domingo, 8 de abril de 2012

Enseñanzas necias del libro: Mensajes para los jóvenes




Enseñanzas necias del libro: Mensajes para los jóvenes.

Todos los párrafos pertenecen al libro: Mensajes para los jóvenes de Elena G. de White, fundadora de la iglesia adventista del séptimo día.



Párrafo 1


Hay diversiones como el baile, los naipes, el ajedrez, las damas, etc. que no podemos aprobar, porque el cielo las condena. (pag.390)


En vez de, “el cielo las condena”, la autora debería haber dicho que así opinaba ella, porque esa es una enseñanza que no está en la biblia.
Elena de White debería haber dado alguna explicación de tal situación, más todavía si se trata de situaciones como esa, donde el criterio humano no alcanza para explicar fácilmente la razón de esa condena.
Esas actividades que allí se mencionan son actividades pacíficas. No impiden el normal desarrollo de cualquier relación del ser humano ni les quitan dignidad. Además no atentan contra la libertad individual o colectiva. Con esas actividades hasta se podría llegar a fomentar la amistad entre personas de diferentes clases sociales, posicionándolas en un lugar de igualdad. Tampoco hay indicios de que con esas actividades se atente contra la solidaridad. ¿Por qué el cielo las condenaría?

Es evidente que la condena hacia esas actividades no tenía un origen más allá de la mentalidad intolerante de la autora. Es difícil siquiera imaginarse a un Dios que juzgue, halle culpable y condene a un hombre al infierno, por haber jugado a las damas o al ajedrez.


Párrafo 2


Aquellos que han tentado al demonio a que los tiente, tendrán que hacer esfuerzos desesperados para libertarse de su poder. Cuando empiecen a trabajar a favor de sí mismos, acudirán a rescatarlos los ángeles de Dios, a quienes han entristecido. (pag.58)


Se supone que tentar al demonio también es un pecado, de manera que el párrafo omitió decir que Satanás fue quien tentó a aquellos que tentaron al demonio, a no ser que la autora creyera que alguien puede pecar sin la previa intervención de Satanás, eso sí que sería realmente original.
El párrafo también omitió decir que Satanás los tentó también al final, dice que lo han tentado a él, pero no aclara que Satanás cedió a la tentación, suponemos que sí, de otra manera no se explica por qué tendrán que liberarse de su poder con tanto esfuerzo. Claro, cuando Satanás tienta por iniciativa propia es muy zagas, pero cuando viene tentado, ¡mama mía!

El párrafo se salteó entonces el primer paso de toda la acción. El párrafo debería ser más o menos así:

-Aquellos a quienes el demonio ha tentado a que le tienten a que los tiente-.

También habría que agregarle el último paso. El proceso completo debería quedar así:

-Aquellos que han tentado al demonio a que los tiente por haber sido tentado a tentarlo y los ha tentado-.

Claro, parece un trabalenguas, por eso no lo escribió así, no sea que a alguien se le ocurra leerlo en voz alta.
Más allá de todo este trabalenguas, el interrogante es inevitable. ¿Cuál es la enseñanza del párrafo?
La respuesta pareciera ser la misma de siempre, la autora intentaba meter miedo y culpa. Miedo al poder del demonio, de quien no se libera nadie a no ser que haga esfuerzos desesperados. Culpa por haber entristecido a los ángeles.

Elena de White siempre recurría a los demonios cuando quería meter miedo y a los ángeles cuando quería meter culpa. Aquí vemos que este párrafo no es la excepción.
Alejarse de una persona manifestando tristeza y dolor por algo que ha hecho, sirve para que esa persona se sienta culpable, más bien parece la actitud de un histérico más que de un ángel.
Sin embargo, los ángeles de la autora, aparte de entristecerse, también están siempre intentando ganar almas o cuidar al cristiano. Actúan así, primero piden entrar a la casa de los cristianos, luego buscan y encuentran un buen motivo para ofenderse y alejarse tristes, cualquier cosa les sirve, no solamente algo malo que hayan hecho, toman eso como escusa o buena razón para irse, luego vuelven. Eso definitivamente es histeria.
Esa histeria, que en realidad estaba en la mente de la autora, ha sido trasladada por ella a los ángeles. Seguramente porque creía que todas las personas eran iguales, incluso los ángeles.
Vendrán a rescatarlos los ángeles, dice la autora. ¿Y a donde se habían ido? ¿Para qué sirven esos ángeles? Justo cuando más se les necesitaba, se fueron. ¿Dónde estaban los ángeles cuando Satanás tentó a esos que le tentaron?


Párrafo 3 (resumido)


El verdadero cristiano no será hallado en el teatro, ni en la sala de billar ni en salones en donde se juega bolos. Ningún cristiano querría encontrar la muerte en semejante lugar. Nadie querría ser hallado allí cuando Cristo venga. ¿No lamentaremos más bien haber malgastado horas preciosas en la satisfacción del yo, el haber desperdiciado tantas oportunidades que debidamente aprovechadas nos hubieran asegurado tesoros inmortales? (pag.396)


La autora confesó, probablemente sin darse cuenta, que no le importaba nada la manera ni el lugar ni como mueren los no cristianos. Si un incrédulo muere en semejante lugar no importa, total su vida ya estaba estropeada, que se muera donde quiera nomás, da lo mismo. Eso delata su mentalidad soberbia o sectaria.

Aparentemente, de morirse en ese lugar, el cristiano ya no tendrá oportunidad de salvarse, no importa en absoluto si toda su vida fue fiel a Dios. Tampoco importa si tiene fe o no. Es evidente que la autora creía que Cristo no vive todo el tiempo en la persona de fe, a veces se aleja, y a veces vuelve, dependiendo del lugar en que se encuentre la persona.

El párrafo insta a dejar de satisfacer al yo y ponerse a trabajar para ¡asegurarse tesoros inmortales! Como si eso no fuera una forma de satisfacer al yo. Como si esa seguridad dependiera de lo que hagamos o dejemos de hacer.

El párrafo tiene un propósito puntualmente engañoso: Negar la comunión con Dios a través de Cristo. Porque esa comunión, según el párrafo, dependerá del lugar en que se encuentra la persona, también de lo que haga o deje de hacer.


Párrafo 4


Si te complaces en imaginar cosas vanas, permitiendo que tu mente se espacie en temas impuros, eres hasta cierto grado tan culpable ante Dios como si tus pensamientos fuesen puestos en práctica. Todo lo que impide la acción es la falta de oportunidad. (pag.74)


Lo que dice el párrafo no es verdad, porque existen otros posibles motivos que pueden impedir que esos pensamientos se conviertan en acción, por ejemplo, la cobardía, la vergüenza, la represión, el miedo, la conveniencia, la obediencia, la duda, la culpa adelantada, la elección de no hacerlo, el dominio propio. etc.

Supongamos que un joven de familia cristiana tiene fantasías impuras y se encuentra con la oportunidad de llevarlas a la acción, pero no las lleva a cabo por cobardía, o para que en la iglesia no le señalen, o para que sus padres no se enojen, o porque simplemente decide no hacerlo. Luego de leer y creer lo que dice Elena de White, supondrá que sus pensamientos no son tan impuros, si lo fueran ya los habría llevado a la acción.
Ese joven se convertirá en un reprimido con la aprobación de la autora, pero creerá que tiene la aprobación de Dios. Creerá que la represión es el camino del verdadero cristiano. Creerá que su cobardía es en realidad un triunfo sobre la situación pecaminosa. Se convertirá en pusilánime y creerá que eso es un logro.

Lo mismo pasará si ese joven no llevara a cabo sus fantasías por razón de la culpa, es decir, se sentiría culpable si lo hiciera. Entonces creerá haber triunfado, y más todavía si ve a otros hacer lo que él no hace, porque se sentirá victorioso al compararse con ellos. La culpa, que en realidad le carcome la existencia misma, le manipula y le mata, será para ese joven una razón de victoria, una virtud.


“para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error”  (Ef. 4:14)


Párrafo 5 (resumido)


Hay que evitar tentaciones innecesarias (párrafo sacado del título).
Manténganse alejados de la influencia corruptora del mundo. No vayan espontáneamente a donde las fuerzas del enemigo se hallan poderosamente atrincheradas. No vayan adonde han de ser tentados y descarriados. (pág. 79 y 80)


El párrafo habla de tentaciones innecesarias, eso quiere decir que hay tentaciones necesarias. Eso es para que se eduquen todos aquellos que creen que eso no existe. Claro que existen; por ejemplo, para que alguien se exponga a tentaciones innecesarias, primero es necesario que sea tentado a hacerlo.

La pregunta surge otra vez ¿Quién tienta a esa persona a que se exponga a tentaciones innecesarias?
Cuando dice, “espontáneamente” la autora confiesa finalmente que ella creía que se podía pecar sin la intervención de Satanás.
Nadie va espontáneamente a donde está Satanás atrincherado, eso en un disparate de la autora. Si alguien va a algún lugar y allí se descarría, es porque Satanás le ha tentado, no puede haber otra manera.
Si alguien va a algún lugar espontáneamente, es porque ya está descarriado. Satanás le guía. ¿A dónde creía la autora que van espontáneamente los descarriados por Satanás? ¿A lugares de diversión como creía la autora? No, a las iglesias, allí es donde Satanás quiere que esté su gente.
La autora podría haber dado un mejor consejo, podría haber dicho: Tengan cuidado de no ir espontáneamente a ningún lugar, ni siquiera a una iglesia, otórguense el derecho de dudar de todo lo que hagan espontáneamente o compulsivamente.

En cuanto a lo último: “No vayan adonde han de ser tentados y descarriados”, eso tampoco se puede hacer. A no ser que la autora de esos escritos creyera que dentro de su iglesia Satanás no tienta y nadie se descarría. También pudiera ser que la autora creyera que si alguien es tentado dentro de las iglesias estaría padeciendo tentaciones necesarias.


Párrafo 6


La música es una bendición si se aprovecha bien, pero con frecuencia resulta uno de los más atrayentes instrumentos de Satanás para hacer caer a las almas. Cuando se abusa de ella, conduce a los que no son consagrados al orgullo, la vanidad y a la frivolidad. (pag.293)


Hay que aclarar que dentro de la comunidad adventista, hay personas  que no están del todo convencidos de la creencia ni muy instruidos en la doctrina, pero aun así están yendo a la iglesia, son los nuevos fieles, a ellos se les llama no consagrados.

La autora predice que se les conducirá a la “vanidad” a los no consagrados que han sido víctimas del abuso de la música. ¿Pero qué hay de los abusadores? ¿Qué pecado les toca atribuirles?
De ellos no dice nada, al parecer son inocentes. Han sabido desaprovechar la bendición, han descarriado a los no consagrados, han abusado de una actividad bendita y aun así, siguen siendo consagrados.
El día que la iglesia necesite de gente consagrada y se presente gente como esa, quédense nomás con los vanidosos aquellos, como mal menor.

El párrafo anterior decía:

No vayan adonde han de ser tentados y descarriados”. (pág. 80)

Este es un muy buen momento para no decir nada más, no sea que a los adventistas no consagrados se les ocurra no ir más a la iglesia.


Párrafo 7


Dios no nos ha dado las facultades racionales para que permanezcan ociosas, no para que las pervirtamos en la persecución de fines terrenales y rastreros. Sino para que puedan ser desarrolladas hasta lo sumo, refinadas, santificadas, ennoblecidas y empleadas en el fomento de los intereses de su reino. (pág. 190)


Las facultades racionales nunca están ociosas. Excepto que la persona esté desmayada o en coma. De todas maneras habría que aclarar que Dios no nos ha dado las facultades racionales para eso que dice allí. Lo hiso para que seamos distintos a los animales o plantas. Si estuvieran ociosas no nos diferenciaríamos mucho de un vegetal.

Los animales o plantas no tienen la capacidad de separarse de Dios o pecar, el ser humano sí, justamente porque es el único que tiene facultades racionales.

Absolutamente todos los seres humanos, adultos y niños, tienen la capacidad de estar en comunión con Dios. No se necesita desarrollar nada previamente. Sólo se necesita una cosa para acercarse a Cristo: tener necesidad espiritual.
Sólo se necesita una cosa para estar en completa comunión con Dios, creer.


Párrafo 8


Si Satanás lanzara un ataque abierto y atrevido al cristianismo, llevaría al cristiano afligido y agonizante a los pies de su Redentor, y el poderoso y fuerte Libertador haría huir atemorizado al osado adversario. (pág. 55)


Aunque el párrafo no explica cómo sería un ataque abierto y atrevido, podríamos deducir que la autora creía que Satanás tenía una forma determinada, seguramente aterradora y espantosa. Presentarse así, de forma visible, sería la forma atrevida. De otra manera no se explica por qué dice que un ataque de Satanás llevaría al cristiano a los pies de su Redentor. Se supone que Satanás logra justamente lo contrario.

Si lo que dice Elena de White fuera verdad, entonces Satanás, podría ser el mejor sacerdote de la historia de la humanidad, porque asustaría tanto que todos irían corriendo a los pies de Jesucristo. Es decir que Satanás tendría la capacidad de ganar almas para Cristo. De alguna manera, la autora está diciendo que no lo hace por astucia.

Sin embargo pareciera que no es tan astuto, porque si Satanás tuviera la forma que la autora creía y así se mostrara, entonces no se estaría disfrazando de ángel de luz, ni estaría engañando ya a nadie. Por lo tanto la biblia mentiría. Satanás podría aprovechar  esa situación presentándose abiertamente para después denunciar a la biblia como falsa y a Dios como mentiroso. Eso sí, sería astucia.

Pero se equivoca, Satanás sólo puede engañar, no puede dejar de hacerlo, de manera que cuando se presenta, lo hace de la única manera que puede, mintiendo y engañando.
La única explicación coherente que se le podría dar a ese párrafo es que cuando la autora usa los términos “ataque abierto y atrevido”, estaría diciendo: mintiendo mucho y engañando mucho también, aunque así quedaría pendiente la explicación de cómo es que un cristiano al que han engañado mucho vaya a los pies del Libertador, más bien irá hacia otro lado.
Sólo se puede creer en lo que dice ese párrafo si se tiene una imagen determinada de Satanás. Esa imagen es falsa, cualquier imagen de Satanás es falsa. Los que crean en esa imagen creerán en un Satanás falso, huirán de él hacia el otro lado, hacia el verdadero, eso es astucia, no de Satanás sino de Elena de White.


Párrafo 9


(Satanás) Afectará de un modo maravilloso los cuerpos de aquellos que se inclinan naturalmente a ejecutar sus mandatos. Satanás se congratula por amor a su propia causa, de que se los considere una ficción. Le conviene que se burlen de él, que lo representen con figuras infantiles, o como un animal. (pág. 50)


La creencia de que “Satanás afectará de un modo maravilloso los cuerpos” es un invento de la autora, para colmo, el párrafo dice que eso les pasará a los que se “inclinan naturalmente” a ejecutar los mandatos de Satanás, pero no explica lo que eso significa. Debe ser otro invento más de la autora.

El párrafo, por ultimo dice una verdad a medias. Es verdad que a Satanás le conviene que lo representen con figuras infantiles y otras no tan infantiles, por ejemplo podrían ser figuras aterradoras, monstruos o cosas como esas, también le conviene que se burlen de él como dice la autora. Pero la autora no explica por qué le conviene.
Es porque nunca falta alguno que en vez de burlarse, le teme y denuncia que en realidad, Satanás está allí escondido en esa figura.
Esa tarea suele estar a cargo de esos predicadores que se levantan en contra de todas esas figuras para denunciarlas como satánicas. Suelen decir que no son figuras inocentes, sino que verdaderamente Satanás está allí escondido, dicen; está engañando, está haciéndose pasar por inofensivo cuando no lo es, está tergiversando su imagen. Finalmente dicen: ¡témanle!, desháganse de ellas.
Son esos predicadores, los mismos que dicen haberle visto a Satanás en las figuras infantiles de Halloween o en la tapa de los discos de rock, aunque últimamente también suelen verlo en el baile de carnaval y otros.

Claro que le conviene a Satanás, porque con esas figuras se logra engañar al predicador y a todos los que lo escuchen. También engañará a los que no les crean, quienes pensarán que el cristianismo sólo sirve para creer en tonterías.

La biblia representa a Satanás como una serpiente, aparentemente Elena White, quien decía tener inspiración divina, no tuvo en cuenta ese detalle cuando dijo que a Satanás le convenía que lo representen como a un animal. Aunque también pudiera ser que a finales del siglo diecinueve, la gente no supiera que las serpientes eran animales.


Párrafo 10


Se debe enseñar a los alumnos que ellos no son átomos independientes, sino que cada uno es una hebra de hilo que ha de unirse con otras para completar una tela. En ningún departamento puede ser dada esta instrucción con más eficacia que en el internado escolar. (pág. 403)


Si el objetivo del internado es aprender que cada quien tiene que cumplir un rol individual en virtud de un objetivo en común, sepan que en ningún departamento puede ser dada esta instrucción con más eficacia que en el internado escolar militar. Allí aprenderán todos a ser parte de un gran mecanismo que dará como resultado una gran fuerza, la cual es necesaria y su propósito planificado desde un principio.
Pero si enseñanza tiene que ver con las actividades de cada persona en la sociedad civil, habría que enseñarles a los jóvenes que no hace falta internarse en ningún lugar para aprender eso, se aprende en cualquier escuela, o incluso en la calle.
Si no aprende eso, no importa, porque la sociedad igual se encargará de posicionarles en las filas de obreros, trabajadores, hacedores de lo que sea que hagan y lo mantendrán muy ocupados al servicio de esa causa que se llama sociedad y que la reivindicarán como indispensable y funcional a todos. Actuarán al servicio de ese todo, aun sin saberlo.
Esa sociedad querida y amada por los más beneficiados por ella, o por sus funcionarios, estará amenazada cada vez que aparezca alguien deshilachado, con ideas nuevas o muy poco útil a su funcionamiento. Ese deshilachado será rechazado o atacado por todos, porque las personas tienden a defender lo establecido, aun sin saber si lo establecido es lo correcto.

La educación común y pública se dedica casi exclusivamente a eso. Hacer de cada quien una parte funcional de la sociedad, premiando a los mejores y castigando a los que no se adaptan.

¿Pero qué pasa si en su iglesia apareciera un santo, un profeta o simplemente alguien que trate de cambiar algo que está mal pero que todos aceptan y defienden sin siquiera saber la razón? Lamentablemente quedará sin cabida.

El contexto en donde aparece ese párrafo, la autora enseña a los jóvenes que aprendan a socializar. ¿Por qué creía ella que no aprenderían solos?

Es porque desde chicos los adventistas aprenden a no mezclarse con la gente del mundo, de no haber sido separado desde chicos de la sociedad en general no necesitarían ese concejo.
Sin embargo, la parte patética está en que la autora quería que a prendan a socializar por una cuestión de estrategia.


“Especialmente aquellos que han gustado el amor de Cristo debieran desarrollar sus facultades sociales; pues de esta manera pueden ganar almas para el Salvador”. (Pág. 403)


Los adventistas aprenden a socializar para así tener llegada para ganar almas para Cristo. ¿Y qué pasó con todo eso de amar a los enemigos o negarse a sí mismo?
Aparentemente la autora le tenía más fe a la educación de los colegios de internados que a Cristo.

Los alumnos de esos internados seguramente tendrán éxito evangelizando, pero lamentablemente los primeros engañados serán ellos, el internado escolar es el mejor lugar para lograr eso. Los segundos engañados serán las personas a las que logren influenciar.

Las personas guiadas por el espíritu, están al servicio de Cristo, no necesitan aprender a socializar, encontrarán el sincronismo en su tarea aun sin habérselo propuesto, estarán unidas sí, pero en un sólo cuerpo con Cristo. El internado escolar es el peor lugar para aprender eso.


Párrafo 11


Las ciencias de la frenología, la psicología y el mesmerismo han sido el conducto por el cual Satanás se ha llegado más directamente a esta generación (pág. 55)


Puede que este párrafo sea anacrónico, la profetiza Elena de White seguramente estaba refiriéndose a lo que acontecía sólo en su época, sin embargo es demasiado injusto con la psicología, ciencia que hoy en día la practican incluso los adventistas. Es una injusticia semejante a los que denunciaban a la alquimia como satánica, ciencia que es antecesora de la química. 


Párrafo 12


Si Satanás ve que está en peligro de perder un alma, se esfuerza hasta lo infinito por conservarla. Satanás teme perder un cautivo y pide un refuerzo de sus ángeles para cercar a la pobre alma y formar a su alrededor un muro de tinieblas. Pero si el que está en peligro persevera, y en su impotencia y debilidad confía en los méritos de la sangre de Cristo, Jesús escucha la ferviente oración de fe y envía un refuerzo a aquellos ángeles que sobresalen en fuerza para librarlo. (pág. 51)


El párrafo transgrede la lógica de la doctrina cristiana. El párrafo habla de una persona perseverante, que confía en los méritos de la sangre de Cristo, que ora fervientemente, pero la autora la llama débil e impotente, a tal punto de tener que recurrir a los ángeles por ayuda. Sin embargo, según la doctrina cristiana, la persona así descripta, no es débil ni impotente.

La pregunta es casi inevitable: ¿La venida de Cristo al mundo, su muerte y triunfo sobre Satanás, para que se hiso? Porque así como está planteado el panorama, no pareciera que Cristo haya triunfado. Tampoco pareciera muy importante conocer sus enseñanzas. Más bien resulta ser que librarse de Satanás es posible porque, al parecer, Cristo tiene un ejército más numeroso o más poderoso.

Otra pregunta inevitable, ¿Por qué Satanás rodea a esa alma sólo cuando ve que la está por perder? ¿Para inmovilizarla? Que falta de estrategia, si la rodeara antes tal vez no entraría en peligro de perderla ¿Qué estaban haciendo antes de rodear a esa persona? Se nota que es verdad nomás que Satanás no tiene muchos ángeles, ¿cuantos habrá? Seguramente, ahora en la actualidad debe estar cada vez más débil, es que en el mundo hay mucho más gente que en la época de Elena de White.


“Envía un refuerzo”, dice. Al parecer la autora creía que Cristo vive en el cielo y desde allá mira todo lo que pasa abajo, evalúa la situación y si es oportuno envía más ángeles. Esa es una forma concreta de negar la comunión con Cristo.


Así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.”  (Romanos 12:5)


Párrafo 13


Cristo fue el mayor educador que jamás haya conocido el mundo. (pág. 168)


Que particular punto de vista, más de uno después de leer ese párrafo se habrá acordado de aquel árbol del conocimiento del bien y del mal que estaba en el jardín del Edén.
Al parecer la autora no conocía la diferencia entre un educador y un maestro, o la diferencia entre un alumno y un discípulo.
Mayor educador, dice, calificándolo de grande. Sin embargo, calificar a Cristo como educador, o mayor educador, en realidad es rebajarlo a niveles tan inferiores que lo descalifica totalmente. No lo merece, su verdadera obra es así violentada por un comentario elogioso que tiene ganas de disfrazarse de alabanza. La autora continuamente en sus escritos elogia a Cristo, esto es porque quiere agradar a cualquier precio, no a Cristo, sino a los que creen en ella.


Párrafo 14


No nos sentiríamos tan seguros si pudieran abrirse nuestros ojos para discernir a los ángeles caídos cuando trabajan con aquellos que viven descansadamente y se consideran seguros. (pág.58)


Como era su costumbre, la autora utilizaba a Satanás para meter miedo. También intentaba hacer creer que ella veía cosas satánicas que los cristianos comunes no podían.
Los cristianos comunes también pueden abrir los ojos, se hace con fe. No hay nada que alguien con fe en Cristo no pueda ver, porque Él les da vista a los ciegos.
Las personas a las que la autora reprende en el párrafo, obviamente no tienen fe, pero creen que se salvarán porque todo el tiempo le dicen que su iglesia es la correcta y las demás son falsas, entonces algunos de sus miembros, en vez de creer en Cristo, creen en la doctrina y así se creen salvos.
La enseñanza de ese párrafo pareciera estar arreglando ese error. Sin embargo, empeora más la situación. Los miembros de su iglesia, haciéndole caso a la autora, se pondrán a trabajar al servicio de su iglesia o en lo que ellos consideran que es la obra de Cristo y así creerán que Satanás no trabaja con ellos, porque no viven descansadamente.

Por increíble que parezca, la autora en vez de enseñarles cómo se hace para encontrar a Cristo, enseña cómo se hace para huir de Satanás. Los que le crean, en vez de trabajar para Cristo por amor, trabajarán por miedo a Satanás y sus ángeles. En vez de ver a Cristo en algún necesitado, verá a los ángeles caídos trabajando a su alrededor. En vez de trabajar por amor al prójimo, lo harán para salvarse ellos.
Entonces, por culpa de la autora, seguirán sin fe. Con el agravante de que Satanás trabajará aún más a través de ellos, porque estarán más activos.


“Muchos me dirán en aquel día: ``Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: ``Jamás os conocí; APARTAOS DE MI, LOS QUE PRACTICAIS LA INIQUIDAD.” (Mateo 7: 22, 23)


Párrafo 15 (resumido)


No hay bendición alguna otorgada por Dios al hombre, ni prueba permitida por Él, que Satanás no pueda ni desee aprovechar para tentar. En consecuencia, por grande que sea la luz espiritual de uno, por mucho que goce del favor y de las bendiciones divinas, debe andar siempre humildemente ante el señor. (pág. 60)


Así no funciona la doctrina cristiana. La autora asume que hay personas que tienen la capacidad de poseer gran luz espiritual, sin ser humildes. Eso es evidencia de que la autora confunde “luz espiritual” con el conocimiento de la doctrina bíblica.

Sin embargo, el párrafo podría estar dirigido a cambiar la mentalidad de algunos que creen que han recibido bendiciones de parte de Dios como premio por haber sido buenos. Ciertamente esa sería una enseñanza muy oportuna para los cristianos de nuestra época.
De todas maneras, muy sutilmente lo que enseña es párrafo es justamente lo contrario, porque adjudica esas bendiciones a su postura cristiana, lo insinúa cuando dice: “debe andar siempre”, asumiendo que alguna vez anduvo humildemente ante el señor y de allí provienen las bendiciones.


Párrafo 16


Los más débiles creyentes en la verdad, cuando piden humildemente ayuda al poderoso Vencedor, pueden, confiando firmemente en Cristo, rechazar con éxito a Satanás y a toda su hueste. (pág. 49)


Este párrafo no tiene lógica con la doctrina cristiana. Porque alguien humilde que confía firmemente en Cristo, no puede a la vez, ser el más débil creyente.
Es obvio que el párrafo cuando dice “débil”, se refiere a una persona con escaso nivel cultural o conocimiento de la biblia. Más de lo mismo.

De todas maneras, modificando levemente el párrafo se puede arreglar el error, quedaría más o menos así:  

Los más débiles creyentes en la verdad, cuando piden humildemente ayuda al poderoso Vencedor, pueden, confiando firmemente en Cristo, dejar de serlo.

Las personas, cuando piden humildemente ayuda al poderoso Vencedor, pueden, confiando firmemente en Cristo, rechazar con éxito a Satanás y a toda su hueste.


Si los más débiles pueden rechazar a Satanás y a toda su hueste, entonces es una pena que el párrafo no explique lo que podría llegar a hacer un creyente fuerte.


Párrafo 17


Ni los hombres perversos ni los demonios pueden obstaculizar la obra de Dios ni impedir su presencia en las asambleas de su pueblo, si éste, con corazón contrito y sumiso, confiesa y aparta sus pecados, y reclama con fe sus promesas. (pág. 131)


Este párrafo deja en evidencia la mentalidad soberbia y sectaria de la autora.
Llama perversos a los que son virtualmente capaces de obstaculizar la obra de Dios, los agrupa en un mismo conjunto donde están los demonios. Después insta a los miembros del pueblo de Dios, que aún no han apartado sus pecados, a que se arrepientan y se confiesen. Como si estos últimos no fueran también perversos y socios de los demonios; como si aquellos perversos no pudieran también apartar sus pecados y pertenecer al pueblo de Dios.

Insinúa que los que no han apartado ni confesado sus pecados pueden ser parte del pueblo de Dios. Además, da a entender que se necesita hombres perversos que no pertenecen al pueblo de Dios para impedir su presencia en las asambleas.
No hace falta que vengan los demonios ni hombres perversos para obstaculizar su obra, alcanza y sobra con esos pecadores no confesos ni arrepentidos que están dentro de la iglesia y se hacen llamar miembros de su pueblo.

La explicación es simple, la autora pretendía hacer creer que el pueblo de Dios está identificado en algún grupo religioso, los adventistas. Quienes eventualmente, tienen permiso de no confesar sus pecados, no tener fe, no tener el corazón contrito, y aun así seguir perteneciendo al pueblo de Dios.


Párrafo 18


El señor no desea que siempre seamos novicios. Desea que alcancen la cima de la excelencia. Desea que alcancen el más alto peldaño de la escalera, para que desde allí puedan trasladarse de un paso al reino de Dios. (pág. 162)


Esto es doctrina anti bíblica. Hace más de dos mil años que estamos a un paso del reino de Dios. No existen tantos peldaños para entrar, el reino de Dios ya está aquí.
Para entrar no se necesita excelencia ni estar en el peldaño más alto de ninguna escalera. Se entra con un solo paso, con humildad y valentía, eso lo puede hacer cualquier novicio que tenga necesidad espiritual.

Los que no pertenecen al pueblo de Dios, pertenecen al mundo. No existe un tercer lugar. El novicio ese al que se refiere el párrafo está fuera del reino, obviamente es un mundano. Sin embargo el párrafo lo ¡insta a crecer!, el resultado será que se hará aún más mundano. Una vez alcanzado el objetivo deseado, propuesto por la autora, creerá que estaba cumpliendo con lo que El Señor quería, creerá que su excelencia es símbolo de pertenencia al reino.

A la autora bien le hubiera venido saber interpretar el párrafo bíblico donde se relata el encuentro de Cristo con el rico. Ese creyó haber subido esa escalera y que se encontraba ya a un paso del reino de Dios.
Estaba a un paso sí, pero tanto él como cualquier novicio están a un paso.
El que estaba crucificado con Cristo, ese también entró al reino ¿Qué tantos pasos pudo haber dado estando crucificado?

Aunque no está mal la idea de la escalera, a la autora por ejemplo, bien le hubiera venido tomarla de regreso hasta el primer peldaño y bajar al suelo, de ser posible sin calzado, quedarse ahí un rato y ver como se ve todo desde la humildad. Sin dudas habría visto que estaba adentro del reino.


Párrafo 19


Jesús condenaba la complacencia propia en todas sus formas; sin embargo era de naturaleza sociable. (pág. 382)


El párrafo es contundente. Pero la verdad también lo es: Jesús no condenaba la complacencia propia en todas sus formas. Tampoco era de naturaleza sociable.

Lo única parte no contundente del párrafo, es la frase “sin embargo”. En principio no se entiende porqué está allí, no hay razón para haber empleado ese término justo en ese lugar.
Se le escapó, no se dio cuenta, eso es para que aprendan los hipócritas y sepan que siempre habrá un momento en que se delatan.
La explicación está en que la autora solía denunciar, muy reiteradamente, que las reuniones sociales y la complacencia propia suelen estar unidas entre sí y siempre son hechas con fines placenteros. La frase “sin embargo”, confiesa sin querer, que las dos ideas: reuniones sociales y placer, estaban íntimamente relacionadas en la mentalidad de la autora.
Claro está, había que dejar exento a Cristo de esa búsqueda de placer en las reuniones sociales, por eso, muy pragmáticamente utiliza el término “naturaleza sociable”.  


Párrafo 20


El (Satanás) es demasiado astuto para presentarse abierta y osadamente con sus tentaciones, pues se despertarían entonces las adormecidas energías del cristiano, y confiaría en el fuerte y poderoso Libertador. Pero Satanás se presenta inadvertidamente y trabaja disfrazado a través de los hijos de la desobediencia que hacen profesión de piedad. (Pág. 50)


La autora explica en este párrafo, que en su congregación hay personas que se dicen creyentes pero no lo son, para colmo pasan desapercibidos. Sin embargo en otras partes del libro insta a no parecerse a los mundanos y a diferenciarse de ellos de la forma más notoria posible. Entonces es por culpa de ella que esos mundanos pasan tan inadvertidos.


 “Los cristianos son fieles en su trato con sus hermanos y con el mundo. En su vestido evitan lo superfluo y ostentoso. La línea de demarcación entre una clase tal y el mundo será demasiado clara para ser confundida”. (pág. 347)


Esa actividad de diferenciarse de los mundanos es absurda como pocas por ser imposible de hacerse. Pero lo llamativo es que con este párrafo queda demostrado que, por más que se intente, no se tiene éxito, porque de todas maneras los incrédulos al servicio de Satanás estarán muy cerca, engañando y pasando desapercibidos.
Aunque viéndolo desde otro punto de vista, es posible que ese haya sido el propósito original, lograr que los incrédulos queden camuflados dentro de las iglesias para poder engañar más eficazmente.
La autora refiriéndose a algunos mundanos dice lo siguiente:


“La vida de las nueve décimas partes de los que son devotos de la moda, es una mentira viviente. Diariamente practican el engaño, el fraude, pues quieren aparentar lo que no son”. (pág. 357)


Refiriéndose a algunos cristianos dice:


“pueden asistir a fiestas de placer, espectáculos y otros lugares de diversión mundanal, y el ojo más avizor no alcanza a discernir diferencia alguna entre su apariencia y la de los incrédulos”. (pág. 372)


La autora pide que se haga visible una línea de demarcación que, claro está, no existe, es un invento más de ella. Pero lo llamativo es que ella misma admite que no existe, cuando dice que los hijos de la desobediencia, manipulados por Satanás, pasan inadvertidos. Es más, señala otra falsa línea de demarcación al decir: hijos de la desobediencia, como si los obedientes no pudieran también estar engañados y engañar, como si Satanás no trabajara también a través de esos.

También dice que los devotos a la moda son mentiras vivientes, pero resulta que en su congregación también hay de esos, son esos hijos de la desobediencia que pasan desapercibidos.  

Además, el ojo avizor ese, al final resulta que no avizora nada, pues tampoco avizora a los hijos de la desobediencia que están en su propia iglesia, ellos pasan inadvertidos. Menos mal que era el más avizor.

Aunque el párrafo no define el significado del término: “presentarse abierto y osado”, podríamos suponer que la autora creía que Satanás tenía una forma espantosa, pero no se presentaba así por astucia.
Si eso fuera verdad, entonces bien podría Satanás presentarse abierta y osadamente, para luego decirles a todos que la biblia miente, puesto que allí dice que no hay verdad en Satanás, sino que engaña siempre. Dios quedaría como mentiroso, eso sí sería actuar con astucia, porque todos los que, espantados, después de despertar sus adormecidas energías para confiar en el fuerte y poderoso Libertador, empezarían a desconfiar.

Finalmente, como siempre, el párrafo ni menciona al engaño, tampoco dice que los engañados son instrumentos de Satanás. Nótese que dice: “hijos de la desobediencia”. Eso deja a los engañados obedientes que sigan nomás con su engaño, puesto que el mensaje no es para ellos. Creerán que Satanás no trabaja a través de ellos, así seguirán engañados y seguirán engañando a otros.

La parábola del hijo pródigo podría haberle enseñado a la autora que los obedientes también pueden estar engañados.


Párrafo 21


Nunca debemos sancionar el pecado por nuestras palabras o nuestros hechos, nuestro silencio o nuestra presencia. (pág. 401)


¿Estará este párrafo mal traducido al español?

Sin silencio, palabras, hechos ni presencia. La forma de poner en práctica esa orden sería, alejarse tarareando.
Aunque eso tampoco está bien, porque alejarse es una acción, un hecho.

La única forma sería, quedarse paradito sin decir nada. Entonces si alguien viene a decirnos que no estamos cumpliendo la orden, pues estamos sancionando el pecado con el silencio y la presencia, le contestaremos: -no lo estoy sancionando, lo estoy tolerando.


Párrafo 22


Entre los placeres más peligrosos se encuentra el teatro. En vez de ser una escuela de moralidad y virtud como a menudo se dice, es el foco mismo de la inmoralidad. Estos entretenimientos fortalecen y confirman hábitos viciosos y propensiones pecaminosas.
El amor por estas escenas aumenta con cada participación en ellas, así como el deseo de las bebidas intoxicantes se fortalece con su uso. La única conducta segura es evitar el teatro, el circo y cualquier otro lugar dudoso de diversión.
Hay formas de recreación muy benéficas para el cuerpo y la mente. Una mente iluminada, discernidora, hallará abundantes medios de entretenimiento y diversión. (pág. 378)


La autora considera que los hábitos viciosos son malos. Es verdad, pero no dice nada malo los que asisten a la iglesia regularmente por haberse creado ese hábito vicioso. Tampoco llama peligrosa a la iglesia, por haber creado ese hábito en sus fieles. Debería haberlo hecho, puesto que también en su propia iglesia hay propensiones pecaminosas, la misma autora lo admite.

“Satanás se presenta inadvertidamente y trabaja disfrazado a través de los hijos de la desobediencia que hacen profesión de piedad”. (Pág. 50)

Refiriéndose al teatro dice lo siguiente:

En vez de ser una escuela de moralidad y virtud como a menudo se dice, es el foco mismo de la inmoralidad

Debería haber dicho eso último, pero refiriéndose a su propia iglesia.
El mismo Satanás está en la iglesia, trabajando y haciendo daño, además tiene la ventaja de pasar desapercibido, el lugar es mucho peor que el teatro.

La enseñanza del párrafo no es otra cosa más que una manifestación de la mentalidad sectaria de la autora. El objetivo es lograr que el creyente de su iglesia desconfíe de antemano de las actividades mundanales para después darle crédito, también de antemano, a la doctrina de su iglesia, más allá de lo que se diga en la iglesia o de lo que se haga en el teatro.

Por otra parte, el párrafo insta a tener iluminada la mente para poder discernir y encontrar medios de entretenimiento. Excelente consejo, aunque se quedó corta, la mente iluminada sirve para cada instante de la vida misma. Pero por sobre todas las cosas para evitar ir a una iglesia engañosa. Otra vez, la autora sobre eso no dice nada.

La autora dice que se puede encontrar abundantes medios de entretenimiento y diversión. Sin embargo en otras partes del libro dice lo siguiente:


“Si dedican al placer y las diversiones la preciosa mente que debería ser fortalecida por un propósito elevado y noble, degradan las facultades que Dios les ha dado y se hacen culpables a su vista, porque no mejoran sus talentos mediante un uso sabio”. (pág. 39)


“(Satanás) Mezcla con diversiones y extravagancias algunas pequeñas ventajas, y las almas engañadas dan como excusa que el tener parte en ellas reporta un gran bien”. (pág. 81)


Tales jóvenes hallarán eterna perdición. ¿Qué le parecerán sus diversiones en aquel día cuando el Juez de toda la tierra recompense a cada hombre de acuerdo con sus acciones?”  (pág. 40)


Párrafo 23


Ruego a los alumnos de nuestras escuelas que manifiesten seriedad. La frivolidad de los jóvenes no agrada a Dios. Sus deportes y juegos abren la puerta a un raudal de tentaciones. Poseen una dote celestial de Dios en sus facultades intelectuales y no deben permitir que sus pensamientos sean triviales y bajos.
Las partidas de placer bajas y comunes, las reuniones para comer y beber, los cantos y la música de instrumentos, son inspiradas por un espíritu que procede de lo bajo. Son una ofrenda a Satanás. (pág. 380)


La explicación más sensata para este párrafo, es que la autora seguramente solía escribir en estado de ebriedad. Lo cual habría la puerta a un raudal de tentaciones y así sacaba a relucir su desmedido odio que poseía hacia la humanidad.


Párrafo 24


No hay nada que Cristo desee tanto como agentes que representen al mundo su Espíritu y carácter. No hay nada que el mundo necesite tanto como la manifestación del amor del Salvador mediante la humanidad.  (Pág. 37)


Este enunciado, que pareciera estar mezclando una anáfora con un quiasmo, en realidad mezcla conceptos a fin de mostrarse creíble por ser tan contundentes y casi poéticos. Sin embargo, así como están planteadas las cosas, pareciera que el deseo de Cristo se ha quedado corto o la necesidad del mundo es demasiada. 

Con razón la biblia dice que los cristianos deben salirse del mundo, porque el deseo de Cristo y la necesidad del mundo, al parecer, son incompatibles. Cristo desea cosas para el mundo que a este no le satisface y el mundo necesita cosas de Cristo que Él no desea que tenga.

Dada la tremenda necesidad del mundo, casi imposible de satisfacer ¿No podría Cristo desear cosas más grandes? Podríamos proponerle cosas nuevas a Cristo, por ejemplo, que desee que el mundo obtenga lo que necesita. Así se cambiaría esta situación tan desafortunada para el mundo, porque al parecer tiene necesidades ajenas a los deseos de Cristo.

Supongamos que la situación sea al revés. Por un lado, que el mayor deseo de Cristo sea que el mundo manifieste el amor del Salvador mediante la humanidad. Por otra parte, que mundo necesite agentes que representen el Espíritu y carácter de Cristo. No cambia nada, sigue todo igual.

Entonces supongamos que la situación sea levemente modificada. Por un lado, que el mayor deseo de Cristo sea que el mundo necesite agentes que representen su Espíritu y carácter. Por otro lado, que el mundo necesite que Cristo desee que la humanidad manifieste el amor del Salvador. Las dos situaciones son factibles de cumplirse de inmediato por separado, pero lamentablemente no cuando están juntas.

Por lo tanto hagamos una propuesta más práctica, que Cristo desee que la necesidad del mundo se satisfaga y que el mundo necesite que Cristo lo desee. Se pone peor, porque el cumplimiento de cualquiera de las dos partes perpetúa la situación, Cristo seguirá deseando lo que ya existe y el mundo no necesitará lo que recibe.

Al final está bien nomás todo lo que dice el párrafo, así el mayor deseo de Cristo se cumplirá y el mundo que reviente.


Párrafo 25


Se separan de Dios y de los cuidados vigilantes de los ángeles de Dios, y Satanás, que siempre está al acecho para destruir las almas empieza a presentarles sus engaños y los pone en serio peligro. (pag.57, 58)


Se encuentran separados de Dios, y eso que Satanás recién está por empezar a  presentarles sus engaños. Sólo hay que imaginarse lo que pasará con ellos después que ya estén bien engañados. De ser verdad lo que dice el párrafo, habría que avisarle a Satanás que está llegando un poco tarde.

¿Puede alguien separarse de Dios y no estar ya engañado? Suponiendo que pudiera, entonces: ¿Por qué Satanás querría engañar a alguien que no está con Dios? ¿No sería mejor para su causa dejarlo tranquilo?

La única explicación sería que la autora, en vez de decir, se separan de la iglesia, dijo se separan de Dios, otra vez recurriendo al método de confundir los términos.
Este párrafo es un ejemplo más de la vieja costumbre de la autora, cada vez que quería meter miedo recurría a Satanás. Eso es muy evidente por haber usado frases como: “serio peligro”, “destruir las almas”, para manipular intimidando a los miembros de su iglesia y así conservarlos.

Confundir esos dos términos: “separarse de Dios” y separarse de la iglesia, tiene un objetivo engañoso, hacer creer al miembro de la iglesia de la autora que está con Dios por el hecho de asistir a la iglesia, por participar de todas sus actividades, obedecer sus mandatos o doctrinas y cumplir con los deberes del cristiano que allí se enseña.

Este no es el único término que la autora manipula y tergiversa. El más común en sus escritos es la palabra “mundo”, que para ella significaba todo lo que no pertenecía a su iglesia o sus instituciones, hasta incluso llamaba “mundo”, a la gente que no era de su iglesia.


“La apariencia exterior es frecuentemente un índice de lo que es la mente, y deberíamos cuidar lo que exponemos para que el mundo juzgue nuestra fe”. (pag.344)


Todos los términos que la autora tergiversa tienen algo en común, el verdadero significado de las palabras o términos bíblicos son modificados para convertirse en algo que tiene que ver directamente con su iglesia y sus actividades, sus instituciones y su gente.

La palabra “verdad”, también es mal interpretada o tergiversada en sus escritos. La autora dice “verdad”, cada vez que se refiere a la doctrina cristiana, o de la doctrina adventista.

Sus escritos llaman “reino de Dios” a un nuevo mundo venidero después de la segunda venida de Cristo, en el cual los adventistas irán a vivir cuando la tierra sea destruida.

“Humildad”, es interpretado como si eso fuera un comportamiento poco ostentoso o poco llamativo. Humildad, es considerada por los adventistas casi siempre como una actividad que oculta algo ante los demás, actitud propia de los adventistas. La autora ha llegado al extremo de llamar a Cristo: humilde, según ella, por ocultar lo que verdaderamente era.

“Hijo pródigo”, es para sus escritos, un cristiano que eventualmente no está yendo a la iglesia.

“Luz”, conocimiento de la doctrina cristiana o bíblica.

“Luz del mundo” son los cristianos obedientes.

“tibios” son los cristianos que van a la iglesia pero no participan mucho de sus actividades. También llama así a los no sinceros.

“pueblo de Dios” para Elena de White son los adventistas.


Párrafo 26 (resumido)


Los jóvenes observadores del sábado que han cedido a la influencia del mundo tendrán que ser probados. Los peligros de los postreros días están por sobrecogernos.
Profesan esperar al Hijo del Hombre; no obstante, algunos de ellos han sido un miserable ejemplo para los incrédulos. No han estado dispuestos a renunciar al mundo, sino que se han unido a él asistiendo a picnics y otras reuniones de placer, lisonjeándose de que participan de diversiones inocentes. Sin embargo son precisamente estas complacencias las que los separan de Dios, y los hacen hijos de este siglo. (pág. 373)


Siguen las amenazas. El párrafo miente, porque según la biblia, los que verdaderos cristianos son los que serán probados, no esos que el párrafo menciona.
Cristo también tuvo que ser probado y eso que no cedió a la influencia del mundo, la misma autora lo dice:


“Cristo soportó sin murmurar las pruebas y privaciones de que se quejan muchos jóvenes”. (pág. 78)


El único objetivo de esa amenaza es meter miedo a los que supuestamente están cediendo a la influencia del mundo. Lo peor es que seguramente la autora ha tenido éxito, así que habría que advertirles a los jóvenes que, ceder ante la influencia del mundo o ante el miedo, es exactamente el mismo error.

En este párrafo se evidencia que la autora creía que “mundo” era todo lo que no tenía que ver con las actividades de su iglesia. Directamente contrasta la acción de renunciar al mundo, con asistir a picnics, los presenta como si fueran opuestos.

“Se han unido al mundo asistiendo a picnics”

Sin embargo, asistir a picnics y otras reuniones de placer, no necesariamente nos unirá al mundo, dejando de asistir no nos liberará de él. Asistiendo a una iglesia tampoco necesariamente nos librará del mundo. Lo que nos separa de Dios es el engaño del diablo, no las complacencias que ahí se mencionan.

El párrafo se contradice con otro del mismo libro:


Reúnanse varias familias que viven en una ciudad o pueblo, dejen las ocupaciones que las han estado abrumando física y mentalmente y hagan una excursión al campo a orillas de algún hermoso lago o un lindo bosque que sea un bello escenario de la naturaleza. Deberían proveerse de alimento sencillo e higiénico, de las mejores frutas y cereales y tender su mesa bajo la sombra de algún árbol o el pabellón del cielo. El viaje, el ejercicio y el paisaje estimularán el apetito y gozarán de una comida que los reyes envidiarían. (pag.390, 391)


Se nota que la autora no pasó muchas necesidades cuando era niña. De otra manera aconsejaría otras cosas, por ejemplo, ir a proveer de alimentos o de alguna ropa a los chicos con hambre que no pueden ir de excursión ni a la escuela y que tienen el apetito estimulado igualmente; cualquier fruta, no importa si no son las mejores, les vendrá bien.
Toda esa actividad que la autora propone, se llama picnic, es el mismo picnic del párrafo anterior, pero descripto con otras palabras, eso es todo. Sin embargo este último párrafo genera una duda: ¿Esos consejos vienen de Dios?
Los jóvenes que no tienen familia con quien reunirse, no podrán seguir este consejo, se quedarán mirando como otros cumplen los consejos que Dios dio, a través de la Señora Elena de White, quien se decía profetiza.
Tampoco podrán asistir a picnic o reuniones de placer, por miedo a convertirse en hijos de este siglo. Toda esta situación problemática y confusa, seguramente les abrumará mentalmente; les deja prácticamente excluidos de esa actividad social. ¿Propuso la autora alguna solución para ellos?

Esos que están comiendo y gozando a orillas de un hermoso lago en el picnic propuesto por la autora, aparte de estar ganándose la envidia de los reyes ¿Qué están haciendo por esos que no tienen familia?

La diferencia entre un picnic bueno y uno malo no tiene nada que ver con las comidas higiénicas, ni con el gozo prometido en unos de los párrafos ni con lo placentero de las reuniones condenados en el otro.
Muy probablemente haya verdaderos seguidores de Cristo tanto en uno de los picnics como en el otro. Por otra parte, también es probable que haya gente mundana en medio de cualquiera de los dos grupos. Sin embargo la autora, de manera muy poco pragmática, ha dado primero la aprobación y después la condena a la misma actividad.

Rechazar a los picnics tiene un solo propósito, dividir a la gente en dos grupos, los adventistas rechazaran no solamente a los picnics sino también a toda la gente que realice esa actividad mundana. Después aprobarán a toda la gente que realice el otro picnic, el de los cristianos. Eso es ser sectario.
Algún día estarán en un picnic como ese que propone la autora, se encontrarán con sus pares de otras familias, se congratularán mutuamente por participar de algo tan noble y aprobado por Dios, terminarán la jornada realmente complacidos.
Sin embargo otro día, se encontrarán con jóvenes que están en un picnic pero no como el de ellos, por ejemplo podrían estar haciendo reunidos también, pero tomando bebidas alcohólicas, jugando a las cartas, hablando de temas triviales, escuchando música rítmica, bailando y hasta drogándose. Esos serán, para los seguidores de Elena de White, dignos de rechazo.
Entre esos jóvenes rechazados e incluso despreciados, podría haber alguno con muchísimas necesidades de amor, podría no conocer a Cristo, incluso hasta podría estar sufriendo aun estando en el picnic. Los seguidores de Elena de White, en vez de amarlos, los rechazarán por creer que ellos no pertenecen al reino de Dios. 
Por otra parte aprobarán a los suyos, tendrán la creencia arraigada de que esas dos posturas mentales, maniqueas, rígidas y firmes, totalmente opuestas, son cosas que Dios aprueba, creerán haber renunciado al mundo por no ir a un picnic, pero definitivamente no han renunciado a sí mismos.

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