si
fuera un logro. Era él quien miraba con desaprobación a su hermano y a su padre
también, por recibirle. También a él habría que decirle:
“Pueden haber estado ocultos a los mortales tus pensamientos
y actos, tus sentimientos violentos y no santificados”
Pero nunca jamás, bajo
ninguna circunstancia habría que decirle una mentira semejante:
“Dios te mira con desaprobación”
“Dios te ama” en una buena
frase para decirle a una hija consentida que parece desprovista de
sentimientos. Ella sabrá entonces que siempre puede ser bien recibida en su
hogar con su padre, Dios.
Párrafo 4
Aquellos que
han tentado al demonio a que los tiente, tendrán que hacer esfuerzos desesperados
para libertarse de su poder. Cuando empiecen a trabajar a favor de sí mismos, acudirán a rescatarlos los ángeles de Dios, a
quienes han entristecido. (pag.58)
Este párrafo sirve para meter
miedo y culpa al creyente. Dos cosas que no son compatibles con un cristiano.
Culpa: por haber entristecido
a esos ángeles.
Miedo: al gran poder del
demonio.
¿Tentar al demonio a que los
tiente? ¿Es que el ser humano tiene la capacidad de pecar o actuar en contra de
Dios por iniciativa propia sin que Satanás lo tiente primero? Esto sí que es
nuevo, ya no es Satanás el que tienta, sino que es el hombre el que tienta a
Satanás.
Suponiendo por un momento que
se pueda tentar al demonio, entonces habría que dejar bien en claro que esa
acción también sería un pecado, es obvio que el que lo haga, primero
necesitaría ser tentado por Él para hacerlo.
Entonces la acción sería aproximadamente
así: Satanás tienta al hombre para que lo tiente a tentarlo.
El párrafo también dice que
hay que “Trabajar a favor de sí mismos”. Esa
es una enseñanza anti bíblica. Negarse a sí mismo es lo que debe hacer el
cristiano.
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir
en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. (Mateo 16:24)
“Esfuerzos desesperados” es otra mentira anti bíblica. La
biblia dice algo totalmente distinto.
“Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de
mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para
vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.” (Mateo
11: 29 y 30)
Párrafo 5
(A una hija
consentida) Tienes un temible informe del año pasado, que
está abierto
a la vista de la Majestad del Cielo y de las miríadas de ángeles puros
e inmaculados. Tienes un registro manchado en el cielo.
Allí están anotados todos los pecados que has cometido. (pág. 73)
Otra vez la cultura del
terror está aflorando y metódicamente siendo usada. Esto sirve para meter culpa
y miedo a los fieles de la iglesia.
“Temible informe
del año pasado”
¿La autora no había pecado el
año anterior? ¿Por qué no se reprendía ella con esa dureza?
“Si decimos que no
tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en
nosotros.” (1 Juan 1:8)
Esa frase “temible informe del año pasado”, hay
que saber entenderla bien, significa: ten miedo, siente culpa.
La culpa y el miedo son cosas
que ya no tienen los que ha aceptado a Cristo. La biblia dice: “no teman”, como unas 370 veces.
Es evidente que esa hija
consentida que está siendo reprendida no había aceptado a Cristo aun, pero se
nota que sabía de su existencia y también de la existencia del cielo y de esos
ángeles que miran lo que ella hace.
Por culpa de esa condición
indiferente a los asuntos de Cristo, está siendo terriblemente atemorizada por
la autora. ¿Qué pasará con ella? Lo peor que le puede pasar es que esa
reprimenda le haga efecto, porque cambiará su forma de vivir por temor a ese
tremebundo reproche de la autora y del mismísimo cielo, el cual posee un temible
informe del año anterior.
El temor al castigo y la
culpa serán los que le motivarán a empezar a portarse bien.
Esa niña consentida desistirá
de su postura por miedo, todo lo antiguo lo dejará pero no dejará nunca el
miedo, no volverá atrás porque sentirá culpa si lo hiciera. Miedo al castigo
del cielo, o peor aún, miedo a la reprimenda de la autora.
Los adventistas de la
actualidad reprenden esas cosas con la misma o peor dureza que la autora,
causando el mismo efecto. Quien sabe, tal vez lo hacen por haber sido víctimas
de lo mismo oportunamente.
El caso de la niña consentida
se parece mucho al caso de la mujer adúltera que tuvo un encuentro con Cristo.
¿Qué
hubiera dicho Elena de White de esa mujer,
descubierta y capturada en pleno acto de adulterio? Seguro que no
hubiera dicho: “tienes el registro manchado en el cielo”, o estás “perdida
y arruinada”. Hubiera dicho cosas peores que esas.
A
Elena de White le trajeron el caso de una niña consentida y en vez de leer la
biblia y aprender de Cristo, aprendió de los fariseos.
“Dícenle: Maestro, esta mujer
ha sido tomada en el mismo hecho, adulterando; Y en la ley Moisés nos mandó
apedrear á las tales: tú pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para
poder acusarle. Empero Jesús, inclinado hacia abajo, escribía en tierra con el
dedo”. (Juan 8: 4-6)
Cristo respondió con
silencio. ¿Y dónde están las miríadas de ángeles del cielo que ven todo los
pecados que ha cometido esa mujer y que tiene un registro manchado en el cielo?
¿El caso de la adúltera no es tan temible como el de la niña? ¿Por qué Cristo
no dijo nada? ¿Ocultaba información? ¿Es que acaso no estaba interesado en
evangelizar y enderezar la vida de esa mujer?
“Incorporándose Jesús le
dijo: Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado? Ella respondió: Nadie,
Señor. Jesús le dijo: Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques
más.” (Juan 8: 10 y 11)
Para
que Cristo no le condenara, era imprescindible que ella respondiera eso
primero: “nadie”.
Nótese
que Cristo no le pidió que se arrepienta o que pida perdón. Es evidente que si
lo hubiera hecho, de alguna manera le habría trasmitido culpa.
¿Qué hubiera contestado esa
hija consentida del párrafo, ante la pregunta de Cristo: donde están, nadie te
ha condenado?
Probablemente hubiera
contestado: -Sí, todo el cielo me condena ya que mi registro está manchado y allí
están anotados todos los pecados que he cometido. La mía es una condición
perdida y arruinada, lo leí en el libro “mensajes para los jóvenes”-
Párrafo 6:
Al ayudar al
condiscípulo, ayudan a sus maestros. Y con frecuencia, un alumno de mente
aparentemente lerda, asimilará más rápidamente las ideas explicadas por un
condiscípulo que por un maestro. Esta es la cooperación que Cristo
elogia. (pág. 182)
Cristo no elogió, no elogia y
no elogiará nunca a ninguna persona o acción de ella. El elogio es un alimento
para el orgullo, y sólo puede ser recibido por un orgulloso.
Tampoco se puede elogiar a
Cristo, a no ser que se haga desde el orgullo.
Por otra parte, el reproche,
su antítesis, también puede hacer efecto en un orgulloso, lastimándolo,
haciéndolo sentirse atacado, herido.
Elogio y reproche: dos herramientas
de manipulación muy utilizadas por la autora, no tienen efecto en una persona
humilde, es decir en un cristiano verdadero.
Párrafo 7:
El Hecho de
que Cristo viviera treinta años en Nazaret, lugar del cual muchos consideraban
una maravilla que saliese algo bueno, es un reproche para los jóvenes que
piensan que su carácter religioso debe conformarse a las circunstancias. (pág. 77)
Reprochar es una forma de atacar
o manipular a los orgullosos. Pero reprochar una manera de pensar es una
manipulación psicológica.
El Hecho de que Cristo
viviera treinta años en Nazaret, podrá significar algo, eso seguro. Podrá
significar mil cosas, pero nunca jamás será un reproche.
“Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos
abundantemente y sin reproche, y le será dada.” (Santiago 1:5)
No hay dudas, que ese párrafo
bíblico era algo que la autora no aprobaba. Ella sí, atribuía a la palabra de
Dios una enseñanza que contenía reproches.
Aunque la autora no explicó
lo que significa “conformarse a las
circunstancias” podemos suponer que es cuando la persona se adapta o imita al
entorno o cuando se aprende de él y de nada más.
Elena de White, usualmente
aconsejaba mantenerse alejados de la influencia del mundo para formar el
carácter ¿Para qué? Si de todas maneras no habrá que imitar o adaptarse nunca al
entorno, ni aprender de él.
Según la autora, Cristo
también se mantuvo alejado de las malas influencias durante su juventud. Cómo
hiso Cristo para mantenerse alejado de las malas influencias y a la vez no
conformarse a las circunstancias, aparentemente es otro de los enigmas del
cristianismo.
Párrafo 8: (resumido)
¿Cómo puede
el que alguna vez ha probado el amor de Cristo, satisfacerse con las
frivolidades de la moda? Apenas pueden ser distinguidos del incrédulo. (pág.
353)
Este párrafo sirve para
hacerles creer a los adventistas que son cristianos verdaderos. Para la autora,
el hecho de probar el amor de Cristo debería inducir a no satisfacerse con la
moda. Los que le crean, cada vez que vean gente que sigue a la moda, creerán
que es porque no conocen el amor de Cristo. Así, por ser distintos a ellos,
creerán espuriamente que han probado el amor de Cristo.
¿No hay incrédulos en la
congregación adventista? probablemente haya muchos. Entonces ¿cómo hacen los
adventistas para diferenciarse entre los incrédulos que hay entre ellos? No lo
hacen porque no se puede.
Pero hay algo que sí se
puede, despreciar a los que se visten a la moda después de haberlos juzgado por
la vestimenta y haberlos condenado a ser llamados: incrédulos.
Párrafo 9:
Un joven
ferviente, concienzudo y fiel en una escuela es un tesoro inestimable. Los
ángeles del cielo lo miran con amor, y en el libro mayor del cielo se
registra toda obra de justicia, cada tentación resistida, cada mal vencido. Ese
joven está echando un buen fundamento para el futuro, a fin de poder obtener
la vida eterna. (pág. 179)
Este vendría a ser el opuesto
de aquel párrafo que hablaba de la niña consentida. A ella el cielo le
reprochaba y condenaba por todos sus pecados del año anterior. A este joven
ahora se le elogia y aprueba por lo que está haciendo.
Pero tanto este como el
párrafo de la niña consentida dicen mentiras.
Los ángeles de cielo miran
con amor a todos los seres humanos, a no ser que los ángeles no tengan la
necesidad de cumplir con el mandamiento que Cristo estableció: amar al prójimo,
amar a los que no nos aman, amar al enemigo.
Si alguno sabe de algún ángel
del cielo que no mire con amor a la humanidad, renuncie a su custodia, debe ser
un ángel del demonio.
La vida eterna se obtiene por
gracia (concesión gratuita). Ser fiel en la escuela no tiene nada que ver con
la salvación.
Párrafo 10
Sin la
influencia salvadora de los cristianos, el mundo perecería en su propia
corrupción. (pág. 347)
Aquí se evidencia que la
autora llamaba “mundo” a todos o todo
lo que no tiene que ver con el cristianismo o con su creencia.
Lo que dice la autora es
mentira, no todos los incrédulos son tan corruptos como ella asegura. La
honestidad también existe en personas incrédulas de la doctrina cristiana.
¿Ha terminado ya el tiempo de
gracia? Todavía hay muchos que aún no conocen a Cristo, entonces: ¿no es por
ellos que Dios permite que el mundo todavía exista?
Tiempo de gracia, significa
un tiempo de regalo. Un regalo hecho por Dios en el que la autora no creía.
Para ella, el tiempo de gracia no es tal, sino un logro de los cristianos.
El tiempo de gracia es algo
que Dios otorga para que esos que están en el mundo se salven. No gracias a los
que ya están salvados.
El siguiente párrafo bíblico
expresa otra idea totalmente distinta a la de la autora.
“Porque no envió Dios a su Hijo al
mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él”. (S Juan
3:17)
Ese
párrafo bíblico habla de salvar al mundo, sin embargo la autora juzga al mundo,
lo halla culpable de ser totalmente corrupto y lo condena a perecer. Es allí
donde aparece la autora y sus seguidores, gracias a su influencia la pena no se
aplica a pesar de estar ya condenados.
El párrafo, claramente
demagogo, es un elogio a los cristianos que no querrán dejar su posición tan
bien vista por Dios. Creen que están sosteniendo vivo al mundo ellos mismos. Ni
siquiera se dan cuenta que la autora les ha puesto la carga del mundo sobre
ellos. Si algún miembro de la iglesia de la autora eventualmente ya no quiere
pertenecer a ella también sentirá culpa.
La culpa es una carga tan
pesada y paralizante que los miembros de la iglesia de la autora desistirán de
apostatar de su fe. Al menos esa es la mentalidad que siembra la autora: la
culpa, como herramienta de manipulación.
“Hay personas que tienen una especie
de vocación por la culpa ya que no sólo se sienten mal por lo que han hecho
sino incluso por lo que podrían llegar a hacer”.
“Experimentamos sentimientos de culpa
cuando hacemos algo que se aleja de los valores que hemos asumido como justos y
positivos. Sentimos culpa cuando nuestro comportamiento no cumple con nuestros
cánones y, por ende, nos recriminamos”.
Jennifer
Delgado Suárez (rincón de la psicología)
El
párrafo escrito por Elena de White es una especie de predicción que está
destinada a no cumplirse. Como no es posible ser refutado, algunos creerán que
es verdadero, eso es un error. Se podría hacer lo mismo que ellos y pensar que
como esa predicción no puede ser probada, debe ser mentira. Pero hacerlo
también sería un error.
Sin
embargo podríamos leer el siguiente párrafo bíblico que contradice la
predicción de Elena White.
“Porque los que son bendecidos por el
Señor poseerán la tierra, pero los maldecidos por Él serán exterminados”. (Salmos
37:22)
En ese
salmo se predice que el Señor exterminará a los maldecidos. No dice que ellos
perecerán en su propia corrupción. Al contrario, dice que no perecerán en su
propia corrupción.
La única
manera de que lo dicho por Elena de White sea creíble, es que ese salmo sea
mentira.
Por
último, el siguiente párrafo bíblico predice algo totalmente distinto a lo
expresado por Elena de White. Niega que el mundo perezca en su propia
corrupción. Afirma que Dios se encargará de eso.
Si lo que
dice el apocalipsis es verdad, entonces lo que dice Elena White no ocurrirá
nunca.
“Y se han airado las naciones, y tu
ira ha venido, y el tiempo para que los muertos sean juzgados, y para que des
el galardón a tus siervos los profetas, y a los santos, y a los que temen tu
nombre, pequeños y grandes, y para que destruyas los que destruyen la
tierra.” (Ap.
11:18)
Párrafo 11
Los que se
esfuerzan por ser colaboradores de Dios, que buscan
diligentemente adquirir para impartir, recibirán constantemente luz de
Dios. Para que sean medios de comunicación. (Pág. 38)
Este párrafo sirve para instar
a los miembros de la iglesia de la autora a trabajar evangelizando. Lo cual no
tendría nada de malo, a no ser por la mentira que allí dice.
Mentira que el siguiente
párrafo bíblico evidencia:
“Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un
monte no se puede ocultar” (Mateo 5: 14)
La biblia dice: “Vosotros sois la luz del mundo”
Elena White dice: “recibirán constantemente, los que se
esfuerzan”
“recibirán constantemente”, quiere decir que la luz de Dios pudiera no ser
constante. Según el párrafo, será constante sólo para los que se esfuerzan
diligentemente.
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