Los siguientes son párrafos
extraídos del libro: El camino a Cristo, escrito por Elena de White, fundadora
de la iglesia adventista del séptimo día.
Párrafo 1
La vida de
los que lo imitan (a Cristo) estará por cierto llena de propósitos serios;
tendrán un profundo sentido de su responsabilidad personal. Reprimirán
la inconsiderada liviandad; entre ellos no habrá júbilo tumultuoso, ni
bromas groseras; pues la religión de Jesús da paz como un río. (pág. 108)
Alguien que reprime
tendencias propias podría convertirse en reprimido, tendrá tanta paz como un
río torrentoso. Los que le hagan caso a la autora, por dentro serán
tumultuosos, pero por fuera tendrán apariencia pacífica y calma.
Algunos podrán corregirse,
depende de la persona, de su educación o de incluso sus capacidades. Pero
otros, en vez de corregir los errores los reprimirán, eso asegurará su
permanencia y le dará al reprimido la idea de haberse superado, cuando en
realidad ha sido manipulado para que actúe compulsivamente como se espera de
ellos. La enseñanza del párrafo es enfermiza, tanto en lo espiritual como en lo
mental.
El párrafo da a entender que
Cristo reprimía partes no correctas de su carácter, después insta a hacer lo
mismo. Eso demuestra que la autora tenía una imagen de Cristo totalmente falsa.
Por otra parte, la idea
general es contradictoria: Si la religión de Jesús da paz como un río, ¿por que
habría necesidad de reprimir alguna inconsiderada liviandad? Se supone que esos
júbilos tumultos y las bromas groseras no existirían.
Párrafo 2
El Hijo inmaculado de Dios tomó sobre sí la carga del
pecado. El que había sido uno con Dios, sintió en su alma la terrible
separación que hace el pecado entre Dios y el hombre. Esto arrancó de sus
labios el angustioso clamor: "¡Dios mío! ¡Dios mío! ¿Por qué me has
desamparado?" La carga del pecado, el conocimiento de su terrible
enormidad y de la separación que causa entre el alma y Dios, quebrantó el
corazón del Hijo de Dios. (pág. 10)
La
autora subestima a Cristo a tal punto de decir que Él no conocía la enormidad
del pecado antes de la cruz. De ser verdad eso, habría que darles la razón a
los fariseos, ellos no entendían por qué Cristo perdonaba con tanta facilidad
los pecados de algunas personas. Era verdad que el ingenuo no tenía ni idea de
lo que hacía.
Hasta
puede uno imaginarse a los que le condenaron a Cristo, diciéndole: ¿has
entendido ahora lo que se siente?
Que
lastima que a nadie se le ocurrió preguntarle en ese momento, que opinaba
entonces de amar al enemigo. ¿No habrá sido un mandamiento dicho desde la
ignorancia y el total desconocimiento?
Cuando
Cristo dijo: el hijo del hombre no tiene donde recostar la cabeza, alguien
tenía que haberle dicho que no se quejara tanto, todavía no sabía lo que era el
verdadero sufrimiento humano.
Pareciera
ser que el salmista y todos los que pudieron interpretar lo que está escrito en
la biblia fueron más sabios que Cristo, porque recién cuando se estaba muriendo
entendió lo que dice el salmo 22. Es posible que cada vez que Cristo leía ese
salmo, se dijera: que linda poesía, aunque no se entienda. Peor aún, pudo haber
leído ese salmo y haber creído que sí, lo había entendido.
Bueno,
más vale tarde que nunca.
Párrafo 3
Tal amor es incomparable. ¡Hijos del Rey celestial! ¡Promesa
preciosa! ¡Tema para la más profunda meditación! ¡El incomparable amor de Dios
para con un mundo que no lo amaba! (pag12)
Amor incomparable…
Pongámonos en perfecta relación con Aquel que nos ha amado
con estupendo
amor. (Pág. 17)
Todo
adjetivo calificativo, es resultado de una comparación. La autora dice que el
amor de Dios es incomparable, entonces si realmente es incomparable, cualquier
calificativo lo desvaloriza.
“Estupendo amor”
se contradice con “amor incomparable”.
El corazón de Dios suspira por sus hijos terrenales con un amor
más
fuerte que la muerte. (pág. 17)
El está solicitando por su tierno amor los corazones de sus
hijos errados. (pág. 31)
“Más fuerte”
“Tierno amor”,
se contradicen con “incomparable”.
El único propósito que tiene la autora de calificar de maneras elogiosas
al amor de Dios es, aunque parezca patético, elogiarse ella misma, para ganar
la apariencia de buena cristiana y admiradora de Dios.
Párrafo 4
El hombre estaba dotado originalmente de facultades nobles y
de un entendimiento bien equilibrado. Era perfecto y estaba en armonía con
Dios. Sus pensamientos eran puros, sus designios santos. Pero por la
desobediencia, sus facultades se pervirtieron y el egoísmo sustituyó al amor.
(pág. 13)
El
hombre original estaba en armonía con Dios, el resto es una serie de disparates
inventadas por la autora.
El
egoísmo no es substituto del amor como asegura la autora, es substituto de la
humildad.
¿Por
qué creía la autora que el egoísmo substituyó al amor? Es posible amar a las
riquezas y a la vez ser egoísta. Se puede amar a los hijos y ser egoísta, se
puede amar sólo a los que nos aman y a la vez ser egoísta, etc.
Aparenta
ser un error sin importancia, pero no lo es. Cualquier error cometido por
alguien que predica es, en realidad, una artimaña.
En
los siguientes párrafos de la misma autora, se puede ver que el egoísmo y el
amor conviven sin substituirse.
“Cuando el alma se
conmueve de esta manera, odia el egoísmo, aborrece el amor propio”.
(El camino a Cristo pág. 25)
“Y muchos hacen su vida
desgraciada por el egoísmo y su amor a la comodidad”.
(Mensajes para los jóvenes pág. 200)
El error que comete el párrafo es una evidencia más de lo tergiversado
que tenía la autora el significado de la humildad. En otros escritos llegó al
extremo de declarar que Cristo era humilde por no mostrarse tal cual era.
“Al revestir su
divinidad con humanidad, Jesús mostró humildad y condescendencia” (A fin de
conocerle, Pág. 58)
“Al asumir la
humanidad, Cristo ocultó su divinidad” (Alza tus ojos,
pág. 88)
Por otra parte, el párrafo se contradice. La autora dice que el hombre
tenía pensamientos puros, luego dice que la desobediencia fue la perversión. ¿Que
tan puros pueden ser los pensamientos de alguien que desobedece a Dios?
Sin embargo, la autora puede
que haya dicho algo correcto, “el entendimiento bien equilibrado”. Ese pudo
haber sido la debilidad del hombre, porque con sólo poner un elemento que lo
desequilibre ya se lograba confundirle. Es posible que Satanás supiera eso y lo
utilizara.
Párrafo 5
Cuando Satanás viene a decirte que eres un gran pecador, mira a tu
Redentor y habla de sus méritos. Lo que te ayudará será el mirar su luz. Reconoce
tu pecado, pero di al enemigo que "Cristo Jesús vino al mundo para salvar
a los pecadores" (1 Timoteo 1: 15) (pág. 31)
“Satanás viene a decirte
que eres un gran pecador”
“Reconoce tu pecado”
¿Cómo puede ser que un cristiano crea correcto hacerle caso a Satanás?
“Reconoce tu pecado”:
quiere decir que Satanás vino a decir una verdad.
Entonces Elena de White aconseja:
¡escuchar y creerle a Satanás!
Ahora resulta ser que Satanás
ya no es un mentiroso, para colmo, llama al arrepentimiento. Que buen sacerdote
resultó ser Satanás, más de uno querrá tener esa capacidad, hacer que el
pecador confiese. Muchos sacerdotes pueden escuchar una confesión y guiar al
arrepentido en la tarea de enmendar sus errores y sus dudas, pero lo que
Satanás logra es admirable. Casi sin ninguna estrategia, ¡Bum! el acusado
confiesa.
Pareciera que la autora era
devota de San Satanás.
Párrafo 6
El amor es
de Dios, no puede producirlo u originarlo el corazón inconverso. Se encuentra
solamente en el corazón donde Cristo reina. (pág. 52)
Lo que dice el párrafo no es
verdad, porque el amor se encuentra también en corazones donde Cristo no reina.
El párrafo, así dicho, da a entender que los conversos generan ellos mismos el
amor de Dios en sus corazones.
Los que están de acuerdo con
la autora, seguramente presumen de poseer o incluso de difundir el amor de
Dios, como si fuera que no fue Dios quien les ha dado ese don.
Hay demagogia en ese párrafo,
porque elogia a los miembros de su iglesia para hacerles creer que están en un
lugar donde Cristo reina y tienen el amor de Dios en sus corazones. Eso se
logra juzgando a los demás y denunciando que los otros no lo tienen.
Pero no se engañen. El amor
es de Dios, no lo generan los conversos.
Los incrédulos no lo saben,
pero el amor de Dios también mora en ellos. Los cristianos deberían enseñarles
eso y mostrarles cómo se usa ese amor, dando el ejemplo, explicándoles o
amándoles. Pero por lo visto, Elena de White y sus adeptos tampoco lo saben.
Párrafo 7
(En la
biblia) Las grandes verdades necesarias para la salvación están presentadas con
tanta
claridad como la luz del mediodía; y nadie equivocará o perderá el
camino, salvo los que sigan su juicio privado en vez de la voluntad divina tan
claramente revelada. (pág. 79)
Si eso fuera verdad, entonces
no habría iglesias bíblicas engañadas. ¿No creía la autora en el engaño? ¿De
verdad creía la autora que la falla de los engañados era no leer la biblia?
Si lo que dice el párrafo
fuera verdad, el espíritu del anti Cristo, los falsos profetas y los falsos
cristos no existirían o no engañarían a nadie que leyera la biblia.
Negar la existencia del
engaño es algo muy reiterativo, casi constante en los escritos de Elena de
White. Los cristianos engañados que crean lo que dice el párrafo seguirán
engañados, creerán haber entendido todo lo que dice la biblia, pues allí está
todo clarito.
Nadie equivocara el camino excepto
los que hagan un juicio privado, dice la autora. ¿En qué parte de la biblia
dice todo eso? Porque si no lo dice, entonces en la biblia no está todo claro.
Los equivocados leen la
biblia con una actitud equivocada, no conocen la voluntad divina, pero según la
autora, la biblia no es capaz de enmendar ese error. ¿Qué clase de clara
revelación vio la autora en la biblia?
Al final parece que la biblia
de claridad no tiene nada, menos todavía cuando se trata de revelaciones.
Otra vez, el contraste
engañoso propio de Elena de White, es aquí utilizado para engañar. Se denuncia
como erróneo el “juicio privado”, entonces el lector asume que su opuesto, es
decir, el juicio público o juicio hecho por otros, es el verdadero camino. Así
aprenderá a confiar casi en todo lo que se enseñe en su iglesia.
Pues ese es precisamente el
motivo de la existencia de tanta gente engañada por falsos profetas, falsos
cristos y falsos predicadores.
El que ha buscado en la
biblia una verdad y la halló clara como la luz del mediodía, sepa que está
engañado, porque sólo encontró un respaldo a sus ideas preconcebidas.
Párrafo 8
Un pasaje
estudiado hasta que su significado nos parezca claro y evidentes sus relaciones
con el plan de la salvación, es de mucho más valor que la lectura de muchos
Capítulos sin un propósito determinado
y sin obtener ninguna instrucción positiva. (pág. 80)
Este párrafo sigue con la
misma mentalidad del anterior. De hecho confirma el error que comete.
¿Cómo puede un hombre buscar en
la biblia, claridad en las evidentes relaciones con el plan de la salvación y a
la vez instruirse de algo que es revelación de Dios? ¿De donde sacará la
sabiduría para esos propósitos? ¿En qué parte de la biblia dice que es eso lo
que tiene que hacer o buscar? No está en ninguna parte.
“Hasta que su significado nos parezca claro”, significa: hasta que quedemos
convencidos de que las enseñanzas engañosas de la autora son verdaderas.
La persona que tuviera ideas
engañosas en lo que se refiere a la doctrina cristiana, si utiliza el método de
la autora, encontrará en la biblia todo lo que necesita para confirmar esas
ideas.
Hay gente que no cree en Dios
y eventualmente lee la biblia para verificar que su incredulidad está bien
fundada. Ese tampoco encontrará la verdad y eso que tenía un propósito
determinado.
Alguien que lee la biblia con
el propósito determinado de demostrar que sus palabras no tienen ninguna
relación con el plan de salvación, también encontrará con claridad ese
resultado.
Esa característica es propia
de la biblia, así, las personas que la estudien con el propósito de juzgarla y
hallar verdades, encuentren ambigüedades. Eso es porque el humano no tiene la
capacidad hacer ese juicio.
Estudiar la biblia hasta que
su significado nos parezca claro, es la peor enseñanza que ha hecho la autora
en todos sus escritos. Esa es la base de todas las doctrinas engañosas.
Hay una forma correcta, la
única forma, la que Cristo enseñó. Está en la biblia, pero los adventistas no
parecen haber entendido esa enseñanza, y eso que aseguran que está todo bien
claro.
Los siguientes párrafos
bíblicos no dicen nada acerca de escuchar sus palabras o leer un pasaje y estudiarlo hasta
que su significado nos parezca claro, dice: escuchar sus palabras y ponerlas en
práctica.
“Muchos me dirán en aquel día: ``Señor, Señor, ¿no
profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu
nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: ``Jamás os conocí; apartaos
de mí, los que practicáis la iniquidad. Por tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone
en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca”
(Mateo 7: 22-24)
“Todo el que viene a mí y oye mis palabras y las pone en
práctica, os mostraré a quién es semejante: es semejante a un hombre que al
edificar una casa, cavó hondo y echó cimiento sobre la roca; y cuando vino una
inundación, el torrente dio con fuerza contra aquella casa, pero no pudo
moverla porque había sido bien construida”. (Lucas 6: 47-48)
“Sed hacedores de la
palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos”. (Santiago 1:22)
Párrafo 9
(El hombre) Fue hecho cautivo por Satanás, y hubiera
permanecido así para siempre si Dios no hubiese intervenido de
una manera especial. (pág. 13)
Esa es una conjetura absurda y anti bíblica. Además se
contradice con otros párrafos del mismo libro. Por ejemplo los siguientes:
“Nada menos que el infinito sacrificio hecho por Cristo en
favor del hombre caído podía expresar el amor del Padre hacia la perdida
humanidad”. (pág. 11)
"Romperse puede
todo lazo humano, Separarse el hermano del hermano, Olvidarse la madre de sus
hijos, Variar los astros sus senderos fijos; Mas ciertamente nunca cambiará El amor providente de Jehová". (Pág. 12)
Si Dios no
hubiese intervenido…
¿Cómo puede alguien que habla del “infinito sacrificio” de Dios, decir que pudiera no haber
intervenido?
El sacrificio de Dios es infinito, su amor es infinito, y su
intervención por la humanidad fue por amor, entonces: ¿donde está la fisura en
la eternidad del amor y sacrificio de Dios en donde pudiera hacerse una
conjetura como la del párrafo? A juzgar por lo dicho en la biblia se concluye
que Dios nunca hubiese dejado de intervenir.
“Porque de tal
manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16)
“Hubiera permanecido así para siempre”. Pareciera que es una frase
dicha por Satanás en persona. Él es el más interesado en hacer creer a los hombres que vivir sin comunión con Dios es
algo aceptable. Pero no termina allí, Satanás también dice: “si no hubiera intervenido” “de manera
especial”. Eso quiere decir que hasta Dios mismo considera como una
posibilidad válida vivir sin esa comunión.
La creencia de que es posible
y válido para los hombres y para Dios vivir sin estar en comunión con Él, es lo
que la serpiente le hiso creer a Eva. Es lo que les hace creer Elena de White a
sus seguidores.
Párrafo 10
Cuando
Satanás os tiente, no salga de vosotros ninguna palabra de duda o tinieblas. Si
elegís abrir la puerta a sus sugestiones, se llenará vuestra mente de
desconfianza y rebelión. Si habláis de vuestros sentimientos, cada duda que
expreséis no reaccionará solamente sobre vosotros, sino que será una semilla
que germinará y dará fruto en la vida de otros, y tal vez sea imposible
contrarrestar la influencia de vuestras palabras. (pág. 107)
¿Callar la duda y no hablar
de los sentimientos?
El asunto aquí es muy puntual
y la pregunta es inevitable: ¿Cómo saber que es Satanás el que nos tienta y nos
hace sugestiones? De tener esa certeza, ya no tendríamos dudas que expresar, ni
mucho que decir.
La situación es asombrosa, al
parecer los seguidores de Elena de White son cristianos tan eficientes que pueden
tener dudas y al mismo tiempo tener la absoluta certeza de que profesan la
doctrina verdadera. De otra manera no se explica cómo hacen para tener dudas y
a la vez no abrirle las puertas a Satanás.
Tienen dudas pero al mismo
tiempo tienen la certeza que es Satanás el que les está poniendo esa duda.
Tienen dudas y certezas simultáneas sobre un mismo asunto. Saben diferenciar
perfectamente cuando las sugestiones vienen de Satanás y cuando de Dios. No
solamente eso, sino que son tan libres, que hasta pueden elegir hacerle caso o
no a Satanás. ¿A eso le llaman tener dudas?
Para Elena de White, como
siempre, el engaño no existe.
La duda no siempre viene de
Satanás, ese es el error que comete el párrafo. La desconfianza no siempre es
mala. Las sugestiones podrían ser confundidas con una presunción de falsedad,
siendo esa presunción necesaria a veces, sobre todo cuando uno profesa sin
saber, una doctrina errónea, o cree en un cristo falso.
La duda es un puente entre la
verdad y la mentira. Alguien que está engañado y duda, pues está entonces en el
buen camino. Pero si no las manifiesta, jamás cambiará de postura, tampoco
encontrará a nadie que le muestre le verdad.
La duda está justamente
cuando no se sabe con certeza cuando la sugestión es de Dios o cuando es de
Satanás. No es posible, por lo tanto, poner en práctica esos concejos, a no ser
que esté uno engañado.
El mismo párrafo engaña,
porque hace creer que hablar de las dudas y abrirle la puerta a Satanás, son la
misma cosa. Si se calla, Satanás no puede entrar, pero si se habla entra. ¿De
dónde habrá sacado esa idea la autora?
¿Esa enseñanza viene de Dios,
es bíblica? No, porque resulta que la biblia no cometería un error tan grande y
a la vez tan infantil.
¿Que pasaría si todas las
doctrinas falsas o aun los escépticos hicieran lo que el párrafo enseña? Sería
el fin de toda posibilidad de seguir evangelizando.
Los cristianos que hagan caso
a ese párrafo esperarán que los engañados no lo hagan, de otra manera no
podrían tener éxito, ni evangelizar.
De hecho muchas doctrinas
enseñan eso, esa es la razón por la cual es difícil hacerles ver la verdad a
todos los que tienen una doctrina engañosa o errónea. Aquí se puede ver que los
que creen en Elena de White son iguales.
Párrafo 11
Más puede
ser que otros que hayan sido dominados por vuestra influencia, no puedan
escapar de la incredulidad que hayáis insinuado. ¡Cuanto importa que hablemos
solamente las cosas que den fuerza espiritual y vida! (pág. 107)
Lo que aquí dice es una
continuación del párrafo anterior pero aun peor, porque insta a los que tienen
dudas a que salgan a evangelizar y ¡prediquen con palabras que den fuerza
espiritual!
Si leemos todo el contexto en
el que están esos párrafos, vemos que el párrafo está dirigido a esos que,
eventualmente, dudan del amor de Dios. Aun así, según la autora, deben salir a
alentar a otros.
Otra vez surge la misma
pregunta. ¿Esa idea viene de Dios? ¿No sabía la autora que hay cristos y dioses
falsos? Si hacen caso al párrafo, las iglesias engañadas estarán más seguras
que nunca de su posición, porque ahora incluso tienen permiso divino para
evangelizar.
Pidamos a Dios que nos libre
de ese tipo de predicadores, porque ya son demasiados.
Párrafo 12
Los ángeles
están atentos para oír qué clase de informe dais al mundo acerca de
vuestro Señor. Conversad de Aquel que vive para interceder por nosotros ante el
Padre. Esté la alabanza de Dios en vuestros labios y corazones cuando
estrechéis la mano de un amigo. Esto atraerá sus pensamientos a Jesús. (pág.
107)
Este párrafo es la
continuación de los dos anteriores.
Para lograr hacer esa tarea
evangelizadora que allí se solicita, primero habría que aceptar a Cristo, quien
nos hará libres. Una vez libres podremos elegir que decir, que callar, etc.
Pero el párrafo enseña todo
lo opuesto. Se insta a que, por razón de la auditoria o vigilancia de los
ángeles tendríamos que cuidar lo que expresamos, eso es todavía peor que los
otros dos párrafos anteriores, porque en vez de enseñar a vivir en libertad,
muestra que estamos siendo inspeccionados.
La persona a la que está
dirigida el párrafo duda del amor de Dios y sus promesas, pero la autora asume
que tiene la certeza de la presencia de los ángeles y su auditoría, ¿será tan
selectiva la duda?
Los que así evangelizan, deberían
saber que los ángeles saben identificar a los hipócritas. ¡Jamás! hablen de
Cristo si tienen dudas. Esa es una forma de engañar y engañarse. Imagínense, un
predicador tratando de atraer a otros a una doctrina que ni él cree con
certeza. Las dudas están para sacárselas, no para ignorarlas o huir de ellas.
Tampoco intenten ganarse la
aprobación de los ángeles como una forma de ganarse el cielo, menos todavía de
esos ángeles, que seguramente son de esos ineptos a los que la autora siempre
recurría cuando quería meter culpa.
Párrafo 13
Mas es la
obra de Satanás pervertir las facultades de investigación del entendimiento. Cierto orgullo se mezcla en la
consideración de la verdad bíblica, de modo que cuando los hombres no pueden
explicar todas sus partes como quieren, se impacientan y se sienten derrotados.
Es para ellos demasiado humillante
reconocer que no pueden entender las palabras inspiradas. (Pág. 97)
Elena de White ha demostrado
a través de sus escritos tener devoción por el orden, una especie de neurosis
espiritual. Este párrafo es un ejemplo más de ello. Los hombres que allí
aparecen tienen las facultades pervertidas por Satanás, además de eso son
orgullosos, finalmente se sienten derrotados como resultado de su impaciencia.
El orden está intacto en la situación que allí se plantea, esos hombres no
podrán jamás ser cristianos, dice la autora. La iglesia adventista, tan querida
por sus miembros, estará libre de hombres como esos.
Debería haber dicho:
Menos mal que esos orgullosos
son impacientes, peor sería que perseveren hasta conseguir lo que quieren, la
iglesia se llenaría de orgullosos.
Menos mal que esos
impacientes son orgullosos, peor sería que tengan la humildad necesaria para confesar
que la biblia enseña verdades que no pueden explicar, la iglesia se llenaría de
impacientes.
Pero lamentablemente la
situación no está siempre tan ordenada, porque sí existen esos hombres
orgullosos pero con mucha paciencia. También hay hombres sin ese orgullo pero
que, a la vez, no tienen nada de paciencia.
El párrafo dice: “Es para ellos demasiado humillante
reconocer que no pueden entender las palabras inspiradas”. Justamente, es
por eso que no lo reconocen, desistir sería reconocerlo.
El orgullo de un cristiano,
que no es una forma más de soberbia, le lleva a perseverar en el estudio de la
biblia hasta tener la certeza de que la doctrina que posee desde nacimiento, o
que ha decidido aceptar de grande, es verdadera.
Presentar a una persona
orgullosa y derrotada es una situación perfecta para la autora y provechosa
para mantener el orden en su iglesia. Sin embargo no lo presenta así, lo
muestra como si Satanás hubiera triunfado. Esa es una verdad a medias, típico
de Elena de White, porque Satanás triunfa cuando una persona orgullosa sí logra
interpretar la biblia como él quiere.
La situación es comparable
con lo siguiente, también escrito por la misma autora.
“No es un decreto arbitrario de parte de Dios el que excluye del cielo a
los malvados: ellos mismos se han cerrado las puertas por su propia ineptitud
para aquella compañía”. (pág. 14)
Ya que Dios iba a decretar
algo ¿Por qué no decretó que sí, puedan entrar al cielo? Porque así como está
la situación, pareciera que los malvados no pueden entrar al cielo porque Dios
y su decreto han triunfado.
El hecho de que un pecador no
pueda entrar al cielo ¿No es triunfo de Satanás? Si, entonces ¿es gracias al
decreto de Dios que Satanás triunfa? Es absurdo siquiera plantear eso.
La situación es la misma con
lo dicho en este párrafo, porque la biblia está hecha para que los orgullosos
no la entiendan, entonces, cuando un orgulloso no la entiende ¿es triunfo de
Satanás o es triunfo de la biblia?
Hay una ambigüedad allí, pero
también hay una constante: la búsqueda de un culpable, la ambigüedad aparece
cada vez que se lo encuentra. Nótese que la autora dice: “ellos mismos se han cerrado las puertas”, es decir que ha
encontrado a los culpables.
El párrafo principal dice: “es la obra de Satanás pervertir las
facultades de investigación”, allí también ha hallado al culpable.
¿No es acaso Satanás el que
ciega a los pecadores, los débiles, los sensuales y egoístas? ¿O es Cristo el
que les niega devolverles la vista?
Entonces, ¿Dónde está la
falla? Está en juzgar y hallar un culpable. Juzgar es la falla, eso no deber
hacerse.
Toda esa enseñanza tiene un
propósito, engañar. Exhorta a esos hombres, pervertidos sus entendimientos por
Satanás, a que perseveren en el estudio de la biblia hasta que puedan
explicarla como ellos quieran, insta a perseverar hasta lograrlo, sólo para no
darle el gusto a Satanás. Una vez logrado eso, se les atribuye la victoria, en
contraste con aquellos otros impacientes que no pudieron. La iglesia
adventista, puede que ya esté llena de gente así.
A esos hombres que tienen
pervertido el entendimiento, con sólo quitarle uno de los dos atributos que la
autora le ha puesto, a saber: orgullo o impaciencia, se logra desordenar toda
la situación. Eso sería una pesadilla para la autora pues la verdadera victoria
de Satanás quedaría expuesta.
El párrafo es uno de esos
párrafos lindos para modificar, a fin de que toda la verdad sea dicha y no sólo
la parte que la autora quería hacer creer.
Modificando levemente el
párrafo se arregla todo el error cometido por la autora.
Los siguientes son
modificaciones del mismo párrafo, quedarían así:
“Mas es la obra de Satanás pervertir las facultades de
investigación del entendimiento. Cierto orgullo se mezcla en la consideración
de la verdad bíblica, de modo que cuando los hombres llegan a explicar todas
sus partes como ellos quieren, se satisfacen y se sienten victoriosos. Sería
para ellos demasiado humillante tener que reconocer que no pueden entender las
palabras inspiradas”.
“Mas es la obra de Satanás pervertir las facultades de
investigación del entendimiento. Esa perversión se mezcla en la consideración de la verdad bíblica, de modo que
cuando los hombres no pueden explicar todas sus partes como ellos quieren,
perseveran hasta lograrlo. Sería para ellos demasiado humillante admitir que no
pueden entender las palabras inspiradas”.
“Mas es la obra de Satanás pervertir las facultades de
investigación del entendimiento. Cierta soberbia se mezcla en la consideración
de la verdad bíblica, de modo que cuando los hombres pueden explicar todas sus
partes como quieren, se satisfacen y se sienten victoriosos. Es para ellos imposible
reconocer que haya personas que no pueden entender las palabras inspiradas.
Párrafo 14
El Redentor del mundo acepta a los hombres tales como son,
con todas sus necesidades, imperfecciones y debilidades; y no solamente los
limpiará de pecado y les concederá redención por su sangre, sino que satisfará
el anhelo de todos los que consientan en llevar su yugo y su carga. Es su
designio impartir paz y descanso a todos los que acudan a él en busca del pan
de la vida. Solamente demanda de nosotros que cumplamos los deberes que
guíen nuestros pasos a las alturas de la felicidad, a las cuales los
desobedientes nunca pueden llegar. (pág.41 y 42)
El párrafo se contradice con otros escritos de la misma autora, por
ejemplo el siguiente:
“No se den por satisfechos con alcanzar un bajo nivel. No
somos lo que podríamos ser, ni lo que Dios quiere que seamos”. (Mensajes para los jóvenes pag.190)
Acepta a los hombres
tales como son…
Para los que quieren saber cuales son esos deberes de los que habla el
párrafo, aquí hay algunos ejemplos extraídos del libro: Mensajes para los
jóvenes, de Elena de White.
Solamente demanda de
nosotros que cumplamos los deberes…
Estos son los deberes:
“ser cristianos en
nuestra manera de vestir y conversar” (pág. 344)
“preocuparse en hacer a
los padres felices” (pág. 333)
“desarrollar las
facultades racionales hasta la sumo” (pág. 190)
“dominar los pensamientos
con esfuerzo concienzudo y aun severo” (pág. 73)
“hacer esfuerzo por
ayudarse a uno mismo” (pág. 51)
“hacer sacrificios
huyendo de lugares de diversión mundanal” (pág. 374)
“hacer frente fielmente a
las pesadas responsabilidades que descansan sobre nosotros” (pág. 36)
“desarrollar un carácter
noble sosteniendo rudas y severas batallas contra el yo”. (pág. 97)
¿No había dicho la autora que Dios nos aceptaba tal cual éramos y que
era su designio darnos paz y descanso?
Elena de White también enseña lo que no hay que hacer y también
podríamos hacer una lista. Según la autora, las siguientes actividades son
condenadas por el cielo, por los tanto debemos evitarlas.
debemos evitar:
“pensar que ya hemos
aprendido bastante” (pág. 191)
“cejar en los esfuerzos”
(pág. 191)
“imaginar
cosas vanas” (pág. 74)
“darnos por satisfechos
con alcanzar un bajo nivel” (pág. 190)
“escuchar música rítmica
propia de un salón de baile”. (pág. 293)
“asistir
a reuniones para comer y beber con cantos y música de instrumentos” (pág. 380)
“intemperantes hábitos de
lectura” (pág. 279)
“intemperancia en la
comida y la bebida” (pág. 279)
“deportes, veladas y
entretenimientos musicales, tal como se desarrollan habitualmente”. (pág. 388)
“el baile, los naipes, el
ajedrez, las damas, etc.”. (pág. 390)
“el teatro, la sala de
billar y salones donde se juega bolos” (pág. 396)
“murmurar ante las
pruebas y privaciones” (pág. 78)
“conversaciones
sobre asuntos mundanos”. (pág. 131)
“Las partidas de placer”
(pág. 380)
“picnics y otras
reuniones de placer” (pág. 373)