miércoles, 4 de abril de 2012

Enseñanzas anti bíblicas del libro Mensajes para los jóvenes escrito por Elena G. de White.




Los siguientes son algunos párrafos extraídos del libro Mensajes para los jóvenes, que contienen enseñanzas, anti bíblicas. 

Autora: Elena G. de White, fundadora de la iglesia adventista del séptimo día. 



Párrafo 1


(Satanás) Aquí, bajo la apariencia de serpiente, se arrastra imperceptiblemente para corromper la obra de Dios. Hace humanos los milagros y las obras de Cristo. (Pág. 55)


La autora, en el libro no explica lo que significa el término: “hace humanos”, pero se supone que quiere decir que Satanás induce a los evangelizadores a que se enorgullezcan y se atribuyan a sí mimos el logro de la tarea evangelizadora.
Sin embargo, Satanás utiliza otras estratagemas peores que esa. Por ejemplo, hace creer que sólo son errores humanos algunas estratagemas suyas que utiliza para engañar.
El error que la autora comete diciendo lo que dice, no humano. Cualquier error que comete alguien que predica proviene de una artimaña satánica. Satanás no tiene apariencia de serpiente ni se arrastra como asegura la autora, tampoco es imperceptible, al menos no para todos.

Los defensores de Elena de White suelen decir que son errores irrelevantes, pero no lo son. Son errores que utiliza satanás para distraer la atención del creyente para así poder entrar con sus engaños.

Así que modificando levemente el párrafo podría arreglarse:

(Satanás) Aquí, bajo la apariencia de ángel de luz, se anuncia públicamente para corromper la obra de Dios. Trata de hacer creer que son sólo errores humanos sus artimañas para engañar.


 “Y no es de maravillarse, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.” (2 Corintios. 11:14)


Satanás, actúa imperceptiblemente para corromper la obra de Dios, tal como lo dijo la autora, eso es porque actúa disfrazado de ángel de luz. Pero bajo ningún aspecto estará arrastrándose, eso no hace Satanás, más bien andará mostrándose y predicando.


Párrafo 2


Hacer a los padres felices debe ser una de las principales preocupaciones de su vida. (pág. 333)


¿Qué hacen los huérfanos o aquellos abandonados por sus padres cuando escuchan un consejo como ese? Seguramente agachan la cabeza y esperan pacientemente que llegue algún otro mensaje que ellos puedan cumplir.
Hay hogares en donde tanto los padres como los hijos ignoran lo que es la felicidad. O peor aún, tienen un concepto erróneo de la felicidad ¿Cómo pueden esos jóvenes seguir ese consejo?
Los padres malvados y perversos también se muestran felices cuando traman una maldad, si sus hijos siguen el consejo de la autora, se convertirán ellos también en malvados.

Hay padres que proyectan e imponen a sus hijos sus propios sueños, sus dudas, temores y frustraciones. Los moldean con represión, los educan con premios y castigos. Para hacer felices a padres como esos, habrá que seguir sus preceptos, obedecer y asimilar todos sus errores. Los jóvenes que crecen con padres así, si se esfuerzan, podrán seguir el concejo de Elena de White, que es lo peor que les podría pasar, porque asimilarán todos esos errores y metódicamente lo transmitirán a sus hijos después.

Por otra parte, todo lo que dice el párrafo es anti bíblico.


“Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa?” (Mateo 6: 25)


“Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos o tierras por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna”. (Mateo 19: 29)


Párrafo 3


Fíjense una norma elevada.
No se den por satisfechos con alcanzar un bajo nivel. No somos lo que podríamos ser, ni lo que Dios quiere que seamos. (pag.190)


Nótese que el nivel alcanzado y el ser, según el párrafo, están íntimamente relacionados. ¿Cuáles son los parámetros para medir el nivel alcanzado? la única forma es comparándose con los demás, o con lo que uno mismo era antes.


“y les dijo: El que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe a aquel que me envió; porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ése es grande.” (Lucas 9: 48)


Es decir que la idea de compararse con los demás es bíblica.
Pero la biblia también dice: “el mas pequeño, ese es grande”. Todo lo contrario a lo que enseña la autora, porque ella habla de alto nivel.

La autora no solamente ha relacionado el ser con el nivel alcanzado, lo cual es la fórmula elemental con la que se construye el orgullo, sino que dice que todo eso es voluntad de Dios.
Los jóvenes que le crean la autora, confundirán ese nivel alcanzado con el ser, porque para ellos esas dos cosas estarán siempre asociadas. En otras palabras, se convertirán en orgullosos y soberbios, por confundir su propio ser con lo que ha logrado hacer con su vida.

La persona que siga al consejo de Elena de White, estará bien satisfecha con lo que es, alcanzará niveles altos, pero lamentablemente, su orgullo será alto también.
La persona que tenga necesidad espiritual, que tenga dudas sobre su propio ser y que por consiguiente busque satisfacer esa necesidad haciendo y logrando cosas, podrá llenar su vida con un montón de logros, pero no será nunca humilde.

El rico que habló con Cristo, podría haberle enseñado algo a la autora.  Le preguntó: ¿Qué tengo que hacer para heredar el reino de Dios? Era un príncipe, muy rico y también muy religioso, había cumplido todos los mandamientos de Dios desde su juventud. No podemos decir de él que tenía un bajo nivel.  Contrariamente a la enseñanza de Elena de White, la respuesta de Cristo no tenía nada que ver con levantar el nivel.
El mensaje de Cristo fue revelador para él: el nivel que ese hombre había alcanzado era lo que creía ser, estaba identificado con eso, casualmente igual que la autora. Lo que Cristo hiso fue sacarlo de ese lugar para que vuelva a encontrar la humildad.

Si alguno quisiera ser lo que Dios espera que sea, que escuche las palabras de cristo y que las ponga en práctica, de seguro se convertirá en humilde y el más grande para Dios.


Párrafo 4


Deberías dominar tus pensamientos. No será esto tarea fácil; no podrás llevarla a cabo sin un esfuerzo concienzudo y aun severo. Sin embargo, Dios lo requiere de ti. (pag.73)


“Dominar los pensamientos” No existe ni un solo párrafo bíblico que mande o sugiera hacer eso.
Tal vez, la autora se haya inspirado en el siguiente versículo:


 “destruyendo especulaciones y todo razonamiento altivo que se levanta contra el conocimiento de Dios, y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia de Cristo, y estando preparados para castigar toda desobediencia cuando vuestra obediencia sea completa”. (2 Corintios 10: 5 y 6)


Podría confundirse, un pensamiento cautivo a la obediencia de Cristo, con un pensamiento dominado por uno mismo y creer que son la misma cosa. Sin embargo resulta que son situaciones opuestas.
Para poner el pensamiento a la obediencia de Cristo habrá que dejar de dominarlo, habrá que soltarlo y ya no tener control sobre él, es decir lo contrario a los que dice el párrafo.

El párrafo también dice: no será fácil dominar los pensamientos. Eso es verdad, dominar los pensamientos cuesta mucho, cuesta tanto que hay que entregar toda la vida al servicio de esa actividad.
La buena noticia es que tenemos permiso bíblico para dejar de hacerlo. El que lo haga recuperará su vida de vuelta.

Por último se predice que la tarea requerirá “un esfuerzo concienzudo y aun severo”. Es ahí donde queda totalmente en evidencia que hay un error en el mensaje. No puede requerir esfuerzo alguno para nosotros, una tarea que hará Cristo.


Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón;  y hallaréis descanso para vuestras almas.  Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.” (Mateo 11: 29 y 30).


Párrafo 5


Los jóvenes tienen un vasto campo de utilidad, pero no lo ven. ¡Oh, si ejercitasen ahora sus facultades mentales buscando un modo de aproximarse a los pecadores que perecen a fin de darles a conocer el camino de la santidad, y mediante la oración y los ruegos ganar aunque sea un alma para Cristo! (pag.203)


¿Ni siquiera ven el campo y van a mostrar a otros el camino?
Si no lo “ven”, es porque no conocen el camino al reino de Dios. ¿Cómo van a darles a conocer a otros el camino a la santidad, si ellos mismos no lo pueden ver?
Los únicos que no “ven”, son los que no tienen a Cristo. Es que Cristo les da luz a los ciegos. Si esos jóvenes a los que se dirige la autora tuvieran a Cristo, de seguro verían todo lo que tienen que ver.

Como era su costumbre, la autora les manda a evangelizar a los ciegos. Para colmo, en vez de decir, encuentren a Cristo primero, dice: usen sus facultades mentales. ¿De dónde habrá sacado eso?
Las facultades mentales sólo les servirá para profundizar y afirmar el engaño en el que están.


“Y respondiendo El, les dijo: Porque a vosotros se os ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no se les ha concedido.
Porque a cualquiera que tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia; pero a cualquiera que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.
Por eso les hablo en parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden.” (Mateo 13: 11-13)


Párrafo 6


Fíjense un blanco alto (pag.162)


Este párrafo aparenta tener un buen consejo, sin embargo contradice a la enseñanza bíblica.


 “El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; pero no sabes ni de dónde viene ni a dónde va. Así es todo aquel que ha nacido del Espíritu”. (Juan 3:8)


Párrafo 7


Un Carácter noble se obtiene mediante esfuerzos individuales, realizados por los méritos y la gracia de Cristo. Dios nos da talentos y facultades mentales; nosotros formamos el carácter. Lo desarrollamos sosteniendo rudas y severas batallas contra el yo. (pág. 97)


Nosotros formamos un carácter noble, lo hacemos batallando rudamente, pero todo el mérito es de Cristo. ¿Por gracia (concesión gratuita) de Cristo?
Dios: nos da talentos y facultades mentales.
Nosotros: formamos el carácter.
Entonces: ¿Qué tarea le toca a Cristo? ¿por qué se lleva todo el mérito?

Ya que la autora no explica esos detalles, démosle un crédito al párrafo y saquemos la mejor interpretación posible:
Dios nos da talentos y facultades mentales. Todo eso lo obtenemos gracias a los esfuerzos mediáticos e intercesores que hace Cristo con cada individuo, ese es su mérito. Nosotros formaremos un carácter noble, batallando rudamente contra el yo, usando los talentos recibidos.
Hasta acá pareciera que vamos muy bien. Sin embargo no es así, porque todo eso es exactamente lo que no hay que hacer.

Los que hayan formado su carácter con rudas batallas contra el yo hasta vencerlo, sepan que lo han reemplazado por un seudo-yo, que ahora le llaman: carácter noble. Eso es un engaño, porque ese seudo yo, podría no tener nada que ver con Cristo.  
Ese carácter noble no necesita a Cristo, sólo necesita dos elementos, primero, tiene que ser distinto o mejor a lo que había antes, segundo, tiene que ser inalterable. Entonces el resultado puede ser cualquier cosa. El punto es ¿Qué tiene eso que ver con Cristo?
Carácter noble podría tener un caballero inglés, de alta formación intelectual y moral. Cuanto más se compara ese noble con los que no lo son, más noble se verá. Cuanto más distinto y mejor sea ese nuevo carácter comparado con lo que tenía antes, más identificado con ese nuevo estará.
La pregunta es: ¿Cómo hará ese noble para conocer a Cristo? ¿Renunciará a sí mismo? Esa es la única forma.

¿Formar un carácter noble es una enseñanza que viene de Dios? No, porque si así fuera, Dios sería culpable de que mucha gente no conozca a Cristo, por no estar dispuesto a renunciar a sí mismo. También sería culpable de que los que tienen una doctrina engañosa, continúen y se afiancen en ella.
¿Batallar contra el yo, es una enseñanza bíblica? No. La biblia no enseña ni sugiere siquiera nada de eso. La biblia enseña a renunciar a uno mismo, no a formarnos a nosotros mismos.
¿Cristo tiene algo que ver con un carácter noble?


“En efecto, ¿con qué derecho te distingues de los demás? ¿Y qué tienes que no hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?”  (1 Corintios 4:7)


Carácter noble, no solamente es algo que nos distingue de los demás, sino que Elena de White dice que es un logro personal.
La biblia no dice nada acerca de rudas y severas batallas, menos todavía que esas batallas sean contra el “yo”. Más bien dice todo lo contrario.


Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón;  y hallaréis descanso para vuestras almas.  Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.” Mt. 11: 29 y 30.


“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. (Mateo 16:24)


Párrafo 8 (resumido)


Consideren la clase descripta de cristianos profesos, que son descuidados en su persona y en su manera de vestir; negligentes en sus transacciones comerciales, como lo son en su vestir; ordinarios, etc. ¿Creen que si nuestro Salvador estuviese en la tierra los señalaría como la sal de la tierra y la luz del mundo? ¡No, nunca! (pág. 347)


Al decir: “si nuestro salvador estuviera en la tierra”, este párrafo niega la comunión del hombre con Dios a través de Cristo.


Así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.”  (Romanos 12:5)


He aquí que yo estoy con ustedes hasta el fin del mundo” (S. Mateo 28:20)


¿Nuestro salvador deja de cumplir su promesa? ¡No, nunca!

La autora creía que Cristo señaló sólo a alguna gente como la luz del mundo y la sal de la tierra, como si esa condición fuera algo que se habían ganado. Creía que “luz del mundo” era un elogio o un título que sólo algunos se merecían.
Pues no es así, Cristo no estaba elogiando ni destinando sus palabras sólo a uno pocos. 
¿Será posible que la autora creyera en un Cristo histérico? Hay que ser histérico para imaginarse a Cristo dirigiéndose a un grupo de personas, elogiándolos y aprobándolos para que los demás se sientan culpables o reprochados.
Elogiar sólo a una parte de un grupo es un reproche para el resto y viceversa. Reprochar a una parte del grupo es un elogio para el resto.
¿De verdad la autora creía que Cristo hacía eso? ¿Elogiaba a algunos para manifestar su rechazo a otros?


“Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se hará salada otra vez? Ya para nada sirve, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.
Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar” (Mateo 5: 13, 14)


Todos somos luz, ¿Nuestro salvador miente? No, ¡nunca!

La persona que no alumbra es porque tiene esa luz oculta. La luz se oculta detrás del orgullo o de la incredulidad, algunos no alumbran porque sencillamente no saben que son luz. Cristo nos enseñó las dos cosas, primero que somos luz, y segundo que tenemos que mostrarnos.


“Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o la pone debajo de una cama, sino que la pone sobre un candelero para que los que entren vean la luz”. (Lucas 8: 16)


Cuando Cristo dio esa enseñanza a la gente, les estaba enseñando lo que eran en existencia pura, le estaba hablando al verdadero ser que todos tienen, a ese ser humilde que todos tenemos dentro, pero que por motivos diversos ha dejado de ser visible.
Esa vasija mencionada en el párrafo bíblico que oculta la luz, no es otra cosa que el orgullo. Si las personas se despojaran de eso, descubrirían que en realidad son la luz del mundo y la sal de la tierra.

¿Creen que Cristo les diría a los que son descuidados en su persona y en su manera de vestir; negligentes en sus transacciones comerciales, como lo son en su vestir; ordinarios, etc., que son la luz del mundo y la sal de la tierra? Si, ¡siempre!, especialmente a ellos.

Por otra parte, los que se visten con pulcritud, los destacados, los consagrados y otros que se portan como a la autora le gusta, también pudieran ser orgullosos y vanidosos. Sin embargo, según la autora, se han ganado el elogio proveniente de Cristo. Así no querrán cambiar, no querrán perderse de ese elogio. Así nunca abandonarán ese orgullo.
La autora con un solo párrafo ha dejado sin enseñanza bíblica tanto a los descuidados, ordinarios y mal vestidos, como a los que no lo son. Los unos por ser rechazados y los otros por ser elogiados.
Pues todo lo que dice el párrafo jamás podría ser verdad porque Cristo jamás rechaza ni elogia ni mete culpa.


Párrafo 9


En todo momento siguen los ángeles malos nuestros pasos. (pág. 59)


Eso contradice a la biblia:

“Por tanto, someteos a Dios. Resistid, pues, al diablo y huirá de vosotros.” (Santiago 4:7)

Aunque pudiera ser que mientras el diablo huye, los “ángeles malos” sigan nuestros pasos.


Párrafo 10 (resumido) 


El padre celestial tiene derecho sobre ustedes. Les ha dado todo el cielo en una dádiva: la de su amado Hijo. Como retribución a este don infinito les pide obediencia voluntaria. El requiere que hagan debido uso de los privilegios de que disfrutan. Las aptitudes intelectuales y morales son dones de Dios, talentos que se les han confiado para que los aprovechen sabiamente, y no tienen libertad, de dejarlos latentes por falta del debido cultivo. A ustedes les toca decidir si habrán o no de hacer frente fielmente a las pesadas responsabilidades que descansan sobre ustedes. (pág. 36)


El párrafo entero parece un chiste. En principio pareciera haber errores de concepto o del significado de las palabras, ¿pero tanto así?
Una dádiva no necesita recibir una retribución a cambio, mucho menos puede pedírsela, porque de hacerlo, pasaría a ser como una especie de mutua colaboración. Más bien parece un cohecho.
Un don es un regalo, como la gracia, es gratis y no requiere retribución. Ahora, un “don infinito” no requiere, no requirió y no requerirá retribución.

En principio se podría pensar que el párrafo, por torpeza, haya usado la palabra: “retribución”, y no habría que darle tanta importancia. Pero el punto es que no termina allí, porque amplía el concepto y especifica:  

 Don infinito pide obediencia voluntaria

Es una frase contradictoria, parece una burla. Infinito es algo que no termina nunca. ¿En que momento la dádiva hace una pausa en para recibir lo que pide?
¿Y qué pasa si alguien no le da lo que pide?
Es entonces cuando se evidencia la verdad, es allí donde ese don deja de ser infinito.
Al parecer, Los que no retribuyen ese don con obediencia voluntaria, no recibirán “todo el cielo en una dádiva”. Que frágil resulta ser la infinidad de ese don. Que dadiva tan inusual. Que limitado es el alcance de ese Don infinito.
 “No tienen libertad” es la frase que evidencia dónde estuvo el error.


“Entonces Jesús decía a los judíos que habían creído en Él: Si vosotros permanecéis en mi palabra, verdaderamente sois mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” (Juan 8: 31, 32)


“Así que, si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres.” (Juan 8:36)


La verdad nos hará libres. En eso hay que creer, no decidir. No hay que dar ningún tipo de retribución, ni hacer debido uso de los privilegios, ni andar cargando pesadas responsabilidades.
Pero por sobre todas las cosas, no hay que creer lo que dice la autora. La cual dice: “no tienen libertad”.
Para colmo, después dice: “a ustedes les toca decidir”. Es no sólo es una contradicción, sino que es mentira.

Seguramente la autora se inspiró en la parábola de los talentos para dar esta enseñanza, pero al parecer, la malinterpreta.
En la parábola se ve que la persona que escondió el talento fue el más precavido, el único preocupado, se creía honesto cuando en realidad era cobarde, no era libre.
Elena de White dice exactamente eso, no tienen libertad, como si los talentos no fueran herramientas para ser libres. Llega al extremo de decir que el uso de los talentos son: pesadas responsabilidades, lo cual también es anti bíblico.


“Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón;  y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.” (Mateo 11: 29 y 30)


Párrafo 11


a)    (Satanás) Aquí, bajo la apariencia de serpiente, se arrastra imperceptiblemente para corromper la obra de Dios.

b)   Él (Satanás) se ha transformado en un ángel de luz y está engañando y llevando cautivos a miles. (pág. 55)

c)    Satanás se congratula por amor a su propia causa, de que se los considere una ficción. Le conviene que se burlen de el, que lo representen con figuras infantiles, o como un animal. (pág. 50)


Los tres párrafos son anti bíblicos.

a)    Satanás no tiene apariencia de serpiente. Tiene apariencia de verdad cuando en realidad es mentira.
b)    Satanás no se ha trasformado en ángel de luz. Aparenta ser un ángel de luz
c)     La biblia lo representa como serpiente.


Seguramente la autora dijo que Satanás tenía apariencia de serpiente después de haberse olvidado de haber dicho que eso le convenía a Satanás. También podría ser que la autora creyera que las serpientes no eran animales, tal vez creía que eran insectos.

Más allá de que los tres párrafos se contradicen entre sí y con la biblia, el último párrafo dice una verdad incompleta.

“Le conviene que se burlen de él, que lo representen con figuras infantiles”

Claro que le conviene que le representen con figuras y que se burlen. Eso es porque siempre hay predicadores que, espantados ante la presencia de figuras como esas, dirán que son peligrosas y que no conviene tenerlas.  Dirán que Satanás está escondido detrás de esas figuras y que además está haciendo daño a los niños que, ingenuamente, ni siquiera le temen.
En realidad esas figuras infantiles no le hacen daño a nadie, son una ficción, le guste o no a la autora o al mismo Satanás, ninguna figura satánica deja de ser sólo una ficción. Lo que realmente hace daño es la tarea de ese predicador, quien se comportará como si divulgara grandes verdades, como si fuera un enviado del cielo para desenmascarar a Satanás y su escondite.
Satanás disfrazado de ángel de luz no es el predicador, ni tampoco está en esa figura infantil. Está en el mismo anuncio de ese mensaje, es el descubrimiento y divulgación de ese escondite donde supuestamente está Satanás.
Los que no conocen a Cristo y escuchen al predicador, pensarán que está loco o que es tonto, pensarán que los cristianos deben ser todos iguales, creerán que no es Cristo lo que necesitan en sus vidas.

Entonces el objetivo primario de Satanás y su disfraz de ángel de luz, estará cumplido: cerrarles la puerta del reino de Dios a los que no conocen a Cristo.
Ese predicador tampoco entrará, puesto que estará muy ocupado custodiando la puerta y buscando a Satanás escondido en alguna figura infantil o en la tapa de algún disco de rock.
Los seguidores de ese predicador tampoco entrarán, porque estarán huyendo de ese lugar donde está Satanás, creyendo así que Cristo está en otra parte.


Párrafo 12 (resumido)


Pero mientras nuestras mentes no estén en guardia contra los agentes invisibles de Satanás, éstos ganarán nuevo terreno y obrarán maravillas y milagros ante nuestra vista.
Algunos serán tentados a aceptar estas maravillas como procedentes de Dios. Los enfermos serán sanados ante nuestros ojos. (pág. 59)


Esto es un invento de la autora. Satanás no sanó, no sana y no sanará jamás a ningún enfermo.
Aunque la primera parte del párrafo dice una verdad, hay que estar atentos, puesto que vendrán muchos predicadores a engañar, también falsos profetas.


Párrafo 13:


Cristo soportó sin murmurar las pruebas y privaciones de que se quejan muchos jóvenes. Y esta disciplina es la experiencia que necesitan los jóvenes, la que dará firmeza a sus caracteres y los hará como Cristo, fuertes en espíritu para resistir la tentación. (pág. 78)


La palabra “carácter” y su concepto, repetidos ad nauseam en todo el libro, resultan estar siempre en primer plano y equivocadamente relacionado con Cristo.   
La autora, al igual que mucha gente ignorante, confunde firmeza de carácter con fortaleza de carácter, esa es una confusión muy infantil, o más bien de adolescentes.
La fortaleza de carácter tampoco es fortaleza de espíritu.
La firmeza de carácter no le hará como Cristo a nadie, eso es un invento más de la autora.

La experiencia de crecer con privaciones, contrariamente a lo que dice el libro, podría convertir a una persona en reprimida, en sumisa, y en el peor de los casos le bajará la autoestima a grados tan bajos que creerá que todo lo que no tiene es porque no se lo merece.
Puede ser también que se vuelva una persona con un carácter firme o rígido como le gusta a la autora, lo cual en realidad es una debilidad más.

La persona que crece con muchas necesidades y aprende a pelear con la situación y con la vida, se convertirá en un guerrero, será como un gladiador. Su mente adoptará mecanismos de defensa y ataques que no abandonará nunca. Si bien en principio esos mecanismos son efectivos, de grande serán defectos.

Por otra parte, la represión como disciplina es un poderoso formador de temerosos, sumisos, serviles, rebeldes y de ignorantes de la libertad. Esa represión es constantemente utilizada por la autora, aquí se hace aun más presente en la parte del párrafo que dice: “sin murmurar”. 

¿Una persona que está pasando privaciones no puede expresarse libremente? ¿Entonces quien puede hacerlo, los que lo tienen todo?

¿Los jóvenes necesitan disciplinarse con privaciones y para colmo sin quejarse ni murmurar? ¿De dónde habrá sacado la autora esa idea? Se nota que ella nunca pasó privaciones. Al menos no pasó reales privaciones.

Los militares usan ese método, pero allí es distinto, porque para eso previamente ya se han establecido en todos sus educadores y en la milicia entera los códigos de conducta que se requieren y todos respetan.
En ese caso sí, el resultado será la fortaleza, tanto individual como de todo el equipo. Además, para esa actividad en particular, esa disciplina es necesaria por ser el ejército una fuerza.

Pero la autora dirige el mensaje a jóvenes que ni siquiera conoce, que podrían estar pasando situaciones totalmente inapropiadas o inmorales para ellos en sus hogares, donde no hay códigos de conducta ni respeto o enseñanza ninguna. Cualquier militar opinaría que esta enseñanza, así presentada, es perjudicial para un joven.

El párrafo habla de privaciones, pero no especifica nada. ¿De qué privaciones habla la autora? ¿Y si esas privaciones fueran: amor, paz, dignidad, tolerancia, libertad, igualdad, solidaridad o amistad? ¿Que pasa si estuvieran privados de un hogar?
Ellos creerán que está bien tolerarlas en silencio por considerar que posiblemente sean pruebas de Dios. El resultado será devastador.
La autora habla de privaciones y a continuación le agrega una más: “sin murmurar”. Los jóvenes que pasan alguna de esas privaciones mencionadas, para colmo también están privados de uno de sus derechos humanos: libertad de expresión.

La misma autora no concilia esa disciplina con sus propios escritos. Por ejemplo el siguiente.


“Manténganse alejados de la influencia corruptora del mundo”. (pág. 79)

“no debemos exponernos voluntariamente a influencias desfavorables para la formación del carácter cristiano”. (pág. 417)


Primero dice que hay que soportar las privaciones y después se dice que hay que alejarse de las influencias desfavorables.
La situación es contradictoria. Un joven que no tiene un hogar bien constituido, o que vive con una familia corrompida, ese sí, pasará reales privaciones. Pero a la vez, no tendrá un lugar a donde ir que esté lo suficientemente alejado de la influencia corruptora del mundo, porque la corrupción está en su propia casa.

¿Que debe hacer entonces, alejarse o soportar? Cualquiera de las dos opciones obliga al joven a desobedecer a la autora. De seguro se quedará y soportará. Primero porque no tiene a donde ir, pero principalmente porque de seguro no sabe que está en un lugar corrompido.

Por otra parte están los que sí tienen un hogar, tienen un lugar donde refugiarse, pero ellos tampoco podrán cumplir el mandato de soportar en silencio las privaciones, puesto que no pasan reales privaciones.
A no ser que la autora, cuando hablaba de privaciones, se refería a pequeñeces, como ser: caprichitos de adolescentes, salir o volver a la casa a la hora que quieren, etc.
En ese caso la situación empeora aun más, puesto que así, la autora sugiere que Cristo también tuvo esos caprichos, pero los reprimía y callaba, o peor aún, los consideraba privaciones.

¿De que privaciones habla la autora entonces? Cristo nunca deseó algo que no obtuvo. No podría decirse que soportó privaciones, menos aún que las haya requerido como disciplina.
¿Fue Cristo abandonado por sus padres? ¿Creció con padres abusadores? ¿Tuvo que arreglárselas solo, o fue un ignorante en cuanto a las enseñanzas de la biblia?
¿No?, entonces no pasó reales privaciones.

“Pidan”, dice la biblia. “Pidan”, es un mandato bíblico y no solamente un permiso para hacerlo.

El siguiente párrafo bíblico no fomenta en absoluto las privaciones, menos aun el silencio.


“Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”. (Mateo 7: 8)


 “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho.” (S. Juan 15:7)


Elena de White dice: Cristo soportó sin murmurar, pero la biblia dice otra cosa:


“Entonces les dijo: Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte; quedaos aquí y velad conmigo”. (Mateo 26: 38)


Además se contradice con sus propios escritos, por ejemplo el siguiente:


El Hijo inmaculado de Dios tomó sobre sí la carga del pecado. El que había sido uno con Dios, sintió en su alma la terrible separación que hace el pecado entre Dios y el hombre. Esto arrancó de sus labios el angustioso clamor: "¡Dios mío! ¡Dios mío! ¿Por qué me has desamparado?" (El camino a Cristo pág. 10)


¿No era que no había que murmurar? ¿No era que Cristo soportó sin murmurar?


Párrafo 14


Cuando los jóvenes intentan romper con el dominio de Satanás, él redoblará sus tentaciones. Sacando ventaja de la ignorancia y la inexperiencia de ellos, intenta oscurecer la distinción entre el bien y el mal. (pág. 80)


Si se refiere al conocimiento o experiencia en temas seculares, la autora se equivoca. Esos conocimientos no ayudan en nada para liberarse de Satanás.
Si se refiere a temas espirituales, el mensaje no tiene un destinatario. Alguien que está dominado por Satanás y no conoce a Cristo, ¿de dónde sacará la experiencia espiritual que necesita para liberarse de él? De hecho no la tiene.

La situación es una paradoja, los que intentan romper el dominio de Satanás, tienen la desventaja de la inexperiencia. Pero por otro lado, los que ya han logrado romper con ese dominio, tienen la experiencia pero ya no la necesitan.

Las enseñanzas bíblicas refutan todo lo que dice el párrafo, allí se enseña que para encontrar a Cristo no se necesita experiencia ni conocimiento.
El conocimiento que tenían los fariseos, para lo único que les servía era para no encontrar a Cristo. La experiencia no la tenían, sin embargo recurrían a la experiencia de sus maestros y profetas, lo cual evidentemente tampoco servía de nada, al contrario, sumaba en contra.


 Entonces volvieron a decirle al ciego: ¿Qué dices tú del que te abrió los ojos? Y él dijo: Que es profeta.” (S Juan 9:17)

“Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo.” (S Juan 9:25)

“Nosotros sabemos que Dios habló a Moisés, pero en cuanto a éste, no sabemos de dónde es. Respondió el hombre y les dijo: Pues en esto hay algo asombroso, que vosotros no sepáis de dónde es, y sin embargo, a mí me abrió los ojos y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye.”  (Juan 9: 29-31)

 “Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios? Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él?
Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es.
Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró.”
 (S Juan 9: 35-38)


El párrafo bíblico enseña que el ciego, siendo ignorante e inexperto logró encontrar a Cristo. Aún después de esa experiencia parecía no tener muy en claro la distinción entre el bien y el mal.
Por otra parte, los fariseos con todo su conocimiento no podían aceptar a Cristo y ellos tenían realmente bien oscurecida la distinción entre el bien y el mal.
La gente muy instruida también confunde esas cosas. En cuanto a los expertos, mucho más todavía, puesto que para ellos, la experiencia es su verdad.


Párrafo 15


Les gusta tener parte en conversaciones sobre asuntos mundanos.  Pero cuando se introduce el tema de la verdad de Dios, no tienen nada que decir. ¿Por qué tan conversadores en cuanto a asuntos mundanos y tan silenciosos respecto a un tema que debiera preocuparlos en sumo grado, un tema en el cual debería estar empeñada el alma entera? La verdad de Dios no mora en ustedes. (Pág. 131)


El propósito de este párrafo es meter culpa, esa es una errónea forma de evangelizar.
El párrafo dice: “debiera preocuparlos en sumo grado”

La biblia dice:


“Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa?” (Mateo 6:25)


El párrafo dice: “La verdad de Dios no mora en ustedes”

Esa es realmente una mala noticia para todos los que se comportan como se detalla en el párrafo. Sin embargo la biblia dice lo siguiente:


“Un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos.” (Efesios 4: 6)


Dios está en todos, entonces ¿como puede la verdad de Dios no morar en algunos?
La confusión es evidente, Elena de White creía que la verdad de Dios había que transmitirla y enchufársela a la gente. Cuando en realidad, la verdad de Dios la tienen todos, sólo que algunos no lo saben o no cree en ella. Que alguien venga a refutarles esa desdichada creencia. ¿No será una buena noticia?
Que distinto hubiera sido si en vez de decir: “la verdad de Dios no mora en ustedes”, hubiera dicho: la verdad de Dios está en ustedes, crean en eso, búsquenla, úsenla.


Párrafo 16


Jóvenes de ambos sexos, vi que Dios tiene una obra para que ustedes realicen: tomen su cruz y sigan a Cristo, o son indignos de Él. (pág. 204)


Cada vez que en algún párrafo escrito por Elena White dice: “vi”, se refiere a visiones proféticas o inspiraciones divinas que decía tener. Pero en esta ocasión, probablemente lo habría visto escrito en la biblia.


“Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.” (Mateo 10:38)


“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.” (Mateo 16:24)


Con la diferencia que el libro reemplaza: “Si alguno quiere venir en pos de mi” (texto bíblico), por otro texto engañosamente distinto: “Dios tiene una obra para que ustedes realicen”.

El párrafo bíblico habla de negarse a sí mismo, eso es necesario para ser seguidor de Cristo, el párrafo de la autora, deliberadamente olvidó esa parte.
La autora habla de una “obra” que hacer, ¿será que esa “obra” significa: negarse a sí mismo? ¿Esa “obra” puede ser que signifique: tener fe?

La autora utiliza ese término por estrategia, porque también llama “obra” a la tarea evangelizadora y a todas las actividades de la iglesia y sus instituciones.
Así la palabra “obra”, no solamente tiene para los adventistas dos significados, sino que estará incorporado el doble significado en sus mentes como si fueran una sola cosa: tener fe y trabajar al servicio de su iglesia serán para los adventistas, la misma cosa.

El párrafo de la autora es intencionadamente similar al bíblico, precedido por un “vi”. Eso es porque tiene la intención de hacer creer que esas visiones que decía tener provenían de Dios, puesto que coinciden casi exactamente con la biblia.


Párrafo 17


Quizá nos hallemos en situaciones molestas, pues muchos no pueden estar en el ambiente que quisieran; pero no debemos exponernos voluntariamente a influencias desfavorables para la formación del carácter cristiano. (pág. 417)


“no debemos exponernos voluntariamente”

¿Entonces qué quería la autora, que cada vez que estemos expuestos sea solamente por eventualidad del destino? Pues eso es precisamente lo que nunca debería pasar. Contrariamente a lo que dice el párrafo, cuando se está expuesto involuntariamente es cuando las influencias pueden ser desfavorables. 

Lo que la autora enseña es a esconderse, a alejarse ante cualquier situación que podría mal influir en la persona, a eso le llama desarrollar bien el carácter. Pues el joven se acostumbrará a huir, lo hará siempre que pueda, y cuando la mala influencia le agarre por sorpresa o cuando no pueda huir, entonces será victima de ella. Victima otra vez, puesto que la persona que se esconde también lo es.


“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.” (Mateo 16:24)


El mensaje bíblico es totalmente distinto. Una vez que el cristiano haya logrado negarse a sí mismo, entonces estará expuesto a absolutamente todo, voluntariamente; expuesto pero no vulnerable. La autora dice: “no debemos exponernos voluntariamente”.

El que no se expone voluntariamente, podría decirse que, valga el quiasmo, voluntariamente no se expone. Voluntariamente se protege, eso es incompatible con: negarse a sí mismo.

El joven que crece alejado de las malas influencias por haber decidido no exponerse, en realidad construirá una pared a su alrededor que lo mantendrá alejado de los demás. Esa separación lo acompañará toda la vida, convenciéndole así de que ha logrado salirse del mundo.
Pero no se ha salido, ha logrado esconderse bien, o lo que es aun peor, se ha salido para arriba creyéndose superior, así crecerá y se desarrollará en la soberbia creyéndose fuerte. Así también quedará toda la vida y así saldrá a evangelizar después.

El que se niega a sí mismo, hace exactamente lo opuesto, no se esconde, no se refugia ni se aleja, sencillamente porque no necesita hacerlo.
Cristo se expuso a todo voluntariamente y nunca estuvo en situaciones molestas. Toda su vida estuvo expuesta y nada le influenció desfavorablemente.


"Mirad que Yo os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como las serpientes y sencillos como las palomas.” (Mateo 10:16)


¿Puede alguien explicar como se hace para cumplir con esa tarea del cristiano, y a la vez cumplir con lo que dice Elena de White: no exponerse voluntariamente?
¿Cómo puede alguien poner la otra mejilla y a la vez no exponerse voluntariamente?


Párrafo 18


Jesús no comisionará a los santos ángeles a que saquen de apuros a los que no hacen esfuerzo alguno por ayudarse a sí mismos. (pag.51)


Con renunciar a uno mismo ya se soluciona ese problemita, de esa manera, Jesús puede no comisionar a los ángeles esos si no quiere y todos contentos.
El siguiente es un mensaje para los jóvenes, muy distinto al de la señora:


"He aquí, yo estoy á la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere  la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo.”(Apocalipsis 3: 20)


El párrafo de la autora, como tantos otros en el libro, sirve para meter culpa al miembro de la iglesia de la autora. Cada vez que están en apuros, creerán que están así porque no han hecho esfuerzo alguno. Los demás también lo pensarán.
Jesús no está dispuesto a ayudarles y debe ser por algo, pensarán. De seguro se merecen lo que les pasa, son culpables de no hacer esfuerzo alguno.
También sirve para exaltarse a ellos mismos cuando les va bien o cuando logran salir de un apuro, puesto que esto se deberá al esfuerzo realizado.

Sirve también para juzgar a Dios y hallarlo justo, por habernos ayudado  alguna vez a salir de apuros. También se juzgará a Dios y se lo hallará inocente cada vez que veamos a alguien que está en apuros, porque solamente esa persona tendrá toda la culpa.

Pero por sobre todas las cosas sirve para juzgar a Dios y ponerlo a prueba. No faltará alguien que después de haber hecho un esfuerzo terrible para superar alguna situación sin éxito, proteste por no recibir ayuda del cielo. Sus amigos le dirán: no mientas, no has hecho ningún esfuerzo; hasta puede que le digan: no estás en comunión con Dios, le reprocharán su actitud en un dialogo que podría ser similar al de Job y Elifaz.


“Toma ahora la ley de su boca, Y pon sus palabras en tu corazón. Si te volvieres al Omnipotente, serás edificado; Alejarás de tu tienda la aflicción; Tendrás más oro que tierra, Y como piedras de arroyos oro de Ofir; El Todopoderoso será tu defensa, Y tendrás plata en abundancia”. (Job 22: 22-25)

“¿Traerá el hombre provecho a Dios? Al contrario, para sí mismo es provechoso el hombre sabio. ¿Tiene contentamiento el Omnipotente en que tú seas justificado, O provecho de que tú hagas perfectos tus caminos? ¿Acaso te castiga, O viene a juicio contigo, a causa de tu piedad? Por cierto tu malicia es grande, Y tus maldades no tienen fin. Porque sacaste prenda a tus hermanos sin causa, Y despojaste de sus ropas a los desnudos. No diste de beber agua al cansado, Y detuviste el pan al hambriento”. (Job 22: 2-7)


Por otra parte, la respuesta que recibió Job por parte de Dios al final de la historia, demuestra que juzgar a Dios, de cualquier forma en que se haga, es algo que no debe hacerse, puesto que el hombre no posee la capacidad de hacerlo.


“Entonces respondió Jehová a Job desde un torbellino, y dijo: ¿Quién es ése que oscurece el consejo Con palabras sin sabiduría? Ahora ciñe como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y tú me contestarás. ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia”. (Job 38: 1-4)

“Respondió Jehová a Job desde el torbellino, y dijo: Cíñete ahora como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y tú me responderás. ¿Invalidarás tú también mi juicio? ¿Me condenarás a mí, para justificarte tú?” (Job 40: 6-8)


Job había juzgado a Dios por haber procedido con injusticia y haberle hecho pasar por tantas penas sin merecerlo.
Sin embargo si leemos y entendemos bien toda la historia de Job, veremos que en realidad Job había juzgado a Dios desde el mismo principio de la historia. Él creía que Dios le otorgaba tantas bendiciones como recompensa por haber sido tan fiel. Había juzgado a Dios y le había declarado justo. Esa era la mentalidad que Dios tenía que refutarle, la lección que Job tenía que aprender.

“Jesús no comisionará a los santos ángeles a que saquen de apuros a los que no hacen esfuerzo alguno por ayudarse a sí mismos”.

Es evidente que el que cree en lo que dice ese párrafo no ha aprendido nada de Job, porque ante la presencia de alguien a quien le está yendo muy mal dirán:
Jesús ayuda a quien hace un esfuerzo, no puede irle mal. Con esa mentalidad creerán estar juzgando a la persona, sin embargo, sin saberlo, estarán juzgando a Jesús y hallándolo inocente.


Párrafo 19 (resumido)


(A una hija consentida) Tienes un temible informe del año pasado, que está abierto a la vista de la Majestad del Cielo y de las miríadas de ángeles puros e inmaculados. Tienes un registro manchado en el cielo. Allí están anotados todos los pecados que has cometido. (pag.73)


Esto sirve para meter culpa y miedo a los fieles de la iglesia. Da la impresión que fue el mismo Satanás el que escribió este párrafo, al menos eso es algo que se concluye a partir del siguiente párrafo, escrito por la misma autora:


“Cuando Satanás viene a decirte que eres un gran pecador, mira a tu Redentor y habla de sus méritos. Lo que te ayudará será el mirar su luz. Reconoce tu pecado, pero di al enemigo que "Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores" (1 Timoteo 1: 15)”  (El camino a Cristo, pág. 31)


“Cuando Satanás viene a decirte que eres un gran pecador” o porqué no decirlo de otra forma: cuando Satanás viene a decirte que tienes el registro manchado en el cielo.

“Reconoce tu pecado” ¡Pero que barbaridad! Ahora resulta ser que Satanás llama al arrepentimiento a la gente, y la autora aconseja ¡escucharle y hacerle caso!

¿A cual de los dos párrafos tiene que hacerle caso esa hija consentida? ¿Deberá llenarse de miedo por la reprimenda del primer párrafo? ¿O debe hacerle caso a Satanás, como aconseja el segundo párrafo, y reconocer el pecado?

La autora intenta instalar en los jóvenes el temor al daño que sufrirán por parte de Dios como castigo a por haber sido pecadores. Así se manipula muy bien, infundiendo temor, miedo y terror. En otros escritos, la autora dice que la persona que es influenciada por el espíritu, al percatarse de sus pecados, siente terror.


(Párrafo resumido) “Mas cuando el corazón cede a la influencia del Espíritu de Dios, la conciencia se vivifica y el pecador discierne algo de la profundidad y santidad de la sagrada ley de Dios.
El pecador tiene entonces conciencia de la justicia de Jehová y siente terror de aparecer en su iniquidad e impureza delante del que escudriña los corazones”. (El camino a Cristo, pág. 20)


Si es el espíritu el encargado de hacer esa tarea, ¿Por qué la autora intenta hacerlo ella misma? De lograr su cometido, a esa pobre niña le pasará algo parecido a lo que le pasó a Judas Iscariote. Según la autora, él también sintió terror por sus pecados, pero eso no pasó por influencia del espíritu, sino por su propio sentido. Según la autora, esa es una situación que Dios no acepta porque el pecador no se arrepiente de corazón.


“Judas Iscariote, después de traicionar a su Señor, exclamó: "¡He pecado, entregando la sangre inocente!" (S. Mateo 27: 4). Esta confesión fue arrancada a la fuerza de su alma culpable por un tremendo sentido de condenación y una pavorosa expectación de juicio. Las consecuencias que habían de resultarle lo llenaban de terror, pero no experimentó profundo quebrantamiento de corazón, ni dolor de alma por haber traicionado al Hijo inmaculado de Dios y negado al santo de Israel”. (El camino a Cristo, pag.20)


De las dos formas de arrepentirse, la autora declara que la de Judas fue la incorrecta. Luego sin que le temblara mucho la mano, escribió ese párrafo sobre ese temible informe, intentando que los jóvenes tomen precisamente la forma incorrecta de arrepentirse.

Algunos pensarán que, por torpeza, no se dio cuenta del error. Sin embargo podría tratarse de un intento de engaño muy sutil. La autora trataba de hacer creer que ese terror es bueno, porque viene del cielo y es algo que experimente el que se arrepiente de corazón.

Pues todo es una sola mentira. La verdad es que si alguien se acerca a Dios por miedo, seguirá teniendo ese miedo siempre, sólo estará calmado por creer que Dios le acepta a su lado como retribución a su fidelidad.

Pero para un cristiano verdadero, no existe en todo el universo, ni en el cielo ni en la tierra ni en el infierno, algo que merezca ser temido. Sólo Dios.
La biblia enseña que todos tenemos pecados, entonces quiere decir que todos tenemos el registro manchado en el cielo y se ha hecho de nosotros un temible informe. ¿Por qué entonces asustar así a esa niña?


 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros.” (1 Juan 1:8)

“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas”. (Isaías 43:18)

 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos” (Ef.  4:22)


Es evidente que la autora no tenía ni una intención de acercar a esa niña a Cristo. Le tenía odio, su dura reprimenda no era una amonestación sino un castigo, es como si la autora aprovechara la oportunidad para descargar toda su ira contra ella y para eso puso a todo el cielo de su lado y en contra de esa pobre niña.
Por otra parte, todo eso también es un linchamiento, porque las otras niñas que se habían portado bien el año anterior, estarán mirando y suspirando aliviadas de haberse portado bien y así no recibir tremebunda reprimenda y rechazo de todo el cielo, de Dios y todos sus ángeles. Esa es la cultura del terror impuesta por Elena de White.
¿Creía la autora que ella no tenía pecados?
¿Por que la autora en vez de atacar así a esa niña no se atacaba a sí misma? ¿Es acaso que no tenía pecados el año anterior? ¿Por qué no hacía algo ella con todas las manchas que tenía en el cielo?


“Incorporándose Jesús le dijo: Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado? Ella respondió: Nadie, Señor. Jesús le dijo: Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más.” (Juan 8: 10 y 11)


¿Que creen que contestará esa niña si Jesús le preguntara: Nadie te ha condenado?
Probablemente respondería: la fundadora de mi iglesia me ha condenado, el cielo, Dios y todos los ángeles también me han condenado.

Lamentablemente para ella, Jesús no podrá decirle: “tampoco te condeno”

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