sábado, 30 de junio de 2012

El camino a Cristo: Enseñanzas necias




Los siguientes son párrafos extraídos del libro: El camino a Cristo, escrito por Elena de White, fundadora de la iglesia adventista del séptimo día.



Párrafo 1


La vida de los que lo imitan (a Cristo) estará por cierto llena de propósitos serios; tendrán un profundo sentido de su responsabilidad personal. Reprimirán la inconsiderada liviandad; entre ellos no habrá júbilo tumultuoso, ni bromas groseras; pues la religión de Jesús da paz como un río. (pág. 108)


Alguien que reprime tendencias propias podría convertirse en reprimido, tendrá tanta paz como un río torrentoso. Los que le hagan caso a la autora, por dentro serán tumultuosos, pero por fuera tendrán apariencia pacífica y calma.
Algunos podrán corregirse, depende de la persona, de su educación o de incluso sus capacidades. Pero otros, en vez de corregir los errores los reprimirán, eso asegurará su permanencia y le dará al reprimido la idea de haberse superado, cuando en realidad ha sido manipulado para que actúe compulsivamente como se espera de ellos. La enseñanza del párrafo es enfermiza, tanto en lo espiritual como en lo mental.
El párrafo da a entender que Cristo reprimía partes no correctas de su carácter, después insta a hacer lo mismo. Eso demuestra que la autora tenía una imagen de Cristo totalmente falsa.
Por otra parte, la idea general es contradictoria: Si la religión de Jesús da paz como un río, ¿por que habría necesidad de reprimir alguna inconsiderada liviandad? Se supone que esos júbilos tumultos y las bromas groseras no existirían.


Párrafo 2


El Hijo inmaculado de Dios tomó sobre sí la carga del pecado. El que había sido uno con Dios, sintió en su alma la terrible separación que hace el pecado entre Dios y el hombre. Esto arrancó de sus labios el angustioso clamor: "¡Dios mío! ¡Dios mío! ¿Por qué me has desamparado?" La carga del pecado, el conocimiento de su terrible enormidad y de la separación que causa entre el alma y Dios, quebrantó el corazón del Hijo de Dios. (pág. 10)


La autora subestima a Cristo a tal punto de decir que Él no conocía la enormidad del pecado antes de la cruz. De ser verdad eso, habría que darles la razón a los fariseos, ellos no entendían por qué Cristo perdonaba con tanta facilidad los pecados de algunas personas. Era verdad que el ingenuo no tenía ni idea de lo que hacía.

Hasta puede uno imaginarse a los que le condenaron a Cristo, diciéndole: ¿has entendido ahora lo que se siente?
Que lastima que a nadie se le ocurrió preguntarle en ese momento, que opinaba entonces de amar al enemigo. ¿No habrá sido un mandamiento dicho desde la ignorancia y el total desconocimiento?
Cuando Cristo dijo: el hijo del hombre no tiene donde recostar la cabeza, alguien tenía que haberle dicho que no se quejara tanto, todavía no sabía lo que era el verdadero sufrimiento humano.

Pareciera ser que el salmista y todos los que pudieron interpretar lo que está escrito en la biblia fueron más sabios que Cristo, porque recién cuando se estaba muriendo entendió lo que dice el salmo 22. Es posible que cada vez que Cristo leía ese salmo, se dijera: que linda poesía, aunque no se entienda. Peor aún, pudo haber leído ese salmo y haber creído que sí, lo había entendido.
Bueno, más vale tarde que nunca.


Párrafo 3


Tal amor es incomparable. ¡Hijos del Rey celestial! ¡Promesa preciosa! ¡Tema para la más profunda meditación! ¡El incomparable amor de Dios para con un mundo que no lo amaba! (pag12)

Amor incomparable…

Pongámonos en perfecta relación con Aquel que nos ha amado con estupendo amor.   (Pág. 17)


Todo adjetivo calificativo, es resultado de una comparación. La autora dice que el amor de Dios es incomparable, entonces si realmente es incomparable, cualquier calificativo lo desvaloriza.

“Estupendo amor” se contradice con “amor incomparable”.

El corazón de Dios suspira por sus hijos terrenales con un amor más fuerte que la muerte. (pág. 17)

El está solicitando por su tierno amor los corazones de sus hijos errados. (pág. 31)


“Más fuerte” “Tierno amor”, se contradicen con “incomparable”.

El único propósito que tiene la autora de calificar de maneras elogiosas al amor de Dios es, aunque parezca patético, elogiarse ella misma, para ganar la apariencia de buena cristiana y admiradora de Dios.


Párrafo 4


El hombre estaba dotado originalmente de facultades nobles y de un entendimiento bien equilibrado. Era perfecto y estaba en armonía con Dios. Sus pensamientos eran puros, sus designios santos. Pero por la desobediencia, sus facultades se pervirtieron y el egoísmo sustituyó al amor. (pág. 13)


El hombre original estaba en armonía con Dios, el resto es una serie de disparates inventadas por la autora.

El egoísmo no es substituto del amor como asegura la autora, es substituto de la humildad.
¿Por qué creía la autora que el egoísmo substituyó al amor? Es posible amar a las riquezas y a la vez ser egoísta. Se puede amar a los hijos y ser egoísta, se puede amar sólo a los que nos aman y a la vez ser egoísta, etc.
Aparenta ser un error sin importancia, pero no lo es. Cualquier error cometido por alguien que predica es, en realidad, una artimaña. 
En los siguientes párrafos de la misma autora, se puede ver que el egoísmo y el amor conviven sin substituirse.

“Cuando el alma se conmueve de esta manera, odia el egoísmo, aborrece el amor propio”. (El camino a Cristo pág. 25)


“Y muchos hacen su vida desgraciada por el egoísmo y su amor a la comodidad”. (Mensajes para los jóvenes pág. 200)


El error que comete el párrafo es una evidencia más de lo tergiversado que tenía la autora el significado de la humildad. En otros escritos llegó al extremo de declarar que Cristo era humilde por no mostrarse tal cual era.


“Al revestir su divinidad con humanidad, Jesús mostró humildad y condescendencia” (A fin de conocerle, Pág. 58)


“Al asumir la humanidad, Cristo ocultó su divinidad” (Alza tus ojos, pág. 88)


Por otra parte, el párrafo se contradice. La autora dice que el hombre tenía pensamientos puros, luego dice que la desobediencia fue la perversión. ¿Que tan puros pueden ser los pensamientos de alguien que desobedece a Dios?

Sin embargo, la autora puede que haya dicho algo correcto, “el entendimiento bien equilibrado”. Ese pudo haber sido la debilidad del hombre, porque con sólo poner un elemento que lo desequilibre ya se lograba confundirle. Es posible que Satanás supiera eso y lo utilizara.


Párrafo 5


Cuando Satanás viene a decirte que eres un gran pecador, mira a tu Redentor y habla de sus méritos. Lo que te ayudará será el mirar su luz. Reconoce tu pecado, pero di al enemigo que "Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores" (1 Timoteo 1: 15) (pág. 31)


“Satanás viene a decirte que eres un gran pecador”

“Reconoce tu pecado”


¿Cómo puede ser que un cristiano crea correcto hacerle caso a Satanás?
“Reconoce tu pecado”: quiere decir que Satanás vino a decir una verdad.
Entonces Elena de White aconseja:

¡escuchar y creerle a Satanás!

Ahora resulta ser que Satanás ya no es un mentiroso, para colmo, llama al arrepentimiento. Que buen sacerdote resultó ser Satanás, más de uno querrá tener esa capacidad, hacer que el pecador confiese. Muchos sacerdotes pueden escuchar una confesión y guiar al arrepentido en la tarea de enmendar sus errores y sus dudas, pero lo que Satanás logra es admirable. Casi sin ninguna estrategia, ¡Bum! el acusado confiesa.
Pareciera que la autora era devota de San Satanás.


Párrafo 6


El amor es de Dios, no puede producirlo u originarlo el corazón inconverso. Se encuentra solamente en el corazón donde Cristo reina. (pág. 52)


Lo que dice el párrafo no es verdad, porque el amor se encuentra también en corazones donde Cristo no reina. El párrafo, así dicho, da a entender que los conversos generan ellos mismos el amor de Dios en sus corazones.
Los que están de acuerdo con la autora, seguramente presumen de poseer o incluso de difundir el amor de Dios, como si fuera que no fue Dios quien les ha dado ese don.

Hay demagogia en ese párrafo, porque elogia a los miembros de su iglesia para hacerles creer que están en un lugar donde Cristo reina y tienen el amor de Dios en sus corazones. Eso se logra juzgando a los demás y denunciando que los otros no lo tienen.

Pero no se engañen. El amor es de Dios, no lo generan los conversos.
Los incrédulos no lo saben, pero el amor de Dios también mora en ellos. Los cristianos deberían enseñarles eso y mostrarles cómo se usa ese amor, dando el ejemplo, explicándoles o amándoles. Pero por lo visto, Elena de White y sus adeptos tampoco lo saben.


Párrafo 7


(En la biblia) Las grandes verdades necesarias para la salvación están presentadas con tanta claridad como la luz del mediodía; y nadie equivocará o perderá el camino, salvo los que sigan su juicio privado en vez de la voluntad divina tan claramente revelada. (pág. 79)


Si eso fuera verdad, entonces no habría iglesias bíblicas engañadas. ¿No creía la autora en el engaño? ¿De verdad creía la autora que la falla de los engañados era no leer la biblia?
Si lo que dice el párrafo fuera verdad, el espíritu del anti Cristo, los falsos profetas y los falsos cristos no existirían o no engañarían a nadie que leyera la biblia.
Negar la existencia del engaño es algo muy reiterativo, casi constante en los escritos de Elena de White. Los cristianos engañados que crean lo que dice el párrafo seguirán engañados, creerán haber entendido todo lo que dice la biblia, pues allí está todo clarito.  

Nadie equivocara el camino excepto los que hagan un juicio privado, dice la autora. ¿En qué parte de la biblia dice todo eso? Porque si no lo dice, entonces en la biblia no está todo claro. 
Los equivocados leen la biblia con una actitud equivocada, no conocen la voluntad divina, pero según la autora, la biblia no es capaz de enmendar ese error. ¿Qué clase de clara revelación vio la autora en la biblia?
Al final parece que la biblia de claridad no tiene nada, menos todavía cuando se trata de revelaciones.

Otra vez, el contraste engañoso propio de Elena de White, es aquí utilizado para engañar. Se denuncia como erróneo el “juicio privado”, entonces el lector asume que su opuesto, es decir, el juicio público o juicio hecho por otros, es el verdadero camino. Así aprenderá a confiar casi en todo lo que se enseñe en su iglesia.
Pues ese es precisamente el motivo de la existencia de tanta gente engañada por falsos profetas, falsos cristos y falsos predicadores.

El que ha buscado en la biblia una verdad y la halló clara como la luz del mediodía, sepa que está engañado, porque sólo encontró un respaldo a sus ideas preconcebidas.


Párrafo 8


Un pasaje estudiado hasta que su significado nos parezca claro y evidentes sus relaciones con el plan de la salvación, es de mucho más valor que la lectura de muchos Capítulos sin un propósito determinado y sin obtener ninguna instrucción positiva. (pág. 80)


Este párrafo sigue con la misma mentalidad del anterior. De hecho confirma el error que comete.
¿Cómo puede un hombre buscar en la biblia, claridad en las evidentes relaciones con el plan de la salvación y a la vez instruirse de algo que es revelación de Dios? ¿De donde sacará la sabiduría para esos propósitos? ¿En qué parte de la biblia dice que es eso lo que tiene que hacer o buscar? No está en ninguna parte.  

“Hasta que su significado nos parezca claro”, significa: hasta que quedemos convencidos de que las enseñanzas engañosas de la autora son verdaderas.

La persona que tuviera ideas engañosas en lo que se refiere a la doctrina cristiana, si utiliza el método de la autora, encontrará en la biblia todo lo que necesita para confirmar esas ideas.
Hay gente que no cree en Dios y eventualmente lee la biblia para verificar que su incredulidad está bien fundada. Ese tampoco encontrará la verdad y eso que tenía un propósito determinado.
Alguien que lee la biblia con el propósito determinado de demostrar que sus palabras no tienen ninguna relación con el plan de salvación, también encontrará con claridad ese resultado.
Esa característica es propia de la biblia, así, las personas que la estudien con el propósito de juzgarla y hallar verdades, encuentren ambigüedades. Eso es porque el humano no tiene la capacidad hacer ese juicio.

Estudiar la biblia hasta que su significado nos parezca claro, es la peor enseñanza que ha hecho la autora en todos sus escritos. Esa es la base de todas las doctrinas engañosas.
Hay una forma correcta, la única forma, la que Cristo enseñó. Está en la biblia, pero los adventistas no parecen haber entendido esa enseñanza, y eso que aseguran que está todo bien claro.  
Los siguientes párrafos bíblicos no dicen nada acerca de escuchar sus palabras o leer un pasaje y estudiarlo hasta que su significado nos parezca claro, dice: escuchar sus palabras y ponerlas en práctica.


“Muchos me dirán en aquel día: ``Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: ``Jamás os conocí; apartaos de mí, los que practicáis la iniquidad. Por tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca” (Mateo 7: 22-24)


“Todo el que viene a mí y oye mis palabras y las pone en práctica, os mostraré a quién es semejante: es semejante a un hombre que al edificar una casa, cavó hondo y echó cimiento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el torrente dio con fuerza contra aquella casa, pero no pudo moverla porque había sido bien construida”. (Lucas 6: 47-48)


“Sed hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos”. (Santiago 1:22)


Párrafo 9


(El hombre) Fue hecho cautivo por Satanás, y hubiera permanecido así para siempre si Dios no hubiese intervenido de una manera especial. (pág. 13)


Esa es una conjetura absurda y anti bíblica. Además se contradice con otros párrafos del mismo libro. Por ejemplo los siguientes:


“Nada menos que el infinito sacrificio hecho por Cristo en favor del hombre caído podía expresar el amor del Padre hacia la perdida humanidad”. (pág. 11)


"Romperse puede todo lazo humano, Separarse el hermano del hermano, Olvidarse la madre de sus hijos, Variar los astros sus senderos fijos; Mas ciertamente nunca cambiará El amor providente de Jehová". (Pág. 12)


Si Dios no hubiese intervenido…


¿Cómo puede alguien que habla del “infinito sacrificio”  de Dios, decir que pudiera no haber intervenido?

El sacrificio de Dios es infinito, su amor es infinito, y su intervención por la humanidad fue por amor, entonces: ¿donde está la fisura en la eternidad del amor y sacrificio de Dios en donde pudiera hacerse una conjetura como la del párrafo? A juzgar por lo dicho en la biblia se concluye que Dios nunca hubiese dejado de intervenir.


“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”  (Juan 3:16)


“Hubiera permanecido así para siempre”. Pareciera que es una frase dicha por Satanás en persona. Él es el más interesado en hacer creer a los  hombres que vivir sin comunión con Dios es algo aceptable. Pero no termina allí, Satanás también dice: “si no hubiera intervenido” “de manera especial”. Eso quiere decir que hasta Dios mismo considera como una posibilidad válida vivir sin esa comunión.
La creencia de que es posible y válido para los hombres y para Dios vivir sin estar en comunión con Él, es lo que la serpiente le hiso creer a Eva. Es lo que les hace creer Elena de White a sus seguidores.


Párrafo 10


Cuando Satanás os tiente, no salga de vosotros ninguna palabra de duda o tinieblas. Si elegís abrir la puerta a sus sugestiones, se llenará vuestra mente de desconfianza y rebelión. Si habláis de vuestros sentimientos, cada duda que expreséis no reaccionará solamente sobre vosotros, sino que será una semilla que germinará y dará fruto en la vida de otros, y tal vez sea imposible contrarrestar la influencia de vuestras palabras. (pág. 107)


¿Callar la duda y no hablar de los sentimientos?
El asunto aquí es muy puntual y la pregunta es inevitable: ¿Cómo saber que es Satanás el que nos tienta y nos hace sugestiones? De tener esa certeza, ya no tendríamos dudas que expresar, ni mucho que decir.

La situación es asombrosa, al parecer los seguidores de Elena de White son cristianos tan eficientes que pueden tener dudas y al mismo tiempo tener la absoluta certeza de que profesan la doctrina verdadera. De otra manera no se explica cómo hacen para tener dudas y a la vez no abrirle las puertas a Satanás.
Tienen dudas pero al mismo tiempo tienen la certeza que es Satanás el que les está poniendo esa duda. Tienen dudas y certezas simultáneas sobre un mismo asunto. Saben diferenciar perfectamente cuando las sugestiones vienen de Satanás y cuando de Dios. No solamente eso, sino que son tan libres, que hasta pueden elegir hacerle caso o no a Satanás. ¿A eso le llaman tener dudas?

Para Elena de White, como siempre, el engaño no existe.

La duda no siempre viene de Satanás, ese es el error que comete el párrafo. La desconfianza no siempre es mala. Las sugestiones podrían ser confundidas con una presunción de falsedad, siendo esa presunción necesaria a veces, sobre todo cuando uno profesa sin saber, una doctrina errónea, o cree en un cristo falso.
La duda es un puente entre la verdad y la mentira. Alguien que está engañado y duda, pues está entonces en el buen camino. Pero si no las manifiesta, jamás cambiará de postura, tampoco encontrará a nadie que le muestre le verdad.
La duda está justamente cuando no se sabe con certeza cuando la sugestión es de Dios o cuando es de Satanás. No es posible, por lo tanto, poner en práctica esos concejos, a no ser que esté uno engañado.

El mismo párrafo engaña, porque hace creer que hablar de las dudas y abrirle la puerta a Satanás, son la misma cosa. Si se calla, Satanás no puede entrar, pero si se habla entra. ¿De dónde habrá sacado esa idea la autora?
¿Esa enseñanza viene de Dios, es bíblica? No, porque resulta que la biblia no cometería un error tan grande y a la vez tan infantil.
¿Que pasaría si todas las doctrinas falsas o aun los escépticos hicieran lo que el párrafo enseña? Sería el fin de toda posibilidad de seguir evangelizando.
Los cristianos que hagan caso a ese párrafo esperarán que los engañados no lo hagan, de otra manera no podrían tener éxito, ni evangelizar.
De hecho muchas doctrinas enseñan eso, esa es la razón por la cual es difícil hacerles ver la verdad a todos los que tienen una doctrina engañosa o errónea. Aquí se puede ver que los que creen en Elena de White son iguales.


Párrafo 11


Más puede ser que otros que hayan sido dominados por vuestra influencia, no puedan escapar de la incredulidad que hayáis insinuado. ¡Cuanto importa que hablemos solamente las cosas que den fuerza espiritual y vida! (pág. 107)


Lo que aquí dice es una continuación del párrafo anterior pero aun peor, porque insta a los que tienen dudas a que salgan a evangelizar y ¡prediquen con palabras que den fuerza espiritual!
Si leemos todo el contexto en el que están esos párrafos, vemos que el párrafo está dirigido a esos que, eventualmente, dudan del amor de Dios. Aun así, según la autora, deben salir a alentar a otros.

Otra vez surge la misma pregunta. ¿Esa idea viene de Dios? ¿No sabía la autora que hay cristos y dioses falsos? Si hacen caso al párrafo, las iglesias engañadas estarán más seguras que nunca de su posición, porque ahora incluso tienen permiso divino para evangelizar.
Pidamos a Dios que nos libre de ese tipo de predicadores, porque ya son demasiados.


Párrafo 12


Los ángeles están atentos para oír qué clase de informe dais al mundo acerca de vuestro Señor. Conversad de Aquel que vive para interceder por nosotros ante el Padre. Esté la alabanza de Dios en vuestros labios y corazones cuando estrechéis la mano de un amigo. Esto atraerá sus pensamientos a Jesús. (pág. 107)


Este párrafo es la continuación de los dos anteriores.
Para lograr hacer esa tarea evangelizadora que allí se solicita, primero habría que aceptar a Cristo, quien nos hará libres. Una vez libres podremos elegir que decir, que callar, etc.
Pero el párrafo enseña todo lo opuesto. Se insta a que, por razón de la auditoria o vigilancia de los ángeles tendríamos que cuidar lo que expresamos, eso es todavía peor que los otros dos párrafos anteriores, porque en vez de enseñar a vivir en libertad, muestra que estamos siendo inspeccionados.
La persona a la que está dirigida el párrafo duda del amor de Dios y sus promesas, pero la autora asume que tiene la certeza de la presencia de los ángeles y su auditoría, ¿será tan selectiva la duda?

Los que así evangelizan, deberían saber que los ángeles saben identificar a los hipócritas. ¡Jamás! hablen de Cristo si tienen dudas. Esa es una forma de engañar y engañarse. Imagínense, un predicador tratando de atraer a otros a una doctrina que ni él cree con certeza. Las dudas están para sacárselas, no para ignorarlas o huir de ellas.

Tampoco intenten ganarse la aprobación de los ángeles como una forma de ganarse el cielo, menos todavía de esos ángeles, que seguramente son de esos ineptos a los que la autora siempre recurría cuando quería meter culpa.


Párrafo 13


Mas es la obra de Satanás pervertir las facultades de investigación del entendimiento. Cierto orgullo se mezcla en la consideración de la verdad bíblica, de modo que cuando los hombres no pueden explicar todas sus partes como quieren, se impacientan y se sienten derrotados. Es para ellos demasiado humillante reconocer que no pueden entender las palabras inspiradas. (Pág. 97)


Elena de White ha demostrado a través de sus escritos tener devoción por el orden, una especie de neurosis espiritual. Este párrafo es un ejemplo más de ello. Los hombres que allí aparecen tienen las facultades pervertidas por Satanás, además de eso son orgullosos, finalmente se sienten derrotados como resultado de su impaciencia. El orden está intacto en la situación que allí se plantea, esos hombres no podrán jamás ser cristianos, dice la autora. La iglesia adventista, tan querida por sus miembros, estará libre de hombres como esos.

Debería haber dicho:
Menos mal que esos orgullosos son impacientes, peor sería que perseveren hasta conseguir lo que quieren, la iglesia se llenaría de orgullosos.
Menos mal que esos impacientes son orgullosos, peor sería que tengan la humildad necesaria para confesar que la biblia enseña verdades que no pueden explicar, la iglesia se llenaría de impacientes.

Pero lamentablemente la situación no está siempre tan ordenada, porque sí existen esos hombres orgullosos pero con mucha paciencia. También hay hombres sin ese orgullo pero que, a la vez, no tienen nada de paciencia.
El párrafo dice: “Es para ellos demasiado humillante reconocer que no pueden entender las palabras inspiradas”. Justamente, es por eso que no lo reconocen, desistir sería reconocerlo.

El orgullo de un cristiano, que no es una forma más de soberbia, le lleva a perseverar en el estudio de la biblia hasta tener la certeza de que la doctrina que posee desde nacimiento, o que ha decidido aceptar de grande, es verdadera.

Presentar a una persona orgullosa y derrotada es una situación perfecta para la autora y provechosa para mantener el orden en su iglesia. Sin embargo no lo presenta así, lo muestra como si Satanás hubiera triunfado. Esa es una verdad a medias, típico de Elena de White, porque Satanás triunfa cuando una persona orgullosa sí logra interpretar la biblia como él quiere.
La situación es comparable con lo siguiente, también escrito por la misma autora.

No es un decreto arbitrario de parte de Dios el que excluye del cielo a los malvados: ellos mismos se han cerrado las puertas por su propia ineptitud para aquella compañía”. (pág. 14)

Ya que Dios iba a decretar algo ¿Por qué no decretó que sí, puedan entrar al cielo? Porque así como está la situación, pareciera que los malvados no pueden entrar al cielo porque Dios y su decreto han triunfado.
El hecho de que un pecador no pueda entrar al cielo ¿No es triunfo de Satanás? Si, entonces ¿es gracias al decreto de Dios que Satanás triunfa? Es absurdo siquiera plantear eso.
La situación es la misma con lo dicho en este párrafo, porque la biblia está hecha para que los orgullosos no la entiendan, entonces, cuando un orgulloso no la entiende ¿es triunfo de Satanás o es triunfo de la biblia?
Hay una ambigüedad allí, pero también hay una constante: la búsqueda de un culpable, la ambigüedad aparece cada vez que se lo encuentra. Nótese que la autora dice: “ellos mismos se han cerrado las puertas”, es decir que ha encontrado a los culpables.
El párrafo principal dice: “es la obra de Satanás pervertir las facultades de investigación”, allí también ha hallado al culpable.
¿No es acaso Satanás el que ciega a los pecadores, los débiles, los sensuales y egoístas? ¿O es Cristo el que les niega devolverles la vista?
Entonces, ¿Dónde está la falla? Está en juzgar y hallar un culpable. Juzgar es la falla, eso no deber hacerse.

Toda esa enseñanza tiene un propósito, engañar. Exhorta a esos hombres, pervertidos sus entendimientos por Satanás, a que perseveren en el estudio de la biblia hasta que puedan explicarla como ellos quieran, insta a perseverar hasta lograrlo, sólo para no darle el gusto a Satanás. Una vez logrado eso, se les atribuye la victoria, en contraste con aquellos otros impacientes que no pudieron. La iglesia adventista, puede que ya esté llena de gente así.

A esos hombres que tienen pervertido el entendimiento, con sólo quitarle uno de los dos atributos que la autora le ha puesto, a saber: orgullo o impaciencia, se logra desordenar toda la situación. Eso sería una pesadilla para la autora pues la verdadera victoria de Satanás quedaría expuesta.

El párrafo es uno de esos párrafos lindos para modificar, a fin de que toda la verdad sea dicha y no sólo la parte que la autora quería hacer creer.
Modificando levemente el párrafo se arregla todo el error cometido por la autora.
Los siguientes son modificaciones del mismo párrafo, quedarían así:


“Mas es la obra de Satanás pervertir las facultades de investigación del entendimiento. Cierto orgullo se mezcla en la consideración de la verdad bíblica, de modo que cuando los hombres llegan a explicar todas sus partes como ellos quieren, se satisfacen y se sienten victoriosos. Sería para ellos demasiado humillante tener que reconocer que no pueden entender las palabras inspiradas”.


“Mas es la obra de Satanás pervertir las facultades de investigación del entendimiento. Esa perversión se mezcla en la consideración de la verdad bíblica, de modo que cuando los hombres no pueden explicar todas sus partes como ellos quieren, perseveran hasta lograrlo. Sería para ellos demasiado humillante admitir que no pueden entender las palabras inspiradas”.


“Mas es la obra de Satanás pervertir las facultades de investigación del entendimiento. Cierta soberbia se mezcla en la consideración de la verdad bíblica, de modo que cuando los hombres pueden explicar todas sus partes como quieren, se satisfacen y se sienten victoriosos. Es para ellos imposible reconocer que haya personas que no pueden entender las palabras inspiradas.


Párrafo 14


El Redentor del mundo acepta a los hombres tales como son, con todas sus necesidades, imperfecciones y debilidades; y no solamente los limpiará de pecado y les concederá redención por su sangre, sino que satisfará el anhelo de todos los que consientan en llevar su yugo y su carga. Es su designio impartir paz y descanso a todos los que acudan a él en busca del pan de la vida. Solamente demanda de nosotros que cumplamos los deberes que guíen nuestros pasos a las alturas de la felicidad, a las cuales los desobedientes nunca pueden llegar. (pág.41 y 42)


El párrafo se contradice con otros escritos de la misma autora, por ejemplo el siguiente:


“No se den por satisfechos con alcanzar un bajo nivel. No somos lo que podríamos ser, ni lo que Dios quiere que seamos”. (Mensajes para los jóvenes pag.190)

Acepta a los hombres tales como son…


Para los que quieren saber cuales son esos deberes de los que habla el párrafo, aquí hay algunos ejemplos extraídos del libro: Mensajes para los jóvenes, de Elena de White.

Solamente demanda de nosotros que cumplamos los deberes…


Estos son los deberes:


“ser cristianos en nuestra manera de vestir y conversar” (pág. 344)
“preocuparse en hacer a los padres felices” (pág. 333)
“desarrollar las facultades racionales hasta la sumo” (pág. 190)
“dominar los pensamientos con esfuerzo concienzudo y aun severo” (pág. 73)
“hacer esfuerzo por ayudarse a uno mismo” (pág. 51)
“hacer sacrificios huyendo de lugares de diversión mundanal” (pág. 374)
“hacer frente fielmente a las pesadas responsabilidades que descansan sobre nosotros” (pág. 36)
“desarrollar un carácter noble sosteniendo rudas y severas batallas contra el yo”. (pág. 97)


¿No había dicho la autora que Dios nos aceptaba tal cual éramos y que era su designio darnos paz y descanso?

Elena de White también enseña lo que no hay que hacer y también podríamos hacer una lista. Según la autora, las siguientes actividades son condenadas por el cielo, por los tanto debemos evitarlas.


debemos evitar:


“pensar que ya hemos aprendido bastante” (pág. 191)
“cejar en los esfuerzos” (pág. 191)
imaginar cosas vanas” (pág. 74)
“darnos por satisfechos con alcanzar un bajo nivel” (pág. 190)
“escuchar música rítmica propia de un salón de baile”. (pág. 293)
asistir a reuniones para comer y beber con cantos y música de instrumentos” (pág. 380)
“intemperantes hábitos de lectura” (pág. 279)
“intemperancia en la comida y la bebida” (pág. 279)
“deportes, veladas y entretenimientos musicales, tal como se desarrollan habitualmente”. (pág. 388)
“el baile, los naipes, el ajedrez, las damas, etc.”. (pág. 390)
“el teatro, la sala de billar y salones donde se juega bolos” (pág. 396)
“murmurar ante las pruebas y privaciones” (pág. 78)
conversaciones sobre asuntos mundanos”.  (pág. 131)
“Las partidas de placer” (pág. 380)
“picnics y otras reuniones de placer” (pág. 373)