sábado, 7 de septiembre de 2024

Niveles elevados. Enseñanzas del libro: Mensajes para los jóvenes

Los siguientes párrafos pertenecen al libro: Mensajes para los jóvenes, escrito por Elena de White, profeta de la iglesia adventista del séptimo día.

 

1 Elevado destino

 

En ese libro hay cientos de párrafos con el mismo mensaje: elevarse, levantar el nivel, llegar a lo más alto, etc. Sin embargo, nada de lo que dicen esos mensajes tienen algún fundamento válido para decir que Dios así lo requiere, o que son llamados a hacerlo.

Por ejemplo, los siguientes:

 

Dios te ha dado la oportunidad de cumplir un elevado destino” (pág. 18)

¡Ojalá los jóvenes apreciasen el elevado destino al cual son llamados!” (pág. 19)

La causa de Dios requiere las facultades más elevadas del ser, y en muchos campos hay necesidad urgente de jóvenes que tengan aptitudes literarias”. (pág. 19)

 

2 Principios puros y elevados

 

Hay jóvenes que sólo tienen aptitudes comunes, y sin embargo, mediante la educación y la disciplina, con maestros que actúen de acuerdo con principios puros y elevados, pueden salir del proceso de preparación aptos para ocupar algún puesto de confianza al cual Dios los ha llamado. Pero hay jóvenes que fracasarán porque no han resuelto vencer las inclinaciones naturales y no están dispuestos a prestar oídos a la voz de Dios registrada en su Palabra. No han levantado alrededor de su alma barricadas contra las tentaciones ni han resuelto cumplir con su deber, a todo riesgo”. (pág. 27)

 

El párrafo pareciera estar aportando la solución a un problema, pero en realidad solo está detallándolo. Resumidamente dice: los que no aprenden, es porque no han resuelto vencer las inclinaciones.

Esa disciplina que menciona, está justamente para lidiar con esa parte, con la voluntad y el comportamiento. Pero no ha logrado su propósito ni siquiera con los mejores maestros con principios puros y elevados. Debe ser por eso que la autora quiso señalar dónde estaba el problema.

También dice que no han escuchado la voz de Dios registrada en su palabra, pero no menciona algún párrafo bíblico para saber qué dice esa voz. En todos sus escritos, la autora siempre usa párrafos bíblicos para apoyar sus dichos, pero justo cuando está especificando, no lo hace.

Entonces, no han aprobado los estudios porque no le hacen caso a lo que dice la biblia. ¿De verdad? Debería haberlo pensado mejor antes de decir algo así. O mejor aún, les hubiera dicho que se pongan a estudiar y listo, así resolvía todos esos problemas al mismo tiempo.

Hay una explicación, la autora solo estaba utilizando uno de sus métodos más frecuentes para persuadir: reprochar a los ausentes, es decir a los que fracasaron, para que los presentes crean que cuando aprueban los estudios, es porque han escuchado la voz de Dios.

En cambio los otros no lo han logrado, porque no han puesto barricadas para cumplir con el deber “a todo riesgo”, dice la autora que al parecer vivía en un barrio de alta inseguridad. Entonces, deber ser por eso que fracasan, porque no se puede poner barricadas y al mismo tiempo estar a todo riesgo.

Los que está costando un poco, es creer que los otros lo hayan hecho. Todo indica que lo único que hicieron fue aprobar los estudios.

 

3 Norma elevada

 

Pesan sobre la juventud graves responsabilidades”. (pág. 38)

Si los jóvenes quieren consagrar su mente y corazón al servicio de Dios, alcanzarán una elevada norma de eficiencia y utilidad. Es ésta la norma que el Señor espera que los jóvenes alcancen. Hacer menos que esto es rehusarse a sacar el mayor provecho de las oportunidades dadas por Dios. Esto será considerado como traición a Dios, como dejar de trabajar para el bien de la humanidad”. (pág. 38)

 

En otras palabras, si no sirven a Dios de corazón, serán considerados traidores. Eso más que amenaza parece un despropósito, porque hay quienes terminarán creyendo que sirven a Dios de corazón, cuando en realidad, es por la culpa que sentirían de ser llamados traidores, o por miedo al castigo futuro, al cual de seguro temen de todo corazón.

Dios le da oportunidades a quien la desperdicia dice la autora, pero entonces está colaborando con la situación, hace la otra mitad.

Mala combinación, el uno desperdicia la oportunidad por no estar capacitado y el otro le da oportunidad justo a ese, habiendo tantos que quieren aprender y no tienen la más remota posibilidad.

Alguno de esos pudiera estar considerando traidor a Dios ahora, por darles oportunidades a los ineptos.

Otros incluso dirán: histérico, les da oportunidades a los que no las quieren, solo falta que fuera a rescatar a los que no quieren ser rescatados, mientas deja a los que se mueren de ganas por aprovechar esas oportunidades, que se arreglen como puedan.

También en el párrafo anterior, Dios había llamado a estudiar en una escuela que tenía los mejores maestros, a quienes ni siquiera estaban dispuestos. No hay nada que hacer, tiene razón la autora, debería ser considerado traición.

Acá hay una situación a plantear: cuando los padres le dan oportunidades a sus hijos que estos desperdician. Por ejemplo, les dejan como herencia una empresa que, por ineficiencia, se funde. Sabemos que Dios les hallará traidores a esos hijos, pero ¿qué pasará con los padres, no serán acusados de, tal vez, negligencia?

Porque esto es igual que antes, pareciera que Dios no sabía que no tenía que darle oportunidades a padres negligentes.

Pero supongamos que el hijo aprovechó las oportunidades recibidas y se convirtió en un exitoso empresario. O aprobó los estudios por haber sabido elevar sus niveles de eficiencia y utilidad. Seguramente también estará disfrutando de los beneficios económicos de su oficio.

Todo eso mientras los pobres tienen que salir a trabajar para comer, ni ellos ni sus hijos van a poder levantar mucho sus niveles como Dios espera. Sus hijos apenas irán a la escuela si tiene suerte, o si sobreviven.

Eso quiere decir que, con tan solo no traicionar a Dios, ya se logran todo tipo de injusticias y desigualdades sociales.

Entonces, Ud., que se moría de ganas de ser algo más en la vida, pero que tuvo que ir a trabajar para comer, sepa que Dios no tiene nada en su contra. Continúe con lo suyo tranquilo, las oportunidades a desperdiciar, se las va a dar a los traidores.

A Ud., que ahora es director de una gran empresa que ha heredado, sepa que los pobres niños que no tienen ropa ni para ir a la escuela, no existen por su culpa. Siga aprovechando las oportunidades que Dios le dio, lo importante es no haberle traicionado, Él sabrá por qué hay injusticias en el mundo.

 

4 Propósitos elevados

 

Si dedican al placer y las diversiones la preciosa mente que debería ser fortalecida por un propósito elevado y noble, degradan las facultades que Dios les ha dado y se hacen culpables a su vista, porque no mejoran sus talentos mediante un uso sabio”. (pág. 39)

 

Antes había dicho traición, ahora directamente habla de culpa. ¿Así sirven a Dios de corazón? Antes también dijo:

 

consagrar su mente y corazón al servicio de Dios”

 

Entonces, sirven a Dios de corazón, porque están seguros que serán hallados culpables si no lo hicieran.

La parábola del hijo prodigo podría no estar de acuerdo con este párrafo. El hijo que se fue, se dedicó al placer y diversiones y no fue hallado “culpable” a la vista de su padre. El otro hijo, el que no se fue, no se consagró al placer ni a las diversiones y aun así, no entendió la verdadera mentalidad de su padre. Casualmente, él sí halló culpable al hermano.

En este párrafo la idea es la misma de las anteriores. Dios les da talentos a los que tienen todo, pero se la pasan divirtiéndose. Vaya talentos, ni siquiera sirven para evitar degradar las facultades.

Claro está que seguramente no todos son así, hay quienes aprovechan las facultades y hacen cosas buenas. Y el resto, que haga lo que pueda.

 

5 Habilidades fortalecidas

 

Hay jóvenes que tienen cierta clase de habilidad, reconocida y admirada por sus relaciones, pero esta habilidad no está santificada. No está fortalecida y solidificada por las gracias y las pruebas de la experiencia, y Dios no puede usarla para beneficiar a la humanidad y glorificar su nombre. Bajo la máscara de la piedad, usan sus facultades para erigir normas falsas, y los inconversos lo consideran como excusa para seguir su errónea conducta, Satanás los induce a divertir a sus compañeros con su tontería y así llamada agudeza. Todo lo que emprenden tiende a la vulgaridad, porque se hallan bajo el control del tentador, quien dirige y modela sus caracteres a fin de que hagan su obra”. (pág. 40)

 

Otra vez las diversiones. Aunque la autora no explica la razón de por qué insiste tanto con lo mismo, podría ser resultado de un resentimiento de larga data que quería sacárselo de encima apuntándoles a los demás, sin mucho éxito.

La situación es así: cada vez que hay que triunfar depende de cada uno, tienen que estar dispuestos, etc. Pero ni bien aparece uno que no está santificado contamina a todos.

Los inconversos consideran como excusa seguir a los otros, dice la autora. Pero esos no necesitan excusas, lo que sea que hagan será porque todavía no saben bien que tienen que hacer.

Además, si en una iglesia llaman “conversos”, a los que tienen máscara de piedad y han erigido normas falsas, tendrían que revisar los parámetros que están utilizado para calificarlos, porque esos también son inconversos.

Inducidos por Satanás, divierten a sus compañeros con tonterías y todo lo que hacen tiende a la vulgaridad. ¿A eso llama: máscara de piedad? Revisión urgente.

Lo que podrían llegar a hacer si llegaran a aparecer los verdaderos portadores de esas máscaras, esos no son tan evidentes y por eso son mucho más peligrosos. No son vulgares, andan de traje y hablan muy correctamente, esos sí que engañan y ganan adeptos a diestra y siniestra.

De seguro también hay de esos en la iglesia de la autora, se nota que hay quienes se dejan engañar con esas máscaras. O tal vez la autora creía que los inconversos no tienen habilidades y no usan máscaras.

Entonces, se podría modificar el párrafo para ver si dice algo más real, quedaría de la siguiente forma:

 

Bajo la máscara de la piedad, usan sus facultades para erigir normas falsas, los otros inconversos las consideran válidas y siguen su errónea conducta, Satanás los induce a convencer a sus compañeros con su sagacidad y así llamada inteligencia. Todo lo que emprenden tiende a enorgullecerlos, porque se hallan bajo el control del tentador, quien dirige y modela sus caracteres a fin de que hagan su obra.

También dice:

 

Todo lo que emprenden tiende a la vulgaridad”

 

La vulgaridad es una forma de repudiar el ingenio de los demás, suelen utilizarla para poner en ridículo a los otros o dejarles sin argumentos. De ser la congregación así como en el párrafo modificado, entonces es posible que todos los vulgares en su congregación, estén atacando eso.

 

6 El rescate

 

Tienen habilidad, pero sin cultivar; tienen capacidad, pero sin aprovechar. Han recibido talentos, pero los usan mal y los degradan con necedades, arrastrando a otros a su propio bajo nivel. Por la vergüenza y el vituperio que soportó, por la abnegación, el sacrificio y la humillación, Cristo pagó el rescate de sus almas. Lo hizo para libertarlos de la esclavitud del pecado, de la esclavitud de un amo que se ocupa de ellos sólo en la medida en que puede usarlos para arruinar a las almas. Pero ellos invalidan el amor que el Redentor les prodiga, y su obra es contemplada por él con tristeza”. (pág. 40)

 

Las habilidades sin cultivar, invalidan el amor que el Redentor les prodiga, dice la autora. Es bien sabido que a veces solía exagerar, pero ¿no se la habrá ido la mano otra vez?

El amor del redentor llevará al cristiano a hacer el bien a los demás, a darle de comer al que tiene hambre. ¿Qué tanta habilidad se requiere? la falta de cultivo nunca podrá degradar esa “obra”.

La idea de este párrafo, otra vez es la misma. Antes pidió vencer las inclinaciones, capacitarse, cultivarse, pero ni bien aparece uno que está sin cultivar, arruina a todo el resto.

La autora menciona a un amo, que seguramente es Satanás. Dice que se ocupa de ellos solo para arruinar las almas. Se nota que tenía tantas ganas de repudiar a esos jóvenes, que hasta le pareció buena idea minimizar el trabajo de Satanás, quedando esos jóvenes como tontos por dejarse usar.

Sin embargo, está bien que lo haya dicho, para que quede claro, no sea que en su congregación haya alguno que crea que Satanás a veces hace cosas inofensivas.

En otras partes dice:

 

El hombre se inclina naturalmente a seguir las sugerencias de Satanás y por sí mismo no puede resistir con éxito a un enemigo tan terrible, a menos que Cristo, el poderoso Vencedor, more en él, guiando sus deseos y dándole fuerza”. (pág. 49)

 

El interrogante es: si tuvieran a Cristo guiando sus deseos, ¿invalidarán el amor del Redentor con talentos sin cultivar, o con necedades? Porque solo hay dos posibilidades, o esos jóvenes no tienen a Cristo, o Cristo no guía sus deseos.

Por otra parte, pareciera que Satanás estuviera tomando el camino más largo. Usa a estos, para arruinar a otros ¿por qué no arruina a los otros y listo? Total estos ya estaban arruinados.

No solamente el camino más largo, sino el más difícil. Los menos habilidosos, que ni siquiera usan bien sus talentos, logran arrastrar a los del alto nivel, después de mucho esfuerzo seguramente. Nivel que a esta altura ya está pareciendo, al menos dudoso.

Menos mal que no tienen capacidad, porque el desastre que harían si hubieran cultivado sus talentos.

Tal vez Satanás lo hace así para matar dos pájaros de un tiro, o por efecto dominó. Primero arruina a estos, y estos arrastran a otros. Incluso puede que esos últimos arruinen a otros más, y así la rueda sigue girando.

O tal vez se produzca un efecto pirámide. Primero arruina a uno, ese arruina a otro, ya son dos. Los dos arruinan a otros dos, ya son cuatro, y así siguen en progresión geométrica, 2-4-8-16, etc.

La pregunta es ¿cuánto falta para terminar la cuenta? Porque así van a arruinar a todo el mundo, tarde o temprano. Es más, si hubiera empezado antes, ya estaría todo el mundo arruinado. Ahora el que desperdicia oportunidad parece ser Satanás.

Sin embargo, la parte más llamativa del párrafo, es Cristo mirando todo con tristeza. Solo hay que imaginarse la situación, hay un amo arruinando las almas dentro de las mismas iglesias y Cristo mirando todo con tristeza.

Si hasta es posible visualizarlo, parado delante de ellos, con la túnica larga, con lágrimas en los ojos, abriendo los brazos con las palmas de las manos hacia adelante, como queriendo agruparlos bajo su protección.

No, mejor con las manos en el pecho en señal de dolor, diciéndoles: después de todo lo que pasé por ustedes, el sacrificio, la abnegación, la vergüenza, el vituperio y la humillación, así me pagan. Se dejan llevar por los no cultivados, que ya antes se han dejado llevar por el amo ese, y entre los dos arrastran a otros dos y la rueda sigue girando en progresión geométrica. Que tristeza.

 

7 Eterna perdición

 

Tales jóvenes hallarán eterna perdición. ¿Qué le parecerán sus diversiones en aquel día cuando el Juez de toda la tierra recompense a cada hombre de acuerdo con sus acciones? Ellos han aportado para el cimiento, leña, heno y paja, y toda la obra de su vida perecerá. ¡Qué pérdida!” (pág. 40)

 

Con “perdición” ya alcanzaba, pero como siguen las más amenazas, tuvo que agregar “eterna”, seguramente para énfasis.

Antes dijo, talentos sin cultivar, capacidad sin aprovechar, ahora aportan leño y paja. ¿No será que le hicieron caso a la autora y en el transcurso de estos años, todo se ha revertido y ahora ya están sus talentos bien cultivados?

De haber pasado eso, ahora puede que sean realmente peligrosos, porque así serían capaces de socavar la existencia misma de ser humano, o al menos contaminar toda la iglesia. Tal vez ya lo hayan hecho así, pero como tienen talento, pudieron hacerlo tan bien que nadie se dio cuenta.

Suponiendo que no pasó, todavía, la pregunta es cómo harán para darse cuenta si eso pasara, o qué harán para evitarlo. La autora nunca considera esa posibilidad, al contrario, las cosas siempre están en orden y controladas.

En todos los párrafos se pueden encontrar talentos sin cultivar, incompetentes, gente que no está dispuesta, que vive divirtiéndose, vulgares, etc. Todos esos hallarán la perdición. Eso más que tratar de convencer, parecía que estaba poniendo orden. Solo faltó que dijera: -menos mal-.

Entonces, desordenemos un poco. Supongamos que tengan esos talentos bien cultivados y que arrastren a otros a un alto nivel de vanidad, orgullo, engaño y refinado repudio a los otros.

Eso habría sido un pesadilla para la autora, seguramente no sabría ni que decirles, porque no sabía corregir a nadie sin usar la palabra “diversiones”. Debe ser por eso que no lo ha hecho.

Tales jóvenes hallarán eterna perdición”. No queda muy en claro si quería que esos jóvenes se salvaran, que se cultivaran, o que dejaran de divertirse.

Si hasta Satanás se debe estar quejando por haber quedado afuera. Debe ser verdad que la rueda aquella gira sola. El párrafo anterior decía sobre Cristo:

 

su obra es contemplada por él con tristeza”

 

La tristeza está ahí, sencillamente para meter culpa. Aunque eso es lo de menos al lado de toda la victimización previa, que también era para manipular. Para colmo termina con una amenaza, pasando por una burla en el medio.

¿Qué le parecerán sus diversiones? Eso es una burla, un ataque.

Entonces:

Se victimiza: eso es para entrar.

Mete culpa: para eso quería entrar.

Amenaza: para atemorizar y tener el mando.

Se burla: ahora que puede, ya tiene el mando.

Qué lástima que los adventistas no aplauden, porque esto se merece un aplauso.

 

8 Alta norma

 

Al perfeccionar un carácter cristiano, es esencial perseverar en el bien hacer. Quisiera impresionar a nuestros jóvenes con la importancia de la perseverancia y la energía en la obra de la formación del carácter. Desde los más tempranos años es necesario entretejer en el carácter principios de severa integridad, para que los jóvenes de ambos sexos puedan alcanzar, al llegar a adultos, la más alta norma personal”. (pág. 42)

 

Ahora el que está con ganas de quejarse es Cristo, por haber quedado afuera. Aquellos que desde “temprana edad”, tuvieron que luchar para sobrevivir, mientras los otros perseveraban en la “formación del carácter”, también se deben estar quejando, por haber quedado afuera y no haber hecho lo que, según dice el párrafo: “es necesario”.

Otra vez, la parábola del hijo prodigo podría no estar de acuerdo con ese párrafo. Esos “principios” de severa integridad que menciona, seguramente era lo que creía tener el hermano del hijo pródigo.

Seguramente también perseveraba en hacer el bien. Al menos hasta que volvió el pródigo, entonces mostró lo que para él consistía: “la más alta norma personal”.

El encuentro de Cristo con el rico, también podría enseñar algo a quienes están siguiendo los consejos de este párrafo. El rico seguramente hizo todo lo que enseña ese párrafo. Sobre todo la parte donde dice: “perseverar”, al igual que el hermano del hijo pródigo.

La biblia dice:

 

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. (S. Mateo 16:24)

 

Sin embargo, la autora dice: perseveren en la formación del carácter. ¿Por qué insiste tanto con la formación del carácter? La pregunta no es si eso está bien, o si hay que darle tanta importancia, si Dios así lo quiere.

Está claro que quería impresionar a los jóvenes con ese tema, pero para todo hay un exceso. ¿En qué momento se convierte en demasiado?

Tanta insistencia, más que buscar impresionar, más bien parece sencilla obsesión.

 

9 Contemplar las dificultades

 

Fijando la mirada en Jesús, y teniendo sólo en vista la gloria de Dios, progresaréis. No podéis alcanzar en un día la plenitud de la medida de la estatura de Cristo, y os sumiríais en la desesperación si pudieseis contemplar todas las dificultades que hay que afrontar y vencer”. (pág.42)

 

Un cristiano que no ve, parece una contradicción a la misma doctrina. Si no ve, es porque no hay, o porque no está a la vista, o no es cristiano verdadero. Pero claro, “si pudieses contemplar”, es solo una expresión, quiso decir que no lo hagan, para que no les afecte la desesperación.

Eso quiere decir que hemos encontrado una nueva categoría de cristianos. Estos son los que: no mirando no ven y no escuchando no escuchan, pero podrían. No entienden pero entenderían.

La malo de esto es que ellos no lo saben, porque si no miran ¿cómo pueden saber si ven o no? Pero claro, seguramente es preferible ignorante que no ve, a desesperado que ve.

Al parecer, la nueva categoría hasta vino con eslogan.

Pero no, porque si esa desesperación de la que habla la autora, les impide hacer las cosas bien, eso quiere decir que la misma desesperación les impide ver que en realidad, sí pueden.

Entonces habrá que cambiar de categoría, estos son los que no mirando no ven, pero igual no verían si miraran.

Ahora, la cantidad que debe haber de los que sólo se hacen. Es decir, dicen no mirar las dificultades, cuando en realidad, en serio no ven. -No, yo no miro las dificultades- dicen, con las manos en los bolsillos y mirando al horizonte.

 

10 Respetados

 

Todo el que tiene esta esperanza en él, se purifica, así como él es puro”. “Es un privilegio vuestro apartaros de lo vulgar e inferior y elevaros a una alta norma, a ser respetados por los hombres y amados por Dios”. (pág. 43)

 

Después de mucho tratar el tema de “la norma elevada”, finalmente la autora confiesa que esa norma es de las personas. Nos dará respeto, dice. Pero la biblia también dice que nos perseguirán.

 

Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra” (S. Juan 15:20)

 

¿Nos perseguirán respetuosamente? No, a los adventistas no le perseguirán, solo les respetarán. Es llamativo el párrafo bíblico que usó para apoyar la idea que serán respetados.

 

Todo el que tiene esta esperanza en él, se purifica, así como él es puro”. (1 S. Juan 3:2-3)

 

Si hubiese seguido leyendo, solo en la misma página de la biblia, habría visto que dice:

 

Hermanos míos, no os asombréis si el mundo os aborrece” (1 S. Juan 3:13)

 

11 Refina sus gustos

 

La religión no hace tosco, desprolijo y descortés al que la acepta; al contrario, lo eleva y ennoblece, refina sus gustos, santifica su criterio, y lo hace apto para estar en la sociedad de los ángeles celestiales y para el hogar que Jesús ha ido a preparar”. (pág. 35)

 

Antes dijo que, degradar los talentos sería considerado como traición a Dios, serían culpables a su vista y podrían arruinar a las almas. Ahora, ya un poco más elevados: refina los gustos.

Pareciera que está usando el viejo método de persuasión por medio del premio y castigo. En este caso, aceptación y rechazo.

 

lo hace apto para estar en la sociedad de los ángeles celestiales”

 

Alguno pensará que eso que dice allí es solo una forma de expresarse, que no habrá que tomarlo literalmente, porque así presentado pareciera que no es Cristo quien salva, sino la aptitud adquirida. O peor, el refinamiento.

Pero no, al menos la parte de hacerse aptos, es exactamente lo que creía. En otros escritos, dice:

 

No es un decreto arbitrario de parte de Dios el que excluye del cielo a los malvados: ellos mismos se han cerrado las puertas por su propia ineptitud para aquella compañía”. (El camino a Cristo, pág. 14)

 

Hacerse apto para el cielo es lo que estuvo haciendo desde el comienzo. Seguramente por eso habla de niveles elevados. Nótese que Cristo no ha aparecido, aparte de mirar con tristeza, no ha hecho nada en ninguno de estos párrafos.

 

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