Enseñanzas necias del libro: Mensajes
para los jóvenes.
Todos los párrafos pertenecen al libro: Mensajes para los jóvenes de Elena G. de White, fundadora de la iglesia adventista del séptimo día.
Párrafo 1
Hay
diversiones como el baile, los naipes, el ajedrez, las damas, etc. que no
podemos aprobar, porque el cielo las condena. (pag.390)
En vez de, “el cielo las condena”, la autora
debería haber dicho que así opinaba ella, porque esa es una enseñanza que no
está en la biblia.
Elena de White debería haber
dado alguna explicación de tal situación, más todavía si se trata de
situaciones como esa, donde el criterio humano no alcanza para explicar
fácilmente la razón de esa condena.
Esas actividades que allí se
mencionan son actividades pacíficas. No impiden el normal desarrollo de
cualquier relación del ser humano ni les quitan dignidad. Además no atentan
contra la libertad individual o colectiva. Con esas actividades hasta se podría
llegar a fomentar la amistad entre personas de diferentes clases sociales,
posicionándolas en un lugar de igualdad. Tampoco hay indicios de que con esas
actividades se atente contra la solidaridad. ¿Por qué el cielo las condenaría?
Es evidente que la condena
hacia esas actividades no tenía un origen más allá de la mentalidad intolerante
de la autora. Es difícil siquiera imaginarse a un Dios que juzgue, halle
culpable y condene a un hombre al infierno, por haber jugado a las damas o al
ajedrez.
Párrafo 2
Aquellos que
han tentado al demonio a que los tiente, tendrán que hacer esfuerzos
desesperados para libertarse de su poder. Cuando empiecen a trabajar a favor de
sí mismos, acudirán a rescatarlos los ángeles de Dios, a quienes han
entristecido. (pag.58)
Se supone que tentar al
demonio también es un pecado, de manera que el párrafo omitió decir que Satanás
fue quien tentó a aquellos que tentaron al demonio, a no ser que la autora
creyera que alguien puede pecar sin la previa intervención de Satanás, eso sí
que sería realmente original.
El párrafo también omitió
decir que Satanás los tentó también al final, dice que lo han tentado a él,
pero no aclara que Satanás cedió a la tentación, suponemos que sí, de otra
manera no se explica por qué tendrán que liberarse de su poder con tanto
esfuerzo. Claro, cuando Satanás tienta por iniciativa propia es muy zagas, pero
cuando viene tentado, ¡mama mía!
El párrafo se salteó entonces
el primer paso de toda la acción. El párrafo debería ser más o menos así:
-Aquellos a quienes el
demonio ha tentado a que le tienten a que los tiente-.
También habría que agregarle
el último paso. El proceso completo debería quedar así:
-Aquellos que han tentado al
demonio a que los tiente por haber sido tentado a tentarlo y los ha tentado-.
Claro, parece un
trabalenguas, por eso no lo escribió así, no sea que a alguien se le ocurra
leerlo en voz alta.
Más allá de todo este
trabalenguas, el interrogante es inevitable. ¿Cuál es la enseñanza del párrafo?
La respuesta pareciera ser la
misma de siempre, la autora intentaba meter miedo y culpa. Miedo al poder del
demonio, de quien no se libera nadie a no ser que haga esfuerzos desesperados.
Culpa por haber entristecido a los ángeles.
Elena de White siempre
recurría a los demonios cuando quería meter miedo y a los ángeles cuando quería
meter culpa. Aquí vemos que este párrafo no es la excepción.
Alejarse de una persona
manifestando tristeza y dolor por algo que ha hecho, sirve para que esa persona
se sienta culpable, más bien parece la actitud de un histérico más que de un
ángel.
Sin embargo, los ángeles de
la autora, aparte de entristecerse, también están siempre intentando ganar
almas o cuidar al cristiano. Actúan así, primero piden entrar a la casa de los
cristianos, luego buscan y encuentran un buen motivo para ofenderse y alejarse
tristes, cualquier cosa les sirve, no solamente algo malo que hayan hecho,
toman eso como escusa o buena razón para irse, luego vuelven. Eso definitivamente
es histeria.
Esa histeria, que en realidad
estaba en la mente de la autora, ha sido trasladada por ella a los ángeles.
Seguramente porque creía que todas las personas eran iguales, incluso los
ángeles.
Vendrán a rescatarlos los
ángeles, dice la autora. ¿Y a donde se habían ido? ¿Para qué sirven esos
ángeles? Justo cuando más se les necesitaba, se fueron. ¿Dónde estaban los
ángeles cuando Satanás tentó a esos que le tentaron?
Párrafo 3 (resumido)
El verdadero
cristiano no será hallado en el teatro, ni en la sala de billar ni
en salones en donde se juega bolos. Ningún cristiano querría encontrar la
muerte en semejante lugar. Nadie querría ser hallado allí cuando Cristo
venga. ¿No lamentaremos más bien haber malgastado horas preciosas en la
satisfacción del yo, el haber desperdiciado tantas oportunidades que
debidamente aprovechadas nos hubieran asegurado tesoros inmortales?
(pag.396)
La autora confesó,
probablemente sin darse cuenta, que no le importaba nada la manera ni el lugar
ni como mueren los no cristianos. Si un incrédulo muere en semejante lugar no
importa, total su vida ya estaba estropeada, que se muera donde quiera nomás,
da lo mismo. Eso delata su mentalidad soberbia o sectaria.
Aparentemente, de morirse en
ese lugar, el cristiano ya no tendrá oportunidad de salvarse, no importa en
absoluto si toda su vida fue fiel a Dios. Tampoco importa si tiene fe o no. Es
evidente que la autora creía que Cristo no vive todo el tiempo en la persona de
fe, a veces se aleja, y a veces vuelve, dependiendo del lugar en que se
encuentre la persona.
El párrafo insta a dejar de
satisfacer al yo y ponerse a trabajar para ¡asegurarse tesoros inmortales! Como
si eso no fuera una forma de satisfacer al yo. Como si esa seguridad dependiera
de lo que hagamos o dejemos de hacer.
El párrafo tiene un propósito
puntualmente engañoso: Negar la comunión con Dios a través de Cristo. Porque
esa comunión, según el párrafo, dependerá del lugar en que se encuentra la
persona, también de lo que haga o deje de hacer.
Párrafo 4
Si te
complaces en imaginar cosas vanas, permitiendo que tu mente se espacie en temas
impuros, eres hasta cierto grado tan culpable ante Dios como si tus
pensamientos fuesen puestos en práctica. Todo lo que impide la acción es la
falta de oportunidad. (pag.74)
Lo que dice el párrafo no es verdad, porque existen otros
posibles motivos que pueden impedir que esos pensamientos se conviertan en
acción, por ejemplo, la cobardía, la vergüenza, la represión, el miedo, la
conveniencia, la obediencia, la duda, la culpa adelantada, la elección de no
hacerlo, el dominio propio. etc.
Supongamos que un joven de
familia cristiana tiene fantasías impuras y se encuentra con la oportunidad de
llevarlas a la acción, pero no las lleva a cabo por cobardía, o para que en la
iglesia no le señalen, o para que sus padres no se enojen, o porque simplemente
decide no hacerlo. Luego de leer y creer lo que dice Elena de White, supondrá
que sus pensamientos no son tan impuros, si lo fueran ya los habría llevado a
la acción.
Ese joven se convertirá en un
reprimido con la aprobación de la autora, pero creerá que tiene la aprobación
de Dios. Creerá que la represión es el camino del verdadero cristiano. Creerá
que su cobardía es en realidad un triunfo sobre la situación pecaminosa. Se
convertirá en pusilánime y creerá que eso es un logro.
Lo mismo pasará si ese joven
no llevara a cabo sus fantasías por razón de la culpa, es decir, se sentiría
culpable si lo hiciera. Entonces creerá haber triunfado, y más todavía si ve a
otros hacer lo que él no hace, porque se sentirá victorioso al compararse con
ellos. La culpa, que en realidad le carcome la existencia misma, le manipula y
le mata, será para ese joven una razón de victoria, una virtud.
“para que ya no seamos niños
fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema
de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error” (Ef. 4:14)
Párrafo 5
(resumido)
Hay que
evitar tentaciones innecesarias (párrafo sacado del título).
Manténganse
alejados de la influencia corruptora del mundo. No vayan espontáneamente a donde
las fuerzas del enemigo se hallan poderosamente atrincheradas. No
vayan adonde han de ser tentados y descarriados. (pág. 79 y 80)
El párrafo habla de
tentaciones innecesarias, eso quiere decir que hay tentaciones necesarias. Eso
es para que se eduquen todos aquellos que creen que eso no existe. Claro que
existen; por ejemplo, para que alguien se exponga a tentaciones innecesarias,
primero es necesario que sea tentado a hacerlo.
La pregunta surge otra vez
¿Quién tienta a esa persona a que se exponga a tentaciones innecesarias?
Cuando dice,
“espontáneamente” la autora confiesa finalmente que ella creía que se podía
pecar sin la intervención de Satanás.
Nadie va espontáneamente a donde
está Satanás atrincherado, eso en un disparate de la autora. Si alguien va a
algún lugar y allí se descarría, es porque Satanás le ha tentado, no puede
haber otra manera.
Si alguien va a algún lugar
espontáneamente, es porque ya está descarriado. Satanás le guía. ¿A dónde creía
la autora que van espontáneamente los descarriados por Satanás? ¿A lugares de
diversión como creía la autora? No, a las iglesias, allí es donde Satanás
quiere que esté su gente.
La autora podría haber dado
un mejor consejo, podría haber dicho: Tengan cuidado de no ir espontáneamente a
ningún lugar, ni siquiera a una iglesia, otórguense el derecho de dudar de todo
lo que hagan espontáneamente o compulsivamente.
En cuanto a lo último: “No vayan adonde han de ser tentados y
descarriados”, eso tampoco se puede hacer. A no ser que la autora de esos
escritos creyera que dentro de su iglesia Satanás no tienta y nadie se
descarría. También pudiera ser que la autora creyera que si alguien es tentado
dentro de las iglesias estaría padeciendo tentaciones necesarias.
Párrafo 6
La música es
una bendición si se aprovecha bien, pero con frecuencia resulta uno de los más
atrayentes instrumentos de Satanás para hacer caer a las almas. Cuando se abusa
de ella, conduce a los que no son consagrados al orgullo, la
vanidad y a la frivolidad. (pag.293)
Hay que aclarar que dentro de
la comunidad adventista, hay personas que
no están del todo convencidos de la creencia ni muy instruidos en la doctrina, pero
aun así están yendo a la iglesia, son los nuevos fieles, a ellos se les llama no
consagrados.
La autora predice que se les
conducirá a la “vanidad” a los no consagrados que han sido víctimas del abuso
de la música. ¿Pero qué hay de los abusadores? ¿Qué pecado les toca
atribuirles?
De ellos no dice nada, al
parecer son inocentes. Han sabido desaprovechar la bendición, han descarriado a
los no consagrados, han abusado de una actividad bendita y aun así, siguen
siendo consagrados.
El día que la iglesia necesite
de gente consagrada y se presente gente como esa, quédense nomás con los
vanidosos aquellos, como mal menor.
El párrafo anterior decía:
“No vayan adonde han de ser tentados y descarriados”. (pág. 80)
Este es un muy buen momento
para no decir nada más, no sea que a los adventistas no consagrados se les
ocurra no ir más a la iglesia.
Párrafo 7
Dios no nos
ha dado las facultades racionales para que permanezcan ociosas, no para que
las pervirtamos en la persecución de fines terrenales y rastreros. Sino para
que puedan ser desarrolladas hasta lo sumo, refinadas, santificadas,
ennoblecidas y empleadas en el fomento de los intereses de su reino. (pág. 190)
Las facultades racionales
nunca están ociosas. Excepto que la persona esté desmayada o en coma. De todas
maneras habría que aclarar que Dios no nos ha dado las facultades racionales
para eso que dice allí. Lo hiso para que seamos distintos a los animales o
plantas. Si estuvieran ociosas no nos diferenciaríamos mucho de un vegetal.
Los animales o plantas no
tienen la capacidad de separarse de Dios o pecar, el ser humano sí, justamente
porque es el único que tiene facultades racionales.
Absolutamente todos los seres
humanos, adultos y niños, tienen la capacidad de estar en comunión con Dios. No
se necesita desarrollar nada previamente. Sólo se necesita una cosa para
acercarse a Cristo: tener necesidad espiritual.
Sólo se necesita una cosa para
estar en completa comunión con Dios, creer.
Párrafo 8
Si Satanás
lanzara un ataque abierto y atrevido al cristianismo, llevaría al
cristiano afligido y agonizante a los pies de su
Redentor, y el poderoso y fuerte Libertador haría huir atemorizado al
osado adversario. (pág. 55)
Aunque el párrafo no explica cómo
sería un ataque abierto y atrevido, podríamos deducir que la autora creía que
Satanás tenía una forma determinada, seguramente aterradora y espantosa. Presentarse
así, de forma visible, sería la forma atrevida. De otra manera no se explica
por qué dice que un ataque de Satanás llevaría al cristiano a los pies de su
Redentor. Se supone que Satanás logra justamente lo contrario.
Si lo que dice Elena de White
fuera verdad, entonces Satanás, podría ser el mejor sacerdote de la historia de
la humanidad, porque asustaría tanto que todos irían corriendo a los pies de
Jesucristo. Es decir que Satanás tendría la capacidad de ganar almas para
Cristo. De alguna manera, la autora está diciendo que no lo hace por astucia.
Sin embargo pareciera que no
es tan astuto, porque si Satanás tuviera la forma que la autora creía y así se
mostrara, entonces no se estaría disfrazando de ángel de luz, ni estaría
engañando ya a nadie. Por lo tanto la biblia mentiría. Satanás podría
aprovechar esa situación presentándose
abiertamente para después denunciar a la biblia como falsa y a Dios como
mentiroso. Eso sí, sería astucia.
Pero se equivoca, Satanás
sólo puede engañar, no puede dejar de hacerlo, de manera que cuando se
presenta, lo hace de la única manera que puede, mintiendo y engañando.
La única explicación coherente
que se le podría dar a ese párrafo es que cuando la autora usa los términos “ataque
abierto y atrevido”, estaría diciendo: mintiendo mucho y engañando mucho
también, aunque así quedaría pendiente la explicación de cómo es que un
cristiano al que han engañado mucho vaya a los pies del Libertador, más bien
irá hacia otro lado.
Sólo se puede creer en lo que
dice ese párrafo si se tiene una imagen determinada de Satanás. Esa imagen es
falsa, cualquier imagen de Satanás es falsa. Los que crean en esa imagen
creerán en un Satanás falso, huirán de él hacia el otro lado, hacia el
verdadero, eso es astucia, no de Satanás sino de Elena de White.
Párrafo 9
(Satanás) Afectará
de un modo maravilloso los cuerpos de aquellos que se inclinan naturalmente
a ejecutar sus mandatos. Satanás se congratula por amor a su propia causa, de
que se los considere una ficción. Le conviene que se burlen de él, que lo
representen con figuras infantiles, o como un animal. (pág. 50)
La creencia de que “Satanás afectará de un modo maravilloso
los cuerpos” es un invento de la autora, para colmo, el párrafo dice que
eso les pasará a los que se “inclinan
naturalmente” a ejecutar los mandatos de Satanás, pero no explica lo que
eso significa. Debe ser otro invento más de la autora.
El párrafo, por ultimo dice una
verdad a medias. Es verdad que a Satanás le conviene que lo representen con
figuras infantiles y otras no tan infantiles, por ejemplo podrían ser figuras
aterradoras, monstruos o cosas como esas, también le conviene que se burlen de
él como dice la autora. Pero la autora no explica por qué le conviene.
Es porque nunca falta alguno
que en vez de burlarse, le teme y denuncia que en realidad, Satanás está allí
escondido en esa figura.
Esa tarea suele estar a cargo
de esos predicadores que se levantan en contra de todas esas figuras para
denunciarlas como satánicas. Suelen decir que no son figuras inocentes, sino
que verdaderamente Satanás está allí escondido, dicen; está engañando, está
haciéndose pasar por inofensivo cuando no lo es, está tergiversando su imagen.
Finalmente dicen: ¡témanle!, desháganse de ellas.
Son esos predicadores, los
mismos que dicen haberle visto a Satanás en las figuras infantiles de Halloween
o en la tapa de los discos de rock, aunque últimamente también suelen verlo en
el baile de carnaval y otros.
Claro que le conviene a
Satanás, porque con esas figuras se logra engañar al predicador y a todos los
que lo escuchen. También engañará a los que no les crean, quienes pensarán que
el cristianismo sólo sirve para creer en tonterías.
La biblia representa a
Satanás como una serpiente, aparentemente Elena White, quien decía tener
inspiración divina, no tuvo en cuenta ese detalle cuando dijo que a Satanás le
convenía que lo representen como a un animal. Aunque también pudiera ser que a
finales del siglo diecinueve, la gente no supiera que las serpientes eran
animales.
Párrafo 10
Se debe
enseñar a los alumnos que ellos no son átomos independientes, sino que cada uno
es una hebra de hilo que ha de unirse con otras para completar una tela. En
ningún departamento puede ser dada esta instrucción con más eficacia que en el
internado escolar. (pág. 403)
Si el objetivo del internado es
aprender que cada quien tiene que cumplir un rol individual en virtud de un objetivo
en común, sepan que en ningún departamento puede ser dada esta instrucción con
más eficacia que en el internado escolar militar. Allí aprenderán todos a ser
parte de un gran mecanismo que dará como resultado una gran fuerza, la cual es
necesaria y su propósito planificado desde un principio.
Pero si enseñanza tiene que
ver con las actividades de cada persona en la sociedad civil, habría que
enseñarles a los jóvenes que no hace falta internarse en ningún lugar para
aprender eso, se aprende en cualquier escuela, o incluso en la calle.
Si no aprende eso, no importa,
porque la sociedad igual se encargará de posicionarles en las filas de obreros,
trabajadores, hacedores de lo que sea que hagan y lo mantendrán muy ocupados al
servicio de esa causa que se llama sociedad y que la reivindicarán como
indispensable y funcional a todos. Actuarán al servicio de ese todo, aun sin
saberlo.
Esa sociedad querida y amada
por los más beneficiados por ella, o por sus funcionarios, estará amenazada
cada vez que aparezca alguien deshilachado, con ideas nuevas o muy poco útil a
su funcionamiento. Ese deshilachado será rechazado o atacado por todos, porque
las personas tienden a defender lo establecido, aun sin saber si lo establecido
es lo correcto.
La educación común y pública
se dedica casi exclusivamente a eso. Hacer de cada quien una parte funcional de
la sociedad, premiando a los mejores y castigando a los que no se adaptan.
¿Pero qué pasa si en su
iglesia apareciera un santo, un profeta o simplemente alguien que trate de cambiar
algo que está mal pero que todos aceptan y defienden sin siquiera saber la
razón? Lamentablemente quedará sin cabida.
El contexto en donde aparece
ese párrafo, la autora enseña a los jóvenes que aprendan a socializar. ¿Por qué
creía ella que no aprenderían solos?
Es porque desde chicos los
adventistas aprenden a no mezclarse con la gente del mundo, de no haber sido
separado desde chicos de la sociedad en general no necesitarían ese concejo.
Sin embargo, la parte
patética está en que la autora quería que a prendan a socializar por una
cuestión de estrategia.
“Especialmente aquellos que han gustado el amor de Cristo
debieran desarrollar sus facultades sociales; pues de esta manera pueden ganar
almas para el Salvador”. (Pág. 403)
Los adventistas aprenden a
socializar para así tener llegada para ganar almas para Cristo. ¿Y qué pasó con
todo eso de amar a los enemigos o negarse a sí mismo?
Aparentemente la autora le
tenía más fe a la educación de los colegios de internados que a Cristo.
Los alumnos de esos
internados seguramente tendrán éxito evangelizando, pero lamentablemente los
primeros engañados serán ellos, el internado escolar es el mejor lugar para
lograr eso. Los segundos engañados serán las personas a las que logren
influenciar.
Las personas guiadas por el
espíritu, están al servicio de Cristo, no necesitan aprender a socializar, encontrarán
el sincronismo en su tarea aun sin habérselo propuesto, estarán unidas sí, pero
en un sólo cuerpo con Cristo. El internado escolar es el peor lugar para
aprender eso.
Párrafo 11
Las ciencias
de la frenología, la psicología y el mesmerismo han sido el conducto por el
cual Satanás se ha llegado más directamente a esta generación (pág. 55)
Puede que este párrafo sea
anacrónico, la profetiza Elena de White seguramente estaba refiriéndose a lo
que acontecía sólo en su época, sin embargo es demasiado injusto con la
psicología, ciencia que hoy en día la practican incluso los adventistas. Es una
injusticia semejante a los que denunciaban a la alquimia como satánica, ciencia
que es antecesora de la química.
Párrafo 12
Si Satanás
ve que está en peligro de perder un alma, se esfuerza hasta lo infinito por
conservarla. Satanás teme perder un cautivo y pide un refuerzo de sus ángeles
para cercar a la pobre alma y formar a su alrededor un muro de tinieblas. Pero
si el que está en peligro persevera, y en su impotencia y debilidad
confía en los méritos de la sangre de Cristo, Jesús escucha la ferviente
oración de fe y envía un refuerzo a aquellos ángeles que sobresalen en
fuerza para librarlo. (pág. 51)
El párrafo transgrede la lógica
de la doctrina cristiana. El párrafo habla de una persona perseverante, que
confía en los méritos de la sangre de Cristo, que ora fervientemente, pero la
autora la llama débil e impotente, a tal punto de tener que recurrir a los
ángeles por ayuda. Sin embargo, según la doctrina cristiana, la persona así
descripta, no es débil ni impotente.
La pregunta es casi inevitable:
¿La venida de Cristo al mundo, su muerte y triunfo sobre Satanás, para que se
hiso? Porque así como está planteado el panorama, no pareciera que Cristo haya
triunfado. Tampoco pareciera muy importante conocer sus enseñanzas. Más bien resulta
ser que librarse de Satanás es posible porque, al parecer, Cristo tiene un
ejército más numeroso o más poderoso.
Otra pregunta inevitable,
¿Por qué Satanás rodea a esa alma sólo cuando ve que la está por perder? ¿Para
inmovilizarla? Que falta de estrategia, si la rodeara antes tal vez no entraría
en peligro de perderla ¿Qué estaban haciendo antes de rodear a esa persona? Se
nota que es verdad nomás que Satanás no tiene muchos ángeles, ¿cuantos habrá?
Seguramente, ahora en la actualidad debe estar cada vez más débil, es que en el
mundo hay mucho más gente que en la época de Elena de White.
“Envía un refuerzo”, dice. Al parecer la autora creía que
Cristo vive en el cielo y desde allá mira todo lo que pasa abajo, evalúa la
situación y si es oportuno envía más ángeles. Esa es una forma concreta de
negar la comunión con Cristo.
“Así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos
miembros los unos de los otros.” (Romanos 12:5)
Párrafo 13
Cristo fue
el mayor educador que jamás haya conocido el mundo. (pág. 168)
Que particular punto de
vista, más de uno después de leer ese párrafo se habrá acordado de aquel árbol
del conocimiento del bien y del mal que estaba en el jardín del Edén.
Al parecer la autora no
conocía la diferencia entre un educador y un maestro, o la diferencia entre un
alumno y un discípulo.
Mayor educador, dice, calificándolo de grande. Sin embargo, calificar a
Cristo como educador, o mayor educador, en realidad es rebajarlo a niveles tan
inferiores que lo descalifica totalmente. No lo merece, su verdadera obra es
así violentada por un comentario elogioso que tiene ganas de disfrazarse de
alabanza. La autora continuamente en sus escritos elogia a Cristo, esto es
porque quiere agradar a cualquier precio, no a Cristo, sino a los que creen en
ella.
Párrafo 14
No nos
sentiríamos tan seguros si pudieran abrirse nuestros ojos para discernir
a los ángeles caídos cuando trabajan con aquellos que viven descansadamente y
se consideran
seguros. (pág.58)
Como era su costumbre, la
autora utilizaba a Satanás para meter miedo. También intentaba hacer creer que
ella veía cosas satánicas que los cristianos comunes no podían.
Los cristianos comunes
también pueden abrir los ojos, se hace con fe. No hay nada que alguien con fe
en Cristo no pueda ver, porque Él les da vista a los ciegos.
Las personas a las que la
autora reprende en el párrafo, obviamente no tienen fe, pero creen que se
salvarán porque todo el tiempo le dicen que su iglesia es la correcta y las
demás son falsas, entonces algunos de sus miembros, en vez de creer en Cristo,
creen en la doctrina y así se creen salvos.
La enseñanza de ese párrafo
pareciera estar arreglando ese error. Sin embargo, empeora más la situación.
Los miembros de su iglesia, haciéndole caso a la autora, se pondrán a trabajar al
servicio de su iglesia o en lo que ellos consideran que es la obra de Cristo y
así creerán que Satanás no trabaja con ellos, porque no viven descansadamente.
Por increíble que parezca, la
autora en vez de enseñarles cómo se hace para encontrar a Cristo, enseña cómo
se hace para huir de Satanás. Los que le crean, en vez de trabajar para Cristo
por amor, trabajarán por miedo a Satanás y sus ángeles. En vez de ver a Cristo
en algún necesitado, verá a los ángeles caídos trabajando a su alrededor. En
vez de trabajar por amor al prójimo, lo harán para salvarse ellos.
Entonces, por culpa de la
autora, seguirán sin fe. Con el agravante de que Satanás trabajará aún más a
través de ellos, porque estarán más activos.
“Muchos me dirán en aquel día: ``Señor, Señor, ¿no
profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu
nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: ``Jamás os conocí;
APARTAOS DE MI, LOS QUE PRACTICAIS LA INIQUIDAD.” (Mateo 7: 22, 23)
Párrafo 15
(resumido)
No hay
bendición alguna otorgada por Dios al hombre, ni prueba permitida por Él, que
Satanás no pueda ni desee aprovechar para tentar. En consecuencia, por
grande que sea la luz espiritual de uno, por mucho que
goce del favor y de las bendiciones divinas, debe andar siempre humildemente
ante
el señor.
(pág. 60)
Así no funciona la doctrina
cristiana. La autora asume que hay personas que tienen la capacidad de poseer
gran luz espiritual, sin ser humildes. Eso es evidencia de que la autora confunde
“luz espiritual” con el conocimiento
de la doctrina bíblica.
Sin embargo, el párrafo podría
estar dirigido a cambiar la mentalidad de algunos que creen que han recibido
bendiciones de parte de Dios como premio por haber sido buenos. Ciertamente esa
sería una enseñanza muy oportuna para los cristianos de nuestra época.
De todas maneras, muy
sutilmente lo que enseña es párrafo es justamente lo contrario, porque adjudica
esas bendiciones a su postura cristiana, lo insinúa cuando dice: “debe andar siempre”, asumiendo que
alguna vez anduvo humildemente ante el señor y de allí provienen las
bendiciones.
Párrafo 16
Los más
débiles creyentes en la verdad, cuando piden humildemente ayuda al
poderoso Vencedor, pueden, confiando firmemente en Cristo, rechazar con éxito a
Satanás y a toda su hueste. (pág. 49)
Este párrafo no tiene lógica
con la doctrina cristiana. Porque alguien humilde que confía firmemente en
Cristo, no puede a la vez, ser el más débil creyente.
Es obvio que el párrafo
cuando dice “débil”, se refiere a una persona con escaso nivel cultural o
conocimiento de la biblia. Más de lo mismo.
De todas maneras, modificando
levemente el párrafo se puede arreglar el error, quedaría más o menos así:
Los más débiles creyentes en la verdad, cuando piden
humildemente ayuda al poderoso Vencedor, pueden, confiando firmemente en
Cristo, dejar de serlo.
Las personas, cuando piden humildemente ayuda al poderoso
Vencedor, pueden, confiando firmemente en Cristo, rechazar con éxito a Satanás
y a toda su hueste.
Si los más débiles pueden
rechazar a Satanás y a toda su hueste, entonces es una pena que el párrafo no
explique lo que podría llegar a hacer un creyente fuerte.
Párrafo 17
Ni los
hombres perversos ni los demonios pueden obstaculizar la obra de Dios ni
impedir su presencia en las asambleas de su pueblo, si éste, con corazón
contrito y sumiso, confiesa y aparta sus pecados, y reclama con fe sus
promesas. (pág. 131)
Este párrafo deja en
evidencia la mentalidad soberbia y sectaria de la autora.
Llama perversos a los que son
virtualmente capaces de obstaculizar la obra de Dios, los agrupa en un mismo
conjunto donde están los demonios. Después insta a los miembros del pueblo de
Dios, que aún no han apartado sus pecados, a que se arrepientan y se confiesen.
Como si estos últimos no fueran también perversos y socios de los demonios;
como si aquellos perversos no pudieran también apartar sus pecados y pertenecer
al pueblo de Dios.
Insinúa que los que no han
apartado ni confesado sus pecados pueden ser parte del pueblo de Dios. Además,
da a entender que se necesita hombres perversos que no pertenecen al pueblo de
Dios para impedir su presencia en las asambleas.
No hace falta que vengan los
demonios ni hombres perversos para obstaculizar su obra, alcanza y sobra con
esos pecadores no confesos ni arrepentidos que están dentro de la iglesia y se
hacen llamar miembros de su pueblo.
La explicación es simple, la
autora pretendía hacer creer que el pueblo de Dios está identificado en algún
grupo religioso, los adventistas. Quienes eventualmente, tienen permiso de no
confesar sus pecados, no tener fe, no tener el corazón contrito, y aun así
seguir perteneciendo al pueblo de Dios.
Párrafo 18
El señor no
desea que siempre seamos novicios. Desea que alcancen la cima de la excelencia.
Desea que alcancen el más alto peldaño de la escalera, para que desde allí puedan trasladarse
de un paso al reino de Dios. (pág. 162)
Esto es doctrina anti bíblica.
Hace más de dos mil años que estamos a un paso del reino de Dios. No existen
tantos peldaños para entrar, el reino de Dios ya está aquí.
Para entrar no se necesita
excelencia ni estar en el peldaño más alto de ninguna escalera. Se entra con un
solo paso, con humildad y valentía, eso lo puede hacer cualquier novicio que
tenga necesidad espiritual.
Los que no pertenecen al
pueblo de Dios, pertenecen al mundo. No existe un tercer lugar. El novicio ese
al que se refiere el párrafo está fuera del reino, obviamente es un mundano. Sin
embargo el párrafo lo ¡insta a crecer!, el resultado será que se hará aún más
mundano. Una vez alcanzado el objetivo deseado, propuesto por la autora, creerá
que estaba cumpliendo con lo que El Señor quería, creerá que su excelencia es
símbolo de pertenencia al reino.
A la autora bien le hubiera
venido saber interpretar el párrafo bíblico donde se relata el encuentro de
Cristo con el rico. Ese creyó haber subido esa escalera y que se encontraba ya
a un paso del reino de Dios.
Estaba a un paso sí, pero tanto
él como cualquier novicio están a un paso.
El que estaba crucificado con
Cristo, ese también entró al reino ¿Qué tantos pasos pudo haber dado estando
crucificado?
Aunque no está mal la idea de
la escalera, a la autora por ejemplo, bien le hubiera venido tomarla de regreso
hasta el primer peldaño y bajar al suelo, de ser posible sin calzado, quedarse
ahí un rato y ver como se ve todo desde la humildad. Sin dudas habría visto que
estaba adentro del reino.
Párrafo 19
Jesús
condenaba la complacencia propia en todas sus formas; sin embargo era de
naturaleza sociable. (pág. 382)
El párrafo es contundente.
Pero la verdad también lo es: Jesús no condenaba la complacencia propia en
todas sus formas. Tampoco era de naturaleza sociable.
Lo única parte no contundente
del párrafo, es la frase “sin embargo”.
En principio no se entiende porqué está allí, no hay razón para haber empleado
ese término justo en ese lugar.
Se le escapó, no se dio
cuenta, eso es para que aprendan los hipócritas y sepan que siempre habrá un
momento en que se delatan.
La explicación está en que la
autora solía denunciar, muy reiteradamente, que las reuniones sociales y la
complacencia propia suelen estar unidas entre sí y siempre son hechas con fines
placenteros. La frase “sin embargo”,
confiesa sin querer, que las dos ideas: reuniones sociales y placer, estaban
íntimamente relacionadas en la mentalidad de la autora.
Claro está, había que dejar
exento a Cristo de esa búsqueda de placer en las reuniones sociales, por eso,
muy pragmáticamente utiliza el término “naturaleza
sociable”.
Párrafo 20
El (Satanás)
es demasiado astuto para presentarse abierta y osadamente con sus tentaciones,
pues se despertarían entonces las adormecidas energías del cristiano, y
confiaría en el fuerte y poderoso Libertador. Pero Satanás se presenta
inadvertidamente y trabaja disfrazado a través de los hijos de la desobediencia
que hacen profesión de piedad. (Pág. 50)
La autora explica en este
párrafo, que en su congregación hay personas que se dicen creyentes pero no lo
son, para colmo pasan desapercibidos. Sin embargo en otras partes del libro
insta a no parecerse a los mundanos y a diferenciarse de ellos de la forma más
notoria posible. Entonces es por culpa de ella que esos mundanos pasan tan
inadvertidos.
“Los cristianos
son fieles en su trato con sus hermanos y con el mundo. En su vestido evitan lo
superfluo y ostentoso. La línea de demarcación entre una clase tal y el mundo
será demasiado clara para ser confundida”. (pág. 347)
Esa actividad de
diferenciarse de los mundanos es absurda como pocas por ser imposible de
hacerse. Pero lo llamativo es que con este párrafo queda demostrado que, por
más que se intente, no se tiene éxito, porque de todas maneras los incrédulos
al servicio de Satanás estarán muy cerca, engañando y pasando desapercibidos.
Aunque viéndolo desde otro
punto de vista, es posible que ese haya sido el propósito original, lograr que los
incrédulos queden camuflados dentro de las iglesias para poder engañar más
eficazmente.
La autora refiriéndose a
algunos mundanos dice lo siguiente:
“La vida de las nueve décimas partes de los que son devotos
de la moda, es una mentira viviente. Diariamente practican el engaño, el
fraude, pues quieren aparentar lo que no son”. (pág. 357)
Refiriéndose a algunos
cristianos dice:
“pueden asistir a fiestas de placer, espectáculos y otros
lugares de diversión mundanal, y el ojo más avizor no alcanza a discernir
diferencia alguna entre su apariencia y la de los incrédulos”. (pág. 372)
La autora pide que se haga
visible una línea de demarcación que, claro está, no existe, es un invento más
de ella. Pero lo llamativo es que ella misma admite que no existe, cuando dice
que los hijos de la desobediencia, manipulados por Satanás, pasan inadvertidos.
Es más, señala otra falsa línea de demarcación al decir: hijos de la
desobediencia, como si los obedientes no pudieran también estar engañados y
engañar, como si Satanás no trabajara también a través de esos.
También dice que los devotos
a la moda son mentiras vivientes, pero resulta que en su congregación también
hay de esos, son esos hijos de la desobediencia que pasan desapercibidos.
Además, el ojo avizor ese, al
final resulta que no avizora nada, pues tampoco avizora a los hijos de la
desobediencia que están en su propia iglesia, ellos pasan inadvertidos. Menos
mal que era el más avizor.
Aunque el párrafo no define
el significado del término: “presentarse abierto
y osado”, podríamos suponer que la autora creía que Satanás tenía una forma
espantosa, pero no se presentaba así por astucia.
Si eso fuera verdad, entonces
bien podría Satanás presentarse abierta y osadamente, para luego decirles a
todos que la biblia miente, puesto que allí dice que no hay verdad en Satanás, sino
que engaña siempre. Dios quedaría como mentiroso, eso sí sería actuar con
astucia, porque todos los que, espantados, después de despertar sus adormecidas
energías para confiar en el fuerte y poderoso Libertador, empezarían a
desconfiar.
Finalmente, como siempre, el
párrafo ni menciona al engaño, tampoco dice que los engañados son instrumentos
de Satanás. Nótese que dice: “hijos de la
desobediencia”. Eso deja a los engañados obedientes que sigan nomás con su
engaño, puesto que el mensaje no es para ellos. Creerán que Satanás no trabaja
a través de ellos, así seguirán engañados y seguirán engañando a otros.
La parábola del hijo pródigo
podría haberle enseñado a la autora que los obedientes también pueden estar
engañados.
Párrafo 21
Nunca
debemos sancionar el pecado por nuestras palabras o nuestros hechos, nuestro
silencio o nuestra presencia. (pág. 401)
¿Estará este párrafo mal
traducido al español?
Sin silencio, palabras,
hechos ni presencia. La forma de poner en práctica esa orden sería, alejarse
tarareando.
Aunque eso tampoco está bien,
porque alejarse es una acción, un hecho.
La única forma sería,
quedarse paradito sin decir nada. Entonces si alguien viene a decirnos que no
estamos cumpliendo la orden, pues estamos sancionando el pecado con el silencio
y la presencia, le contestaremos: -no lo estoy sancionando, lo estoy tolerando.
Párrafo 22
Entre los
placeres más peligrosos se encuentra el teatro. En vez de ser una escuela
de moralidad y virtud como a menudo se dice, es el foco mismo de la
inmoralidad. Estos entretenimientos fortalecen y confirman hábitos viciosos y propensiones
pecaminosas.
El amor por
estas escenas aumenta con cada participación en ellas, así como el deseo de las
bebidas intoxicantes se fortalece con su uso. La única conducta segura es
evitar el teatro, el circo y cualquier otro lugar dudoso de diversión.
Hay formas
de recreación muy benéficas para el cuerpo y la mente. Una mente iluminada, discernidora,
hallará abundantes medios de entretenimiento y diversión. (pág. 378)
La autora considera que los
hábitos viciosos son malos. Es verdad, pero no dice nada malo los que asisten a
la iglesia regularmente por haberse creado ese hábito vicioso. Tampoco llama
peligrosa a la iglesia, por haber creado ese hábito en sus fieles. Debería
haberlo hecho, puesto que también en su propia iglesia hay propensiones
pecaminosas, la misma autora lo admite.
“Satanás se presenta inadvertidamente y trabaja disfrazado a
través de los hijos de la desobediencia que hacen profesión de piedad”. (Pág. 50)
Refiriéndose al teatro dice
lo siguiente:
“En vez de ser una escuela de moralidad y virtud como a menudo se dice,
es el foco mismo de la inmoralidad”
Debería haber dicho eso
último, pero refiriéndose a su propia iglesia.
El mismo Satanás está en la
iglesia, trabajando y haciendo daño, además tiene la ventaja de pasar
desapercibido, el lugar es mucho peor que el teatro.
La enseñanza del párrafo no
es otra cosa más que una manifestación de la mentalidad sectaria de la autora.
El objetivo es lograr que el creyente de su iglesia desconfíe de antemano de
las actividades mundanales para después darle crédito, también de antemano, a la
doctrina de su iglesia, más allá de lo que se diga en la iglesia o de lo que se
haga en el teatro.
Por otra parte, el párrafo
insta a tener iluminada la mente para poder discernir y encontrar medios de
entretenimiento. Excelente consejo, aunque se quedó corta, la mente iluminada
sirve para cada instante de la vida misma. Pero por sobre todas las cosas para
evitar ir a una iglesia engañosa. Otra vez, la autora sobre eso no dice nada.
La autora dice que se puede encontrar
abundantes medios de entretenimiento y diversión. Sin embargo en otras partes
del libro dice lo siguiente:
“Si dedican al placer y las diversiones la preciosa mente que debería ser fortalecida por un
propósito elevado y noble, degradan las
facultades que Dios les ha dado y se hacen culpables a su vista, porque no mejoran sus talentos mediante un
uso sabio”.
(pág. 39)
“(Satanás) Mezcla con
diversiones y extravagancias algunas pequeñas ventajas, y las almas engañadas dan como excusa que el
tener parte en ellas reporta un gran bien”. (pág. 81)
Tales jóvenes hallarán eterna
perdición. ¿Qué le parecerán sus diversiones
en aquel día cuando el Juez de toda la tierra recompense a cada hombre de
acuerdo con sus acciones?” (pág. 40)
Párrafo 23
Ruego a los
alumnos de nuestras escuelas que manifiesten seriedad. La frivolidad de los jóvenes no
agrada a Dios. Sus deportes y juegos abren la puerta a un raudal de
tentaciones. Poseen una dote celestial de Dios en sus facultades intelectuales
y no deben permitir que sus pensamientos sean triviales y bajos.
Las partidas
de placer bajas y comunes, las reuniones para comer y beber, los cantos y la
música de instrumentos, son inspiradas por un espíritu que procede de lo bajo.
Son una ofrenda a Satanás. (pág. 380)
La explicación más sensata
para este párrafo, es que la autora seguramente solía escribir en estado de
ebriedad. Lo cual habría la puerta a un raudal de tentaciones y así sacaba a
relucir su desmedido odio que poseía hacia la humanidad.
Párrafo 24
No hay nada
que Cristo desee tanto como agentes que representen al mundo su Espíritu y
carácter. No hay nada que el mundo necesite tanto como la manifestación del
amor del Salvador mediante la humanidad. (Pág. 37)
Este enunciado, que pareciera
estar mezclando una anáfora con un quiasmo, en realidad mezcla conceptos a fin
de mostrarse creíble por ser tan contundentes y casi poéticos. Sin embargo, así
como están planteadas las cosas, pareciera que el deseo de Cristo se ha quedado
corto o la necesidad del mundo es demasiada.
Con razón la biblia dice que
los cristianos deben salirse del mundo, porque el deseo de Cristo y la
necesidad del mundo, al parecer, son incompatibles. Cristo desea cosas para el
mundo que a este no le satisface y el mundo necesita cosas de Cristo que Él no
desea que tenga.
Dada la tremenda necesidad
del mundo, casi imposible de satisfacer ¿No podría Cristo desear cosas más
grandes? Podríamos proponerle cosas nuevas a Cristo, por ejemplo, que desee que
el mundo obtenga lo que necesita. Así se cambiaría esta situación tan
desafortunada para el mundo, porque al parecer tiene necesidades ajenas a los
deseos de Cristo.
Supongamos que la situación
sea al revés. Por un lado, que el mayor deseo de Cristo sea que el mundo manifieste
el amor del Salvador mediante la humanidad. Por otra parte, que mundo necesite
agentes que representen el Espíritu y carácter de Cristo. No cambia nada, sigue
todo igual.
Entonces supongamos que la
situación sea levemente modificada. Por un lado, que el mayor deseo de Cristo
sea que el mundo necesite agentes que representen su Espíritu y carácter. Por
otro lado, que el mundo necesite que Cristo desee que la humanidad manifieste
el amor del Salvador. Las dos situaciones son factibles de cumplirse de
inmediato por separado, pero lamentablemente no cuando están juntas.
Por lo tanto hagamos una
propuesta más práctica, que Cristo desee que la necesidad del mundo se
satisfaga y que el mundo necesite que Cristo lo desee. Se pone peor, porque el
cumplimiento de cualquiera de las dos partes perpetúa la situación, Cristo
seguirá deseando lo que ya existe y el mundo no necesitará lo que recibe.
Al final está bien nomás todo
lo que dice el párrafo, así el mayor deseo de Cristo se cumplirá y el mundo que
reviente.
Párrafo 25
Se separan
de Dios y de los cuidados vigilantes de los ángeles de Dios, y Satanás,
que siempre está al acecho para destruir las almas empieza a presentarles sus
engaños y los pone en serio peligro. (pag.57, 58)
Se encuentran separados de
Dios, y eso que Satanás recién está por empezar a presentarles sus engaños. Sólo hay que
imaginarse lo que pasará con ellos después que ya estén bien engañados. De ser
verdad lo que dice el párrafo, habría que avisarle a Satanás que está llegando
un poco tarde.
¿Puede alguien separarse de
Dios y no estar ya engañado? Suponiendo que pudiera, entonces: ¿Por qué Satanás
querría engañar a alguien que no está con Dios? ¿No sería mejor para su causa
dejarlo tranquilo?
La única explicación sería
que la autora, en vez de decir, se separan de la iglesia, dijo se separan de
Dios, otra vez recurriendo al método de confundir los términos.
Este párrafo es un ejemplo
más de la vieja costumbre de la autora, cada vez que quería meter miedo
recurría a Satanás. Eso es muy evidente por haber usado frases como: “serio
peligro”, “destruir las almas”, para manipular intimidando a los miembros de su
iglesia y así conservarlos.
Confundir esos dos términos:
“separarse de Dios” y separarse de la iglesia, tiene un objetivo engañoso,
hacer creer al miembro de la iglesia de la autora que está con Dios por el
hecho de asistir a la iglesia, por participar de todas sus actividades,
obedecer sus mandatos o doctrinas y cumplir con los deberes del cristiano que
allí se enseña.
Este no es el único término
que la autora manipula y tergiversa. El más común en sus escritos es la palabra
“mundo”, que para ella significaba todo lo que no pertenecía a su iglesia o sus
instituciones, hasta incluso llamaba “mundo”, a la gente que no era de su
iglesia.
“La
apariencia exterior es frecuentemente un índice de lo que es la mente, y
deberíamos cuidar lo que exponemos para que el mundo juzgue nuestra fe”. (pag.344)
Todos los términos que la
autora tergiversa tienen algo en común, el verdadero significado de las
palabras o términos bíblicos son modificados para convertirse en algo que tiene
que ver directamente con su iglesia y sus actividades, sus instituciones y su
gente.
La palabra “verdad”, también
es mal interpretada o tergiversada en sus escritos. La autora dice “verdad”,
cada vez que se refiere a la doctrina cristiana, o de la doctrina adventista.
Sus escritos llaman “reino de
Dios” a un nuevo mundo venidero después de la segunda venida de Cristo, en el
cual los adventistas irán a vivir cuando la tierra sea destruida.
“Humildad”, es interpretado
como si eso fuera un comportamiento poco ostentoso o poco llamativo. Humildad,
es considerada por los adventistas casi siempre como una actividad que oculta
algo ante los demás, actitud propia de los adventistas. La autora ha llegado al
extremo de llamar a Cristo: humilde, según ella, por ocultar lo que
verdaderamente era.
“Hijo pródigo”, es para sus
escritos, un cristiano que eventualmente no está yendo a la iglesia.
“Luz”, conocimiento de la
doctrina cristiana o bíblica.
“Luz del mundo” son los
cristianos obedientes.
“tibios” son los cristianos
que van a la iglesia pero no participan mucho de sus actividades. También llama
así a los no sinceros.
“pueblo de Dios” para Elena
de White son los adventistas.
Párrafo 26
(resumido)
Los jóvenes
observadores del sábado que han cedido a la influencia del mundo tendrán
que ser probados. Los peligros de los postreros días están por
sobrecogernos.
Profesan
esperar al Hijo del Hombre; no obstante, algunos de ellos han sido un miserable
ejemplo para los incrédulos. No han estado dispuestos a renunciar al mundo, sino
que se han unido a él asistiendo a picnics y otras reuniones de
placer, lisonjeándose de que participan de diversiones inocentes. Sin
embargo son precisamente estas complacencias las que los separan de
Dios, y los hacen hijos de este siglo. (pág. 373)
Siguen las amenazas. El
párrafo miente, porque según la biblia, los que verdaderos cristianos son los
que serán probados, no esos que el párrafo menciona.
Cristo también tuvo que ser
probado y eso que no cedió a la influencia del mundo, la misma autora lo dice:
“Cristo soportó sin murmurar las pruebas y privaciones de que se quejan muchos jóvenes”. (pág. 78)
El único objetivo de esa amenaza
es meter miedo a los que supuestamente están cediendo a la influencia del
mundo. Lo peor es que seguramente la autora ha tenido éxito, así que habría que
advertirles a los jóvenes que, ceder ante la influencia del mundo o ante el
miedo, es exactamente el mismo error.
En este párrafo se evidencia
que la autora creía que “mundo” era
todo lo que no tenía que ver con las actividades de su iglesia. Directamente
contrasta la acción de renunciar al mundo, con asistir a picnics, los presenta
como si fueran opuestos.
“Se han unido al mundo asistiendo a picnics”
Sin embargo, asistir a
picnics y otras reuniones de placer, no necesariamente nos unirá al mundo, dejando
de asistir no nos liberará de él. Asistiendo a una iglesia tampoco
necesariamente nos librará del mundo. Lo que nos separa de Dios es el engaño
del diablo, no las complacencias que ahí se mencionan.
El párrafo se contradice con
otro del mismo libro:
Reúnanse
varias familias que viven en una ciudad o pueblo, dejen las ocupaciones que las
han estado abrumando física y mentalmente y hagan una excursión al campo a
orillas de algún hermoso lago o un lindo bosque que sea un bello escenario de
la naturaleza. Deberían proveerse de alimento sencillo e higiénico, de las
mejores frutas y cereales y tender su mesa bajo la sombra de algún árbol o el
pabellón del cielo. El viaje, el ejercicio y el paisaje estimularán el apetito
y gozarán de una comida que los reyes envidiarían. (pag.390, 391)
Se nota que la autora no pasó
muchas necesidades cuando era niña. De otra manera aconsejaría otras cosas, por
ejemplo, ir a proveer de alimentos o de alguna ropa a los chicos con hambre que
no pueden ir de excursión ni a la escuela y que tienen el apetito estimulado
igualmente; cualquier fruta, no importa si no son las mejores, les vendrá bien.
Toda esa actividad que la
autora propone, se llama picnic, es el mismo picnic del párrafo anterior, pero
descripto con otras palabras, eso es todo. Sin embargo este último párrafo
genera una duda: ¿Esos consejos vienen de Dios?
Los jóvenes que no tienen
familia con quien reunirse, no podrán seguir este consejo, se quedarán mirando
como otros cumplen los consejos que Dios dio, a través de la Señora Elena de
White, quien se decía profetiza.
Tampoco podrán asistir a
picnic o reuniones de placer, por miedo a convertirse en hijos de este siglo.
Toda esta situación problemática y confusa, seguramente les abrumará
mentalmente; les deja prácticamente excluidos de esa actividad social. ¿Propuso
la autora alguna solución para ellos?
Esos que están comiendo y
gozando a orillas de un hermoso lago en el picnic propuesto por la autora,
aparte de estar ganándose la envidia de los reyes ¿Qué están haciendo por esos
que no tienen familia?
La diferencia entre un picnic
bueno y uno malo no tiene nada que ver con las comidas higiénicas, ni con el
gozo prometido en unos de los párrafos ni con lo placentero de las reuniones
condenados en el otro.
Muy probablemente haya
verdaderos seguidores de Cristo tanto en uno de los picnics como en el otro.
Por otra parte, también es probable que haya gente mundana en medio de
cualquiera de los dos grupos. Sin embargo la autora, de manera muy poco
pragmática, ha dado primero la aprobación y después la condena a la misma
actividad.
Rechazar a los picnics tiene
un solo propósito, dividir a la gente en dos grupos, los adventistas rechazaran
no solamente a los picnics sino también a toda la gente que realice esa
actividad mundana. Después aprobarán a toda la gente que realice el otro
picnic, el de los cristianos. Eso es ser sectario.
Algún día estarán en un
picnic como ese que propone la autora, se encontrarán con sus pares de otras
familias, se congratularán mutuamente por participar de algo tan noble y
aprobado por Dios, terminarán la jornada realmente complacidos.
Sin embargo otro día, se
encontrarán con jóvenes que están en un picnic pero no como el de ellos, por
ejemplo podrían estar haciendo reunidos también, pero tomando bebidas
alcohólicas, jugando a las cartas, hablando de temas triviales, escuchando
música rítmica, bailando y hasta drogándose. Esos serán, para los seguidores de
Elena de White, dignos de rechazo.
Entre esos jóvenes rechazados
e incluso despreciados, podría haber alguno con muchísimas necesidades de amor,
podría no conocer a Cristo, incluso hasta podría estar sufriendo aun estando en
el picnic. Los seguidores de Elena de White, en vez de amarlos, los rechazarán
por creer que ellos no pertenecen al reino de Dios.
Por otra parte aprobarán a
los suyos, tendrán la creencia arraigada de que esas dos posturas mentales,
maniqueas, rígidas y firmes, totalmente opuestas, son cosas que Dios aprueba,
creerán haber renunciado al mundo por no ir a un picnic, pero definitivamente
no han renunciado a sí mismos.
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