domingo, 8 de septiembre de 2024

Satanás disfrazado. Enseñanzas de Elena de White

Los siguientes párrafos pertenecen al libre: Mensajes para los jóvenes, de Elena de White, profeta de la iglesia adventista del séptimo día.

La autora enseña cómo lidiar con Satanás, cómo reconocerle y así poder evadir sus trampas.

 

 

1 Evadir sus trampas

 

Sólo Dios puede limitar el poder de Satanás. Este anda en la tierra de aquí para allá. Ni por un momento deja de estar alerta por temor a perder una oportunidad para destruir almas. Es importante que el pueblo de Dios entienda esto, para que pueda evadir sus trampas”. (pág. 49)

 

Satanás anda de aquí para allá, está alerta, no pierde una sola oportunidad. La pregunta es ¿cómo es que entendiendo todo esto, el pueblo podrá evadir sus trampas? No explica bien.

También dice:

 

(El ser humano) “por sí mismo no puede resistir con éxito a un enemigo tan terrible, a menos que Cristo, el poderoso Vencedor, more en él, guiando sus deseos y dándole fuerza”. (pág. 49)

 

Solo Cristo le dará las fuerzas contra un enemigo tan terrible, dice la autora, como si de proporciones se tratara. Tal vez en su congregación había algunos que creían que era posible vencer a Satanás sin Cristo.

Debe ser porque la doctrina adventista tiene unas características particulares que llevan a algunos a caer en esa forma de engaño. Sin embargo, asegurando que no es posible vencer al enemigo porque es demasiado fuerte, puede estar evadiendo esa trampa, pero no refuta esa idea, más bien la sostiene.

También dice: Solo Dios limita a Satanás. Pero eso logra que se despierten más interrogantes que entendimientos evasores de trampas. El interrogante inmediato es ¿para qué limita Dios a Satanás? Tal vez, si no lo hiciera, nadie podría vencerlo.

Eso explicaría lo anterior, algunos podrían pensar que si lo limitara aún más, sí se podría. O al revés, si lo limitara menos, el pueblo no podría evadir sus trampas, por lo tanto seguramente lo destruiría. ¿Ese es el mensaje?

Si la autora consideraba importante que el pueblo entendiera, podría haber explicado por qué Dios no limita más a Satanás, así no habría tanta gente sufriendo, ni tantas injusticias en el mundo como resultado de sus andanzas. Tampoco harían falta tantas maniobras evasivas.

Sin embargo, tal vez la autora se equivocó y Dios no limita a Satanás en absoluto, porque él solo sabe poner trampas. Total eso tampoco está en la biblia que tantas veces dijo tener como guía.

El primer objetivo era: entender esto. Pues no se ha cumplido, lo único que falta es que tampoco podamos evadir sus trampas.

 

2 La última campaña

 

Satanás está preparando sus engaños para que en su última campaña contra el pueblo de Dios, éste no lo reconozca. "Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz".* Mientras algunas almas engañadas alegan que no existe, él las toma cautivas y trabaja en extenso grado por medio de ellas” (pág. 49)

 

Cada vez que la autora habla de Satanás, todo queda confuso. Está preparando los engaños para que no le reconozcan, dice. Pero no es así como funciona, es al revés, primero se requiere no reconocerle, después engaña.

Además, siempre es así, no solo en la última campaña. De hecho no hay otra manera. A no ser que estuviera hablando de su accionar más básico, es decir, el hecho de no reconocerle, como primera forma de engaño.

Entonces sería así: ahora está preparando los engaños para que no le reconozcan, una vez que está irreconocible, haría la última campaña. Pues no tiene mucha imaginación para la campaña esa, siempre hizo lo mismo.

Además el “ángel de luz” allí mencionado, tampoco tiene que ver con la última campaña, hace mucho tiempo que usa ese disfraz.

Algunos alegan que no existe, dice. Confirmado, no tiene imaginación. Ese engaño es tan viejo, que probablemente ni Satanás quiera seguir usándolo. Los predicadores han denunciado lo mismo por siglos: -a Satanás le conviene que la gente crea que no existe-, dicen, mientras se quedan mirando al público con ojos desafiantes como diciendo: ¿vieron qué genio soy?

En la actualidad, los predicadores suelen decir otras cosas, por ejemplo: -está allá, o más allá, no vayan. O al revés: está acá, hay que ir para allá.

También suelen decir: -Satanás está con ellos, quédense con nosotros-. Está escondido detrás de aquello. Engaña así o asá. Han tenido éxito, de manera que ya casi nadie cree que no existe. Ahora se usa creer en uno falso. Es decir que podríamos cambiar esa frase, a ver si se arregla:

-a Satanás le conviene que la gente crea que a él le conviene que crean que no existe-.

Mientras crean eso, seguirán creyendo en el falso, solo para no caer en la trampa de creer que no existe. Entonces, cada vez que crean saber dónde está, huirán hacia el otro lado, para refugiarse en el Cristo también falso en el que creen, es decir, en el Satanás verdadero.

Así trabaja ahora, de grado extenso. Ahora sí está empezando a mostrar algo de imaginación.

El párrafo dice: -no es maravilla-, luego agrega -ocurrirá en la última campaña-. Pues no queda claro para qué hace tantos preparativos si no hará nada maravilloso. En eso tenía razón la autora, no es maravilla, ni siquiera original.

 

3 La fuerza de Satanás

 

Quien se atrevió a hacer frente, tentar y vituperar a nuestro Señor, y tuvo poder para tomarlo en sus brazos y llevarlo a las almenas del templo y a una montaña muy elevada, ejercerá su poder hasta un grado sorprendente sobre la presente generación que es muy inferior en sabiduría a su Señor, y que ignora casi totalmente la sutileza y la fuerza de Satanás”. (pág.50)

 

Ignoran la fuerza de Satanás, dice la autora. Se nota que estaba muy preocupada por las dimensiones de su poder. O tal vez estaba muy arraigada la creencia que podían vencer a Satanás, sin Cristo.

Sin embargo, más de uno lo debe estar sospechando de esa grandeza, no debe ser fácil llevar a alguien en brazos a una montaña muy elevada.

Nosotros somos muy inferiores, dice también. Así va a seguir causando aún más confusiones. Es como si hubiera dicho: Cristo sabía todo sobre Satanás, conocía su fuerza, su sutileza, solo faltó que dijera: -así cualquiera-.

En cambio a nosotros, a los más débiles, a los que somos “muy inferiores”, nos atacará con fuerza de “grado sorprendente”. Vamos a terminar de decirlo: a nosotros nos tocará la peor parte.

Insinúa con eso que nuestro Señor dice haber vencido a Satanás, cuando en realidad, lo dejó como estaba. O peor, porque ahora viene con más experiencia, viene de la mejor escuela.

También dice que la presente generación ignora casi totalmente la fuerza de Satanás. De ser verdad todo eso, entonces difícilmente pueda salir triunfadora cuando aquel, ejerza su poder de grado sorprendente. Si hasta hubiera sido mejor si no decía que había que entender.

 

3 El conflicto recio

 

Vi ángeles malos que contendían por las almas y ángeles de Dios que los resistían. El conflicto era recio. Los ángeles malos se amontonaban alrededor de las almas, corrompiendo la atmósfera con su influencia venenosa y adormeciendo su sensibilidad” (pág. 50)

 

Se amontonan dice ¿y por qué no vienen de a uno? Debe ser porque de a uno no tienen tanto poder para hacer daño. Al parecer, esa idea de poder vencer a Satanás sin Cristo, es algo que la misma autora fue instalando.

Entonces, esos ángeles de Dios tienen la capacidad de resistir a los malos y evitar que destruyan a las almas, a pesar que los otros ya han ganado terreno y la persona está en desventaja.

Hasta ahí más o menos quedó claro. Pero lo que no explica, es cómo no fueron capaces de impedir que se amontonaran, que ganasen ese terreno y adquiriesen tanta ventaja. Muy poderosos, pero al parecer, muy descuidados.

 

4 Las huestes de Satanás

 

Pero no es tarea de los ángeles buenos manejar las mentes contra la voluntad de los individuos. Si ceden al enemigo y no hacen ningún esfuerzo por resistirle, poco más pueden hacer los ángeles de Dios que contener las huestes de Satanás para que no lo destruyan” (pág. 51)

 

Al parecer, cuando dice: “poco más pueden hacer”, es solo una manera de expresarse. No es falta de poder, tampoco era descuido, simplemente no es su tarea hacer más que eso.

La situación es así: la persona cedió a Satanás y por eso le rodearon los ángeles malos. Aunque la autora no lo dice, habrá que suponer que le rodearon porque quedó sin Cristo. El problema está en que ahora tiene que hacer el esfuerzo por resistir a los ángeles, pero antes dijo que no iba a poder, porque solo Cristo le daba fuerzas.

 

por sí mismo no puede resistir con éxito a un enemigo tan terrible, a menos que Cristo, el poderoso Vencedor, more en él, guiando sus deseos y dándole fuerza”.

 

Puede que haya una explicación: ya que el rodeado quedó sin fuerzas, Dios interviene enviando a los ángeles. Eso explicaría también lo que había dicho antes, que solo Dios limitaba el poder de Satanás.

Lo único que no quedó claro, es por qué dijo que el conflicto era recio, porque más bien pareciera que tienen todo controlado. Alguno también se estará preguntando cómo hará para evadir sus trampas, porque al menos en esta situación, no parece haber ninguna.

 

5 Esfuerzo por ayudarse

 

Jesús no comisionará a los santos ángeles a que saquen de apuros a los que no hacen esfuerzo por ayudarse a sí mismos”. (pág. 51)

 

Ahora volvimos a cero, porque ahora también tendrá que querer hacer ese esfuerzo. El problema está en que Cristo ya no está guiando sus deseos y los ángeles no dominan su mente. De seguro ni siquiera sabe que está rodeado. Debe ser por eso que dijo que el conflicto era recio.

Entonces, los ángeles están comisionados para contenerle, pero no para liberarle. Incluso hasta tienen la precaución de esperar hasta que el “rodeado”, se decida a hacer algo por él mismo, vaya a saber cómo.

Ahora ¿cómo hacen para contenerles? Mientras los ángeles de Satanás se amontonan alrededor de la persona, ¿los ángeles buenos lo contienen haciendo un círculo más pequeño a su alrededor, o desde afuera les tironean? Porque si es eso último, ahí sí, empieza a parecer un conflicto recio, para ellos.

Debe ser eso, porque los otros llegaron primero.

poco más pueden hacer”, dice. Más que forma de expresarse, parece un poquito irónica la autora. Detener a Satanás y a toda su hueste no es poco. Poco, fue lo que hicieron antes, más bien nada. Sin embargo, ahora vienen y dicen: -más, no podemos hacer ¿eh?- encogiéndose de hombros y mostrando las manos en señal de inocencia.

 

6 Conocimiento adicional

 

Hasta que los que están en peligro reciban conocimiento adicional que los haga despertar y dirigir la vista al cielo en procura de ayuda” (pág. 51)

 

Eso quiere decir que la contención que hacen los ángeles puede fallar, si no ¿por qué habrían de estar en peligro?

Entonces, liberarse no depende de los ángeles como ya está claro. Tampoco depende del rodeado, ya había dicho que no lo iba a lograr por sí mismo. Es por eso que Dios le envía un oportuno “conocimiento adicional”. Es decir, todo depende de que llegue el paquete que está esperando.

Sea todo esto invento de la autora, o de verdad lo “vio”, el asunto es que no queda claro cuál es el propósito de todo esto. Cuenta cosas que nadie sabe, pero nada queda claro. Por ejemplo: la persona pecó, o cedió a Satanás, después recién vienen los ángeles buenos. ¿Y dónde estaban? Deberían haber impedido que todo eso pasara.

Tal vez cuando la gente hace cosas indebidas, se van. Pero justamente, ahí es cuando más se les necesita, ya que no pudieron evitar que hiciera lo indebido, podrían quedarse a ayudar ahora que ya lo ha hecho.

Además de eso, no dice si se van por iniciativa propia, o Cristo les dice que se vayan, porque se supone que no se mandan solos.

Tampoco dice cuál es el conocimiento adicional que recibe y por qué no lo comparte, o por qué no lo recibió antes, o cómo se hace para recibirlo, o si le servirá para un futuro a tal punto que nunca más estará rodeado.

También sería bueno saber si es posible tener acceso a ese conocimiento en otras circunstancias. Además, como sabrá si es el genuino, o una trampa del mismo Satanás que sigue tratando de destruirle. Justo lo más importante se olvidó de explicar.

Es así: la persona está rodeada, su alma está adormecida y corrompida su atmósfera, ya no tiene a Cristo para darle fuerzas, los ángeles no manejan su mente. ¿Pero aun así puede reconocer si ese conocimiento viene de Dios?

Entonces, alguien que está rodeado por los ángeles de Satanás, puede saber con certeza si algo es de Dios o de Satanás, porque al parecer, tiene cualidad de infalible.

 

7 Satanás tiembla

 

Toda la hueste de Satanás tiembla al sonido de la oración ferviente... Y cuando los ángeles todopoderosos, vestidos con la panoplia del cielo, acuden en ayuda del alma desfalleciente, perseguida, Satanás y su hueste retroceden, pues saben bien que su batalla está perdida” (pág. 51)

 

No, ahora sí que se puso realmente bueno. Si hasta dan ganas de pedirle por favor a la autora, que no nos deje sin alguna explicación acerca de aquel conocimiento adicional.

Otra duda: ¿en qué momento el rodeado tiene que amar al prójimo o darle de comer al que tiene hambre, antes o después de todo este conflicto?

Lo bueno es que ahora por lo menos ya sabemos qué tiene que hacer una persona si quiere “despertar”, a los efectos de ahuyentar a Satanás y a toda su hueste.

Primero tendrá que pecar un poquito, no mucho por las dudas, los ángeles malos vendrán a rodearle. Ahí nomás, vienen los ángeles buenos que contendrán a los malos. Después de hacer un esfuerzo por resistirle, recibirá un “conocimiento adicional”, probablemente del mismísimo cielo, que le hará “despertar”.

El recién despertado debe orar fervientemente, eso hará temblar a Satanás y a toda su hueste. No quedó claro por qué tiemblan, pero bueno, tiemblan.

Alguien que sabe que la batalla está perdida y que con solo retroceder ya quedan protegidos no tiemblan, más bien se relajan. -ya está-, dicen. Los que tiemblan son los que no pueden retroceder ante el peligro, doña Elena, que al parecer nunca en su vida estuvo en peligro.

Entonces, vienen los refuerzos vestidos con las armaduras del cielo (ahora ya sabemos dónde estaban, se estaban cambiando), que harán retroceder a Satanás, por lo menos tres pasos para atrás.

Seguramente, una vez terminada la batalla, o lo que sea, la persona que utilice ese método, tendrá la precaución de no pecar por un buen tiempo, no sea cosa que peque otra vez, venga Satanás y toda su hueste otra vez y empiece todo de nuevo.

Lo que va a pasar es que van a venir un día, se van a parar delante y le van a decir: ¿hasta cuándo? No podemos seguir así. Algunos de los malos, todavía temblando de la vez anterior, tendrán que venir otra vez. -así no se puede-, dirán temblorosos.

Aunque lo más probable es que todo eso, solo pasa una vez, al menos que el rodeado tenga mala memoria y se olvide de ese -conocimiento adicional- que le sirvió para despertar.

Se podría resumir todo el proceso así: la persona peca, se van los ángeles buenos, vienen los malos, vuelven los buenos, la persona recibe el conocimiento que le hace pedir ayuda, vienen los refuerzos, se van los malos.

Resumiendo aún más, el mensaje es: depende de cada uno, si hace el esfuerzo, recibirá ayuda.

Sin embargo, con todo eso también dice otra cosa: cuando la persona tiene a Cristo guiando sus deseos y dándole fuerza: peca. Después, cuando Satanás le rodea, corrompe su atmósfera con su influencia venenosa, adormece su sensibilidad dejando su alma desfalleciente y perseguida: deja de pecar, se despierta y se vuelve a Dios. Pero qué cosa ¿no?

Cuando empezó el conflicto, la autora dijo: “vi ángeles malos”.

Como dijo un español: -que hay que ver-.

 

8 Se percata

 

Si Satanás ve que está en peligro de perder un alma, se esfuerza hasta lo infinito por conservarla. Y cuando el individuo se percata del peligro, y con aflicción y fervor mira a Jesús para obtener fuerza, Satanás teme perder un cautivo y pide un refuerzo de sus ángeles para cercar a la pobre alma y formar a su alrededor un muro de tinieblas a fin de que no reciba la luz del cielo. Pero si el que está en peligro persevera, y en su impotencia y debilidad confía en los méritos de la sangre de Cristo, Jesús escucha la ferviente oración de fe y envía un refuerzo de aquellos ángeles que sobresalen en fuerza para librarlo”. (Pág. 51)

 

Esta es la continuación de los párrafos anteriores, o mejor dicho, lo que estaba entre medio. La situación aquí es muy puntual, por eso habrá que tratarlo por separado. La pregunta es ¿cómo hace para percatarse? De seguro tiene algo que ver con el conocimiento adicional.

Suponiendo que la autora inventó todo esto para, vaya a saber para qué, para meter miedo seguramente. O tal vez para graficar una idea ¿Por qué no lo elaboró un poco más? Porque así, otra vez queda todo confuso.

Cuando Satanás ve que está en peligro de perder un alma, se esfuerza hasta lo infinito, entonces es cuando la persona se percata. Eso le pasa por ansioso, mejor no se hubiera esforzado justo en ese momento.

Sin embargo, después teme a perder un cautivo y por eso pide refuerzos. Pero esa solución es inoportuna, debería haberlo hecho de entrada, cuando el rodeado todavía no se había percatado.

Primero se apresura, después teme y hace un muro. No, al temor hay que tenerlo de entrada. Además, con un muro bien hecho, medio que ya le tiene, ni siquiera hará falta tanto esfuerzo posterior. Porque dice: -si el que está en peligro persevera-. Eso quiere decir ya había empezado a mirar a Jesús. Eso confirma que el muro llegó tarde.

 

un muro de tinieblas a fin de que no reciba la luz del cielo”.

 

Debería haber dicho: para que no reciba más luz del cielo. Porque seguramente gracias a esa luz fue como se percató. ¿O se percató solo? Ese detalle es importante, porque absolutamente todo depende de eso. Si no se percatara no haría nada, así de simple. ¿Por qué no explica bien? dijo que había que entender.

No deja de llamar la atención lo ineficaz que Satanás se volvió de repente, hasta hace un rato tenía un poder descomunal que nadie comprendía, pero ahora pareciera que es víctima de sus propias torpezas. Pareciera que todo lo hace fuera de tiempo.

Bloquear la luz del cielo tampoco sirvió para nada. ¿Sabe lo que hace Satanás? Porque todo indica que no tiene ni idea. Y sí, claro, ahí está la falla: construyó un muro de tinieblas ¿cómo un muro va a impedir la luz del cielo? Y bueno, tampoco se le pude pedir mucho, es engañador no arquitecto.

Pero por lo menos ahora ya sabemos cómo la persona se percata: cada vez que Satanás se esfuerza, algo está pasando. Es más, sabemos lo que va a pasar: construirán un ineficaz muro.

Ahora lo único que nos queda por averiguar es, cómo se hace para saber que se está esforzando, pero bueno, vamos de poco. Después dice:

 

Si el que está en peligro persevera, y en su impotencia y debilidad confía en los méritos de la sangre de Cristo, Jesús escucha la ferviente oración de fe y envía un refuerzo”.

 

Ahora la que se está equivocando es la autora, porque alguien que confía en los méritos y la sangre de Cristo, que ora con fervor una oración de fe, no es débil ni impotente, no en lo espiritual al menos. ¿Qué es esto? Porque parece que quieren competir a ver quién mete más la pata.

Otra cosa que llama la atención es que, una de las enseñanzas muy reiteradas de la autora era, usar siempre el “escrito está”, como arma defensiva, lo usan contra todo el mundo.

Sin embargo, justo cuando de verdad tiene la oportunidad de usar la palabra contra Satanás: no, ahí no. Si no supiera que es Satanás todavía, pero dijo que se había percatado. Se nota que el acorralado también quiere competir.

¿No será que cuando la autora dijo que “el conflicto era recio”, estaba hablando con doble sentido, fiel a su estilo? Es como si hubiera dicho: -juegan carrera a ver quién llega último-.

Ese sí puede ser un conflicto recio.

 

9 Irresistible poder

 

Satanás y sus ángeles no están dispuestos a perder su presa. Luchan con los santos ángeles y es severo el conflicto. Y si aquellos que han errado continúan suplicando y confiesan con profunda humildad sus errores, los ángeles de irresistible poder prevalecerán y los arrebatarán del poder de los ángeles malos”. (pág. 58)

 

Sí, eso dice ahora, pero en otros párrafos confiesa que es porque vienen refuerzos:

 

Jesús escucha la ferviente oración de fe y envía un refuerzo a aquellos ángeles que sobresalen en fuerza para librarlo”. (pág. 51)

 

En este párrafo, la situación sigue siendo la misma que antes. Cuando todavía no está rodeado, comete los errores. Después, cuando ya está totalmente rodeado por los ángeles malos: confiesa con profunda humildad sus errores.

 

10 El medio más eficaz

 

Es astuto, y sabe que el medio más eficaz de efectuar su obra consiste en presentarse al pobre hombre caído, en forma de ángel de luz.

En el desierto, Satanás se presentó ante Cristo en forma de hombre joven y hermoso, más parecido a un monarca que a un ángel caído”. (pág. 61)

 

Menos mal que los lectores estos escritos ya deben estar acostumbrados al mal uso que la autora hace de las palabras. Aun así, a más de uno le habrá llamado la atención la frase:

 

más parecido a un monarca que a un ángel caído”.

 

Un monarca con rasgos menores de ángel caído, es una condición que hasta parece imposible de ser sostenida, más aun si está tratando de engañar. De seguro quiso decir que no parecía un ángel caído.

Lo único que no quedó muy claro es lo de “astuto”, porque no hay que ser muy astuto para saber que si se presentaba ante Cristo como ángel caído, no habría funcionado, le habría descubierto enseguida.

A no ser que Cristo no supiera que apariencia pudiera tener un ángel caído, aunque todo puede ser.

Además, un joven y hermoso dice. Es difícil de creer que con esa apariencia haya sido más fácil de engañar a Cristo. Aunque más difícil de creer es que a eso la autora le haya llamado astucia. A no ser que Cristo creyera que el ángel caído era viejo y horrible.

Entonces, se presenta como monarca ¿Y por qué no el ángel de luz si era el más eficaz? Debe ser porque Satanás sabía que cuando alguien ha estado ayunando y orando, no está caído, está más fuerte que nunca, en lo espiritual al menos.

O tal vez porque sabía que Cristo no era ningún pobre hombre caído. Debe ser por eso usó el monarca. Mejor hubiera recurrido al ángel, para confundir, porque tal vez Cristo ya sabía lo astuto que era Satanás y ya estaba esperando al hermoso.

Tampoco parece muy real la figura de un ángel de luz tratando de hacer su obra con un pobre hombre caído. Si está caído, es porque el trabajo ya está hecho, por qué habría de recurrir a todo un ángel de luz.

Sin embargo, es posible que el ángel de luz sea el medio más eficaz porque trabaja en conjunto con otros. Como ya vimos, también hay monarcas, ángeles caídos y otros seguramente.

Por ejemplo, uno de ellos se disfraza de ángel caído y se esconde. Después, viene el que está disfrazado de ángel de luz y señala donde está escondido el caído. Los que le creen, se asustan y huyen hacia el otro lado, donde hay otro disfrazado de Cristo, o de profeta, o de monarca hermoso que dice: acá estarán seguros. A ese también le creen.

Es decir, les hace caer en la trampa que consiste en huir de un Satanás falso, para ir a refugiarse en un Cristo falso, o sea, en el Satanás verdadero.

Aunque disfrazado de profeta no puede ser, porque la autora antes había dicho que todavía estaba preparando sus engaños para que no le reconozcan. Para que no le reconozcan en la última campaña. O sea que sí puede ser.

El interrogante que surge es ¿cómo sabía la autora la forma en la que se le presentó Satanás? Lo habrá visto en una de sus visiones. Al parecer, la autora podía ver en visiones qué forma tenía Satanás, pero el mismísimo Señor Jesucristo, no.

Pudiera ser porque Dios consideró que era bueno probar a Jesús, por eso no le dijo nada. Es decir, le dio cierta ventaja a Satanás. Seguramente ahora también colabora con nosotros haciéndonos saber cómo fueron las cosas, a través de la autora, total el caso ya está resuelto.

 

11 Ocultar a Jesús de la vista

 

Satanás tratará de desanimar a los seguidores de Cristo para que no oren ni estudien las Escrituras, y arrojará su odiosa sombra a través del sendero, para ocultar a Jesús de la vista” (pág. 61)

 

La pregunta es ¿lo logrará? El siguiente párrafo pareciera tener la respuesta:

 

pero si miráis hacia arriba, no hacia abajo a vuestras dificultades, no desmayaréis en el camino, veréis pronto a Jesús extendiendo su mano para ayudaros, y solo tendrán que tenderle la de ustedes con sencilla confianza, y dejar que los guíe.” (pág. 61)

 

Más que odiosa sombra, alguno le hubiera llamado desubicada, ineficaz, o tardía. La pregunta ahora no es si lo logrará, sino cómo lo hará, porque el método de la odiosa sombra no le funciona. El siguiente párrafo, pertenece a otros escritos de la autora:

 

Se le permite a Satanás arrojar su sombra a través del sendero de los que tienen la fe adormecida a fin de que ésta sea despertada y pueda atravesar más allá de la nube y encontrar luz, valor y vida”... (Alza tus ojos pág. 70)

 

Ahora se entiende por qué había dicho que Satanás no perdía una oportunidad, es que aprovecha cada vez que “se le permite”.

Cada vez que la autora usaba frases impersonales, era porque necesitaba evitar ser específica. En este caso, es para eludir responsabilidades, así no tiene que decir: Dios le permite.

Los adventistas también la usan para justificar falsas declaraciones o profecías no cumplidas de la autora. Suelen decir: -no, lo que pasa es que en esa época, “se creía”, tal o cual cosa-. Así evitan decir que la autora lo decía y todos le creían. O peor, todos lo creían y la autora también.

Antes habíamos visto cómo alguien adormecido, por estar rodeado de ángeles malos, terminó despertando. Ahora, es lo mismo, con la ayuda de esa sombra encuentra luz. Además, valor y vida. Lo que antes parecía una situación mal explicada, ahora lo dice directamente. Satanás logra que los adormecidos despierten.

Entonces, cuando Satanás arroja su sombra sobre un seguidor de Cristo, es odiosa, porque oculta a Jesús. Oculta más o menos. Trata, eso sí. Pero cuando la arroja sobre alguien que tiene la fe adormecida, debería ser considerada bendita, porque se despierta y encuentra luz.

Eso no dijo la autora, pero seguramente fue porque la idea quedó sobreentendida.

Otra vez, llama la atención la asombrosa sencillez con la que el rodeado logra lidiar con Satanás. El hecho de haberse vuelto todo repentinamente tan simple, es al menos sospechoso. Si fuera así de simple, no habría tantos cristianos falsos o que dejan de creer. ¿O es que se olvidan de mirar para arriba?

La pregunta era si Satanás lograría ocultar a Jesús de la vista, todo indica que no. La pregunta entonces es, cómo hace para engañar o para que la gente pierda el sendero. Justo lo que había que saber, no sabemos.

Entonces, se podría hacer un planteamiento. La persona va: “a través del sendero”, Satanás le arroja sombras, la persona mira para arriba a fin de encontrar luz. Pero antes tendrá que darse cuenta de que está en la sombra, detenerse y no seguir, no sea cosa que siga y pierda el sendero para siempre.

Otra vez, no explica cómo hará para darse cuenta, porque una de las características más destacadas de las sombras, es justo eso, no dejarle ver.

Esto es lo mismo que antes, cada vez que llega al punto donde se determina todo, no explica. Primero dijo: conocimiento adicional, después: -se percata-, pero no dijo cómo se hacía nada de eso. Si la respuesta fuera: -no puede no darse cuenta que está en la sombra-. Entonces el método satánico sería increíblemente falible. Sabemos que no es.

Alguno dirá que, mirar para arriba es una metáfora que significa tener confianza en Jesús, y que la sombra sobre el sendero significa las dudas, las aflicciones, el desánimo como dijo la autora, o incluso las ocupaciones. Pues, los interrogantes son los mismos, porque todos esos elementos también funcionan como distracciones, o sombras como dice la autora, es decir, necesitará darse cuenta primero.

El que está distraído no se da cuenta, el que está en la sombra no ve, y el que duda no sabe cuál es la opción correcta.

Ni siquiera hace falta que sean aflicciones, podrían ser distracciones por estar cumpliendo con los deberes del cristiano, trabajando para la iglesia, haciendo su “obra”. Alguien así, es posible que no tenga dudas ni conflictos. Tal vez ni siquiera sospecha que esté en la sombra.

Además de eso, ¿cuánto tiempo tiene de tolerancia para reaccionar? Desde que aparece la sombra hasta que la persona se da cuenta, reacciona, deja de caminar y mira para arriba. ¿No podría alcanzarle ese tiempo a Satanás, para hacerle perder el camino para siempre? Habrá que suponer que sí le alcanza, o nadie caería nunca en sus trampas.

Ni siquiera haca falta que deje de creer, podría cambiar a Cristo verdadero por uno falso sin cambiar de doctrina siquiera, de manera que cuando finalmente mira hacia arriba, podría estar el falso dándole la mano. O tal vez la autora creía que los cristianos falsos no miran al cielo creyendo ver a Jesús.

Entonces, saber cuánto tiempo es imprescindible. Un minuto, unos días, no sabemos. Lo único que podemos suponer es que cuanto más tiempo pasa, más peligro.

Son dos los interrogantes: cómo sabe que está en la sombra y cuánto tiempo tiene de tolerancia. Hasta que no sepamos eso, nada de lo antedicho sirve para nada.

Todo eso sin mencionar que también tendrá que asegurarse de realmente haber visto al Jesús verdadero desde el mismo comienzo. Porque si de entrada se inició en una iglesia falsa, podrá mirar toda la vida a un Jesús falso y no lo sabrá.

Aun estando en la iglesia verdadera, podría haber alguien usando ese método solo para encontrar a un Cristo falso. Los otros no podrán hacer nada por esa persona, porque nadie se dará cuenta. La misma autora dice que en su iglesia hay falsos cristianos que además pasan desapercibidos y por los cuales no se puede hacer nada.

 

Por lo que me ha sido mostrado no hay más de la mitad de los jóvenes que hacen profesión de religión y de la verdad, que se hayan convertido realmente. Si se hubiesen convertido, llevarían fruto para la gloria de Dios. Muchos se apoyan en una esperanza supuesta, sin verdadero fundamento”. (Mensajes para los jóvenes, pág. 129)

 

De seguro, esos también miran para arriba creyendo ver al Jesús verdadero.

En resumen, todos creen y afirman tener a Jesús a la vista, pero nadie sabe bien si lo ha perdido ya, o incluso si lo ha tenido alguna vez. El método de mirar para arriba entonces, demuestra ser poco confiable.

Surge otro interrogante más, aunque sea solo para análisis: ¿podría llegar a pasar que todos los miembros de una iglesia llegaran a perder el sendero sin que nadie se diera cuenta? Tal vez el método de mirar para arriba era una trampa que en la que todos cayeron. O tal vez, casi todos.

Incluso pudiera haber pasado ya, y los pocos que quedaban se fueron por estar en desacuerdo, pero los otros creyeron que perdieron el sendero, o dejaron de creer.

Una cosa si sabemos, históricamente eso ya pasó. La autora contó que Satanás pudo corromper a casi toda la iglesia primitiva, que hasta entonces era la única verdadera. Los pocos que quedaron se tuvieron que ir a formar otra iglesia.

 

Satanás se alegró mucho de haber logrado engañar a tan crecido número de discípulos de Cristo; luego ejerció aún más su poder sobre ellos y los indujo a perseguir a los que permanecían fieles a Dios”. (El conflicto de los siglos, pág. 49)

 

Lo que no sabemos es si eso pasó por haberse olvidado de mirar para arriba, o porque no se percataron a tiempo, o porque todavía no conocían ese método. Tal vez fue por culpa de ese método.

La buena noticia es que hay cosas que sí sabemos con seguridad:

 

Si miráis para arriba, no hacia abajo a vuestras dificultades”, -escrito no está-.

veréis pronto a Jesús extendiendo su mano para ayudaros”. -escrito no está-.

-Satanás tratará de ocultar a Jesús de la vista-. -escrito no está-.

-Satanás arroja sombras a los que tienen la fe adormecida-. -coherente no es-.

-Se le permite a Satanás arrojar su sombra, para que encuentre luz-. -tontería es-.

 

12 Promesas de placer

 

(Satanás) “Se transforma en un ángel de luz, y con engañosas promesas de placer los induce a entrar en su sendero prohibido. Si los jóvenes han formado el hábito de seguir la inclinación antes que el deber, hallarán difícil resistir la tentación. No ven el peligro de entregarse, aunque sea una sola vez, a los placeres prohibidos”. (pág. 80)

 

Satanás le ha engañado, le ha prometido placeres, ¿y recién después la persona entra al sendero prohibido? ¿Y cómo llamaría a lo anterior? Tal vez, sendero de las promesas, o de la inducción, porque dice que Satanás induce a entrar.

La pregunta es, ¿no se puede prohibir también esa entrada? O tal vez prohibir el sendero de la inducción. Al parecer no.

 

No ven el peligro de entregarse”

 

¿Por qué no ven el peligro, no saben que es peligroso? De seguro sí saben, el problema está en que Satanás les ha cegado. Eso significa que, primero les ciega y luego les induce. Entonces la autora se salteó un paso, cuando les ciega. Por eso no se entendía la metáfora del sendero prohibido.

Saber estos detalles es importante, porque el objetivo seguramente es poner en práctica estas enseñanzas. En este caso, puntualmente consiste en evitar que Satanás les ciegue. Eso es lo primero, lo otro puede esperar, porque si no logran eso, están todos en serio peligro, la próxima vez serán capaces de cruzar la calle sin mirar, si no ven el peligro.

 

engañosas promesas de placer”

 

Solo como ejemplo, supongamos que se refiera a las drogas. Si no ven el peligro, no es porque Satanás les haya cegado, el problema está en que no lo creen, o creen poder manejarlo. Matar, está prohibido. ¿Qué tanto puede Satanás disfrazado de ángel, convencer a alguien que no vea el peligro de entrar al terreno prohibido del asesinato?

Eso ya le será más difícil, porque de hacerlo probablemente vaya preso. Eso sí lo creen, eso no lo van a poder manejar. Tampoco van a cruzar esa calle sin mirar, ahí sí ven el peligro.

El asunto es que todos los placeres parecen inofensivos por más prohibidos que estén, no hay nada que parezca más inofensivo que “probar”. Satanás puede no venir disfrazado si no quiere, ya está hecho el trabajo.

Entonces resumiendo, la enseñanza de ese párrafo es: Satanás tienta, algunos ceden. ¿Eso era? ¿Para eso Satanás necesitaba “transformarse” en todo un ángel de luz? Tal vez la autora creía que un ángel de luz era más efectivo cuando se trata de placeres prohibidos.

Todo lo contrario, ahí es cuando un ángel de luz no funciona. Si aparece un ángel a prometer placeres ¿a quién engañaría así? A los creyentes no, porque ellos saben que los ángeles no andan prometiendo placeres prohibidos.

A los incrédulos tampoco, porque esos ya están engañados de antes, además ellos no creen en los ángeles, es decir, en alguien que dice tener un mensaje inspirado por Dios.

A aquellos que han formado el hábito de seguir la inclinación, tampoco. Todas las personas son así de nacimiento. Esos hallarán difícil resistir la tentación, dice la autora, debería haber dicho: los que se han formado el hábito, no resistieron a la tentación, porque también ya está hecho el trabajo.

¿Entonces, cuál es la enseñanza, o dónde está la falla? La falla está en Satanás disfrazado de ángel de luz prometiendo placeres, que tontería. Se nota que a la autora le gustaba mucho decir: “ángel de luz”, a tal punto que lo ponía en cualquier parte.

Sin embargo, hay toda una iglesia cuya doctrina está basada en todas estas creencias. Ya no parece tontería.

Un ángel común, por decirlo así, es una entidad enviada del cielo para anunciar algo. Pero un ángel de luz, viene a mostrar una verdad que estaba oculta, incluso a la vista de todos. Pero Satanás solo se disfraza, luego anuncia una mentira que estaba oculta, así parecerá una verdad cuya revelación proviene de Dios.

Por ejemplo, dice que ciertas actividades o lugares, o incluso ideas, en realidad son trampas de Satanás. Podrían ser: actividades científicas, sociales, musicales, deportivas, o lugares de recreación. El carnaval, el cine, el rock, video juegos, etc.

Los que le creen, salen a anunciar públicamente que esas actividades como satánicas. Suelen decir: -Satanás está allí, no lo ven porque está oculto, está prometiendo alguna gratificación-, no vayan a su terreno porque los alejará de Dios-.

Los que le creen, huyen en sentido opuesto al señalado por ellos, cayendo así en la trampa tendida por Satanás de antemano: refugiarse en un Cristo falso. Ese Cristo será falso, porque no es posible encontrar al Cristo verdadero, después de haber huido de un Satanás falso.

Algunos huyen por las dudas, también caen en la trampa, porque no se puede creer por las dudas. Engañará mucho más fácilmente a esos que ahora creen que Satanás se ha “trasformado” en ángel de luz y anda por ahí, prometiendo placeres.

Algunos apoyan la teoría de Satanás prometiendo placeres, diciendo por ejemplo, que los juegos de video prometen placeres y terminan dañando la mente. Dicen que algunos han llegado a la adicción, otros al suicidio. O tal vez los alejará de Cristo o de la verdad, porque contienen imágenes satánicas, o distracciones maliciosas.

De ser así, debería estar en la lista de cosas que están mal, como cualquier otra cosa que está mal. Habrá que prohibirlas también, ya sea por ley si corresponde, o por normativas de la iglesia si afecta la doctrina.

Por cierto, ya lo han hecho. Entonces, ya no pueden nunca ser cosas que Satanás disfrazado de ángel de luz usa para engañar.

Es como si dijeran que Satanás disfrazado de ángel de luz, engaña a la gente prometiendo que van a llegar más rápido si aceleran sus vehículos a velocidades prohibidas, no viendo el peligro. Así, cada vez que hay un accidente, dicen: ¿vieron que era verdad?

 

13 La máscara

 

Nada es más traicionero que la falacia del pecado. Es el dios de este mundo que engaña, ciega y conduce a la destrucción. Satanás no expone todas sus tentaciones a la vez. Las disfraza con una máscara de bien”. (pág. 81)

 

Falacia del pecado dice la autora. Este podría ser un párrafo bueno para modificar a ver si se arregla, porque está visto ya que la autora no sabía expresarse bien.

Nada más traicionero que la falacia, porque engaña, ciega e instala prejuicios. Debería ser considerado un pecado.

Satanás no expone todas sus tentaciones a la vez, porque así no se puede.

Satanás disfraza al mal, con la máscara del bien ¿entendieron chicos?

 

14 Diversiones y extravagancias

 

(Satanás) Mezcla con diversiones y extravagancias algunas pequeñas ventajas, y las almas engañadas dan como excusa que el tener parte en ellas reporta un gran bien”. (pág. 81)

 

Este debe ser uno de los pocos párrafo escritos por esa autora, en donde aparece un engañado, más o menos, pero engañado por fin. Qué lástima, justo que apareció, en vez de disfrazarse de predicador y salir a engañar a otros, sale a divertirse y a decirles a los otros que hace bien.

Satanás no siempre ofrece diversiones, como dice el libro una y otra y otra vez. ¿Es acaso que la autora no conocía ninguna religión pagana en la que se hacen cosas malas y que a la vez no sean divertidas?

Se nota que los pioneros seguidores de la autora eran personas realmente inofensivas e incluso un poco ingenuas, parecían niños. Debe ser eso porque a cada rato querían salir a jugar.

Las almas engañadas dicen que las diversiones reportan un gran bien. Pues, la ausencia de diversiones no le hará bien tampoco.

Entonces, hagamos un supuesto, privémosle a un joven, o niño, o adolescente, de toda posibilidad de jugar o divertirse, ningún juego, nada de diversiones, cero.

Para empezar nunca será como los demás, eso en sí mismo ya es malo. No sabrá socializar, no reaccionará como los demás, no entenderá a los otros y los otros tampoco le comprenderán a él.

Hará cosas que los otros creerán que las hizo en broma, cuando no lo fue. Por eso, cuando se rían o se sorprendan, no entenderá la razón.

No sabrá cuándo los otros hacen algo por diversión, o solo simulan que es divertido para ocultar alguna maldad o algo vergonzoso. O al revés, él hará cosas que los otros no entenderán, por eso pensarán que es para ocultar algo.

Si va a la escuela, no entenderá por qué los compañeros gritan en el recreo, si en la escuela deberían ir a aprender.

Si es adolescente, no sabrá de qué se ríen los otros. Por qué se burlan, se provocan o se escandalizan. O por qué hacen bromas que él considera agresivas. O por qué le lanzaron una pelota.

Todos creerán que tiene mala actitud, por eso se alejará o le repudiarán a donde sea que vaya. O peor, le llenarán de consejos que sólo le servirán para empeorar la situación. Entonces, el asunto no es si las diversiones le hacen bien o no. El tema es que la ausencia le hará mal.

 

dan como excusa que el tener parte en ellas reporta un gran bien”

 

Elena de White dice lo contrario, todo el tiempo. Para eso, encontró mil excusas.

 

15 La mirada maliciosa

 

Si pudiesen ser abiertos los ojos de los jóvenes engañados, verían ellos la mirada maliciosa y de triunfo con que Satanás contempla su éxito en arruinar a las almas”. (pág. 84)



Apareció otro engañado. Qué lástima que justo cuando abre los ojos, lo primero que ve es a Satanás. Peor en nada pero, ¿no hubiera sido mejor haber visto a los otros?

Podría haber dicho, por ejemplo: si pudiesen abrirse los ojos de los jóvenes engañados, verían la verdad, verían a Cristo en alguien que necesita. O ni siquiera, con ver al que necesita ya alcanza.

Podrían decir lo que dijo el ciego al que Cristo le devolvió la vista. -antes no veía, ahora veo-. Solo hay que imaginarse al ciego que acaba de recuperar la vista diciendo: -cuidado, Satanás anda por ahí, con una mirada maliciosa que espantaría al más valiente.

Pero claro, la autora se refería a otra cosa, aseguraba ver cosas que la gente normal no veía.

De ser así, hay algo que no explicó, otra vez no quedó claro: si pudo ver a Satanás tal cual era ¿cómo supo que era Satanás? Porque podría ser que no era, o no tenía esa mirada, solo le estaba engañando.

La biblia dice que Satanás engaña a todo el mundo, por lo tanto, si no le engañó, no era Satanás. O peor, sí era, pero se disfrazó para hacerle creer que le vio. Aunque de ser así, entonces sí le vio. O no, porque solo le vio con su forma engañosa.

Suena a paradoja. Si no le engañó, no era, porque Satanás engaña siempre. Pero la autora dice que sí era, entonces le engañó.

Pero si le engañó, entonces era, porque Satanás engaña siempre. Pero no pudo haberle visto si le estaba engañando, entonces no era. Y así seguir por la eternidad.

Resumiendo:

Si le estaba engañando, era. Si no le estaba engañando, era también. Qué barbaridad, cualquier cosa le queda bien.

Ahora, suponiendo que no le engañó, y le vio. De todas las miradas que tiene Satanás, esa que describe la autora es justo la que no sirve, porque no la usa nunca. Puede tener una forma inofensiva con mirada dulce, da igual.

Ahora, suponiendo que sí le engañó, lo cual es lo más probable. ¿Por qué Satanás querría engañar a alguien haciéndole creer que se regocija con mirada maliciosa al arruinar las almas? ¿Qué se trae?

Para que le teman y busquen protegerse de esa especie de monstruo invisible de mirada maliciosa. Así seguirán firmes en su iglesia y obedeciendo la doctrina que enseña alguien que vio, personalmente, con sus propios ojos, a Satanás en persona.

Si alguien que ha visto todo eso, no sabe ¿entonces quién? Mientras tanto, el verdadero Satanás se la pasa engañándoles a diestra y siniestra.

 

Y no es de maravillarse, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.” (2 Corintios 11:14)

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