jueves, 12 de abril de 2012

Contradicciones del libro Mensajes para los jóvenes




Todos los párrafos aquí presentados, exponen contradicciones con otras frases extraídas del mismo libro. 

Libro: Mensajes para los jóvenes de Elena G. de White. Fundadora de la iglesia adventista del séptimo día.





Párrafo 1


(Satanás) Ensayará todo ardid, y si los que son objeto de estas tentaciones no buscan a Dios, serán cegados para no ver sus engaños, y se sentirán confiados en sí mismos, autosuficientes, ignorando su condición y su peligro. Pronto llegarán a despreciar la fe entregada una vez a los santos. Hablo a los jóvenes como persona que sabe, a quien el Señor ha puesto de manifiesto los peligros que acompañan la senda por donde van. La confianza en vosotros mismos os conducirá a la trampa del enemigo. (pág. 84 y 85)


La misma idea es enseñada también en otras partes del mismo libro:


“Tememos más por los que confían en sí mismos que por cualquiera de los otros, pues serán atrapados ciertamente en la red tendida por el gran adversario de Dios y del hombre” (pág. 85)


“LA CONFIANZA PROPIA ES FATAL” (pág. 56) párrafo sacado del título.


También coincide con otros escritos de la misma autora:


“Antes que un hombre pueda ser reconocido como colaborador con Dios, debe abandonar la confianza en sí mismo que demanda mucho y da poco”. (Alza tus ojos pág. 22)


Los siguientes, son párrafos que contradicen todo lo dicho.


“Puesto que no siempre pueden tener la dirección y protección de padres y guardianes, necesitan ser enseñados a confiar en sí mismos y tener dominio propio. Deben ser enseñados a pensar y actuar de acuerdo con principios concienzudos”. (pág. 377)


“Todo estudiante debe dedicar una parte de cada día al trabajo activo. Así adquirirá hábitos de laboriosidad y se fomentará en él un espíritu de confianza propia, y al mismo tiempo estará a salvo de muchas prácticas malas y degradantes que son a menudo resultado de la ociosidad” (pág. 176)


“La vida diaria causa perplejidades, pruebas y desalientos. Es el trabajo humilde el que con frecuencia exige paciencia y fortaleza. Se necesitará confianza propia y resolución para afrontar y vencer todas las dificultades”. (pág. 324)


El primer párrafo decía lo siguiente:


“Hablo a los jóvenes como persona que sabe, a quien el Señor ha puesto de manifiesto los peligros que acompañan la senda por donde van”.


Es evidente que no sabía nada, o directamente no entendió nada de lo que el Señor le había puesto de manifiesto. Incluso pareciera que el Señor no le ha puesto nada de manifiesto, hasta pareciera que nunca conoció al Señor.


Párrafo 2


No hay en nuestra naturaleza impulso alguno ni facultad mental o tendencia del corazón, que no necesite estar en todo momento bajo el dominio del Espíritu de Dios. (pág. 59)


Se contradice con muchos otros párrafos, los siguientes son sólo algunos:


“Todos los que profesan la vida piadosa tienen la más sagrada obligación de guardar su espíritu y de dominarse ante las mayores provocaciones”. (pág. 60)


“Las exigencias de Dios, deben estamparse en la conciencia. Hombres y mujeres deben despertar y sentir su obligación de dominarse a sí mismos(pág.236)


“No se dejen dominar por una falsa modestia” (pág. 25)


Deberías dominar tus pensamientos. No será esto tarea fácil; no podrás llevarlo a cabo sin un esfuerzo concienzudo y aun severo. Sin embargo, Dios lo requiere de ti”. (pág. 73)


Párrafo 3


A medida que la mente se espacia en Cristo, el carácter es moderado a la semejanza divina. Los pensamientos son saturados de un sentido de su bondad, de su amor. Contemplamos su carácter, y así Él está en todos nuestros pensamientos. Su amor nos abarca. (pag.158)


Se contradice con:


Los jóvenes de ambos sexos, no deberían pensar que son aceptables a Cristo sus deportes, sus veladas y sus entretenimientos musicales, tal como se desarrollan habitualmente. (pág. 388)


“No deberían pensar”

Se contradice con:

“Él (Cristo) está en todos nuestros pensamientos”

“Los pensamientos son saturados de un sentido de su bondad”


Podría haber una explicación o salvedad en la contradicción, el párrafo dice: “jóvenes de ambos sexos”; pudiera ser que el párrafo no haya estado dirigido a los cristianos verdaderos o ya consagrados, sino a los que aspiran a serlo, o a los que recién están empezando a asistir a una iglesia.
Si ese fuera el caso, la contradicción persiste: ¿Por que habría necesidad de utilizar el control de pensamiento antes de conocer a Cristo, si de todas maneras Él los gobernará? Al menos eso es lo que dice el siguiente párrafo:


“Cuando sus palabras de instrucción han sido recibidas, y han tomado posesión de nosotros, Jesús es para nosotros una presencia permanente que gobierna nuestros pensamientos, ideas y acciones”. (pág. 158)


Estas enseñanzas son muy engañosas, porque cuando esos jóvenes logren dominar sus propios pensamientos, es decir, cuando logren pensar y dejar de pensar en lo que Elena de White decida, entonces creerán que Cristo es quien domina esos pensamientos.
Pero todo es anti bíblico, la biblia no enseña el auto control mental. De hecho lo condena.


Párrafo 4


No piensen nunca que ya han aprendido bastante, y que pueden cejar en sus esfuerzos. La mente cultivada es la medida del hombre. (pág. 191)


 “No piensen nunca”

Se contradice con:

“Él (Cristo) está en todos nuestros pensamientos”

“(Cristo) gobierna nuestros pensamientos, ideas y acciones”


En esta contradicción también podría haber una salvedad, el párrafo podría estar dirigido a los que aún no son gobernados sus pensamientos por Cristo. Pero si así fuera, los estaría alentando a que sigan con la misma creencia no cristiana:


“no piensen nunca que pueden cejar en sus esfuerzos”


Si los incrédulos perseveran en sus esfuerzos, no dejarán nunca de ser incrédulos.
Entonces, ahora que sabemos que está dirigido a cristianos, la pregunta es: ¿Por qué hay que decirle alguien, a quien Cristo gobierna todos los pensamientos, lo que tiene que pensar o dejar de pensar? Es como decirle a Cristo mismo lo que tiene que pensar.


Párrafo 5


a)    Si Satanás lanzara un ataque abierto y atrevido al cristianismo, llevaría al cristiano afligido y agonizante a los pies de su Redentor, y el poderoso y fuerte Libertador haría huir atemorizado al osado adversario. (pág. 55)


b)    El siervo de Dios, debe soportar con fortaleza los ataques del enemigo, sus dolorosos vituperios, y debe vencer los obstáculos que Satanás coloque en su camino. (pág. 61)


¿Cómo podría haber dolorosos vituperios, sin que Satanás nos ataque abierta y atrevidamente?
¿Como se hace para soportar con fortaleza los ataques del enemigo, si este no ataca abiertamente?

En otras partes del libro, la autora explica la razón por la que Satanás nunca ataca abiertamente a los cristianos, es porque trabaja inadvertidamente sobre ellos. Si ese fuera el caso, entonces no tendrían que soportarlo con fortaleza, mas bien tendrían que, sagazmente, ir a buscarlo, encontrarlo y desenmascararlo.

Lo llamativo es que la autora asegura que Satanás huirá cuando el cristiano va a los ¡pies del Salvador! ¿Y donde había estado ese cristiano todo este tiempo que no había ido aun a los pies del salvador? ¿Había estado muy ocupado cumpliendo con su deber, soportando los dolorosos vituperios?

Todo el planteo es incoherente con la doctrina cristiana, porque sugiere que el cristiano puede, por sí mismo, vencer a Satanás.  
Insinúa también que puede vencerle sin antes ir a los pies del Salvador.
Las dos situaciones son incompatibles con la doctrina cristiana verdadera.


Párrafo 6 (resumido)


a)    Si miran hacia arriba, no hacia abajo a sus dificultades, no desmayarán en el camino, verán pronto a Jesús, extendiendo su mano para ayudarlos, y sólo tendrán que tenderle la de ustedes con confianza sencilla, y dejar que los guíe. A medida que cobren confianza, cobrarán esperanza. (pág. 61)


b)    Me ha sido mostrado que debemos estar en guardia por todos lados y resistir con perseverancia las insinuaciones y estratagemas de Satanás. (pág. 55)


La idea de aprender de las enseñanzas del libro es que podamos algún día ponerlas en práctica. Los que hayan intentado alguna vez poner en práctica esos dos párrafos se habrán dado cuenta que es imposible hacerlo, al menos los dos juntos no se puede.
La pregunta es: ¿cual de las dos enseñanzas se debe acatar?

¿En guardia por todos lados y resistir a Satanás o mirar hacia arriba y ver a Cristo?

¿Resistir con perseverancia a Satanás o sólo tenderle la mano a Cristo?

¿En guardia por todos lados o dejar que Cristo nos guie?


Párrafo 7


a)    Deberías dominar tus pensamientos. No será esto tarea fácil; no podrás llevarla a cabo sin un esfuerzo concienzudo y aun severo. Sin embargo, Dios lo requiere de ti. (pág. 73)


b)    Cuando sus palabras de instrucción han sido recibidas, y han tomado posesión de nosotros, Jesús es para nosotros una presencia permanente que gobierna nuestros pensamientos, ideas y acciones. (pág. 158)


¿Que hay que hacer? ¿Dominar los pensamientos para cumplir con lo que Dios requiere, o dejar que Cristo gobierne los pensamientos ideas y acciones? Es imposible hacer las dos cosas simultáneamente.


Párrafo 8


a)    Cuando los efesios se convirtieron, cambiaron sus hábitos y prácticas. Bajo la convicción del Espíritu de Dios, procedieron con presteza, y revelaron todos los misterios de su hechicería. (pág. 273)



b)    (Resumido) El mundo ha estado aprendiendo sus lecciones de estos libros, y estos son libros de magia. Expulsan a Dios de la mente, y separan al alma del verdadero pastor. La mente se incapacita para pensar cosas solemnes. (pág. 274)



Estos dos párrafos se contradicen, los efesios no pudieron haber hecho las dos cosas. Si se convirtieron, entonces sus mentes no estaban incapacitadas.
Tampoco pudieron revelar sus misterios de hechicería por convicción del Espíritu, puesto que sus lecciones de hechicería expulsan a Dios de mente. ¿Cómo pudieron haberse convertido, si por sus actividades de hechicería se habían incapacitado para pensar cosas solemnes?


Párrafo 9


a)    (el hombre) Debe andar siempre humildemente ante el Señor, y suplicar con fe a Dios que dirija cada uno de sus pensamientos y domine cada uno de sus impulsos. (pág. 60)


b)    Todos los que profesan la vida piadosa tienen la más sagrada obligación de guardar su espíritu y de dominarse ante las mayores provocaciones. (pág. 60)


Estos párrafos se contradicen ¿Que hará Dios, a fin de ponerlos en práctica? ¿Dominará los impulsos del hombre o dejará que cumpla con su sagrada obligación de dominarlos él mismo?


Salvedad en la contradicción:

Pudiera ser que Dios nunca otorgue el pedido requerido en el párrafo (a), por más fe y súplica que haya. Eso deja como única opción, hacer lo que manda el párrafo (b). De ser así no habría ya contradicción.


Párrafo 10


a)    (Satanás) Aquí, bajo la apariencia de serpiente, se arrastra imperceptiblemente para corromper la obra de Dios.


b)    Él (Satanás) se ha transformado en un ángel de luz y está engañando y llevando cautivos a miles. (pág. 55)


c)     Satanás se congratula por amor a su propia causa, de que se los considere una ficción. Le conviene que se burlen de el, que lo representen con figuras infantiles, o como un animal. (pág. 50)



Estos tres textos se contradicen, Satanás no puede ponerlos en práctica.
Si Satanás trabaja imperceptiblemente es porque se ha disfrazado de ángel de luz, no se ha “transformado” como dice el párrafo (b). Tampoco puede tener apariencia de serpiente ni arrastrarse cuando está disfrazado de ángel. ¿A quien se le ocurre que un ángel de luz ande por ahí arrastrándose?
Por otra parte, la biblia representa a Satanás como una serpiente tanto en el Génesis como en el Apocalipsis. Sin embargo la autora dice que tiene esa apariencia, para ella no es una representación.

Lo llamativo es que el párrafo (c), dice que a Satanás le conviene que lo representen como a un animal. ¿Entonces la biblia hace cosas convenientes para Satanás?

A todo esto, ¿no será  que ese falso ángel de luz anda por ahí engañando a diestra y siniestra, aprovechándose de que los cristianos se esfuerzan por encontrar a Satanás arrastrándose y con apariencia de serpiente?


Párrafo 11


a)     Si miran hacia arriba, no hacia abajo a sus dificultades, no desmayarán en el camino, verán pronto a Jesús, extendiendo su mano para ayudarlos, y sólo tendrán que tenderle la de ustedes con confianza sencilla, y dejar que los guíe. (pág. 61)


b)    A ustedes les toca decidir si habrán o no de hacer frente fielmente a las pesadas responsabilidades que descansan sobre ustedes. (pág. 36)



No se puede mirar para otro lado, es decir para arriba, y al mismo tiempo hacer frente a la situación. Definitivamente estos dos párrafos tampoco se pueden poner en práctica.

Salvedades en la contradicción:

Tal vez, la decisión correcta que se deba tomar, según lo requerido en el párrafo: (b) (hacer o no frente) sea la de no hacerle frente a esas responsabilidades. Puede ser, porque el párrafo dice que hay que decidir, nada más.

Pudiera ser también que “dificultad” y “pesada responsabilidad” no sean la misma cosa, así no habría contradicción. Habría que ver, porque en una de esas sí, son la misma cosa, es decir que llegar a tener una confianza sencilla implicaría una pesada responsabilidad. Incluso puede que “mirar para arriba” sea una pesada responsabilidad. También podría ser que la decisión que se debe tomar para dejarse guiar por Cristo, sea una tarea pesada que debe hacerse con responsabilidad.


Párrafo 12


a)    La obra religiosa que el Señor da a los jóvenes y los hombres de todas las edades, muestra la consideración que les tiene como hijos suyos. Les da el trabajo de gobernarse a sí mismos. (pág. 44)


b)    Cuando sus palabras de instrucción han sido recibidas, y han tomado posesión de nosotros, Jesús es para nosotros una presencia permanente que gobierna nuestros pensamientos, ideas y acciones. (pág. 158)



Estos dos párrafos en realidad no se contradicen, sólo aparentan hacerlo. Si bien no se puede ponerlos en práctica, en realidad no hay que hacerlo. Porque Dios nos da un trabajo que hacer, pero es Cristo el que lo realiza.


Párrafo 13


a)    Si miran hacia arriba, no hacia abajo a sus dificultades, no desmayarán en el camino, verán pronto a Jesús, extendiendo su mano para ayudarlos, y sólo tendrán que tenderle la de ustedes con confianza sencilla, y dejar que los guíe. (pág. 61)


b)    Jesús no comisionará a los santos ángeles a que saquen de apuros a los que no hacen esfuerzo alguno por ayudarse a sí mismos. (pag.51)


Estos dos párrafos se contradicen, Jesús no puede ponerlos en práctica.

sólo tendrán que tenderle la mano” ¿y que hay del esfuerzo ese que hay que hacer por ayudarse a sí mismos?

Salvedad en la contradicción:

Podría ser también que tan sólo la tarea de extender la mano a Jesús signifique un gran esfuerzo, que será considerado por Él como un acto de autoayuda y es entonces cuando los ángeles serán comisionados.


Párrafo 14


Cristo vino a enseñar a la familia humana el camino de la salvación e hizo este camino tan llano que hasta un niñito puede andar en él. (pág. 15)


Se contradice con:


“Si los jóvenes de hoy quieren mantenerse firmes como Daniel, deben poner en tensión todo nervio y músculo espirituales. El Señor no desea que siempre sean novicios. Desea que alcancen la cima de la excelencia. Desea que alcancen el más alto peldaño de la escalera, para que desde él puedan trasladarse de un paso al reino de Dios. (pág. 162)


¿No era llano el camino? ¿Qué tiene de llano una escalera?
Claro que hay una explicación probable: primero habría que subir la escalera, recién cuando se está en lo más alto se entraría de un paso al reino de Dios, el cual tendría un camino llano, sería como una especie de terraza. Mientras se está en la escalera es que se requiere poner en tensión todo nervio, mantenerse firmes para así alcanzar la cima.
Nótese que mientras se está en la escalera, aún no se está dentro del reino de Dios.
El primer párrafo dice que hasta un niño puede hacerlo. Pero ¿cómo hará ese niño para subir la escalera?, los que suben la escalera hasta el llano, según el párrafo, ya no son novicios, ¿eso quiere decir que hay niños que no son novicios?  ¿Habrán hecho lo mismo que Daniel?


Párrafo 15


Pero los jóvenes que quieren servir a Dios y entregarse a su obra, deben primero limpiar el templo de su alma de toda impureza y entronizar a Cristo en el corazón (pág. 22)


Se contradice con:


“Los jóvenes tienen un vasto campo de utilidad, pero no lo ven. ¡Oh, si ejercitasen ahora sus facultades mentales buscando un modo de aproximarse a los pecadores que perecen a fin de darles a conocer el camino de la santidad, y mediante la oración y los ruegos ganar aunque sea un alma para Cristo!” (pág.203)


¿A cual de los dos párrafos tendrá que hacerle caso? Porque los dos no podrá.

El primer párrafo dice: para entregarse a su obra, primero entroniza a Cristo en su corazón.
El segundo dice: no ven el campo, oh! Si buscaran ahora el modo de aproximarse a los pecadores.

La doctrina cristiana dice que Cristo es la luz, por lo tanto no puede alguien tener a Cristo y no ver. El segundo párrafo está dirigido a alguien que “no ve” el campo de utilidad, es decir quien no tiene a Cristo en su corazón. Si no ve, es porque no tiene a Cristo.

Esos jóvenes no ven el campo, pero la autora asegura que podrían enseñar a otros el camino. Si no ven el campo es seguro que no ven el camino tampoco.
La autora insta a los ciegos a que salgan a evangelizar. El resultado será que tanto él como el evangelizado caerán en un pozo.

Salvedad en la contradicción

El segundo párrafo usa un “si” condicional. Pudiera ser que mientras la autora decía “oh!, si buscaran ahora”, en realidad estaba queriendo decir, ¡oh, Menos mal que no lo hacen!


Párrafo 16


Dios solicita de vosotros, como agentes morales libres, redimidos, rescatados mediante un precio infinito, que afirméis vuestra libertad y utilicéis las facultades que os ha otorgado el cielo (pág. 26)


No concuerda con otros párrafos del mismo libro.


“Las aptitudes intelectuales y morales son dones de Dios, talentos que se les han confiado para que los aprovechen sabiamente, y no tienen libertad, de dejarlos latentes por falte del debido cultivo”. (pág. 36)


El primer párrafo dice que utilizar las facultades mentales es un acto de liberación.  Sin embargo el otro párrafo afirma lo contrario.

“no tienen libertad”

Es como si hubiera dicho: no tienen la libertad de no ser libres. Sólo faltó que dijera: No tienen la libertad de no aceptar a Cristo. Eso no es lo mismo que decir: No tienen libertad, los que no aceptan a Cristo, lo cual sí, sería lo correcto.
El siguiente párrafo hace lo mismo:


“Se debería mostrar a los jóvenes que ellos no tienen libertad de hacer lo que quieren con sus vidas”. (pág. 232)


Supongamos que este párrafo este dirigido a jóvenes cristianos, lo que allí dice es mentira, porque los que son de Cristo son personas que hacen lo que realmente quieren. ¿No sabía eso la autora?
Las personas a las que Cristo libera son realmente libres. ¿No creía eso la autora?

Supongamos que ese párrafo está dirigido a pecadores, ¿no sería una buena noticia, decirles que sí, tienen libertad de hacer lo que quieren con sus vidas? ¿O es que la autora suponía que los pecadores hacen lo que realmente quieren? Creen estar haciendo lo que quieren, esa es la realidad para ellos, y se nota que también para la autora. Ellos están engañados, al igual que la autora.

El hijo pródigo también podría haberle enseñado algo a la autora, el hijo que se fue, finalmente aprendió a hacer lo que realmente quería. En esa parábola se puede ver que él sí, tuvo libertad tanto para irse como para volver. ¿Es que acaso el padre le dijo o siquiera aconsejó que no se fuera?
La partida y el regreso del hijo pródigo le enseñaron lo que es la verdadera libertad y que significa hacer lo que uno realmente quiere.

El otro hijo, el que no se fue, reprimía sus impulsos y no creía tener derecho a hacer lo que realmente quería. Él nunca conoció la verdadera doctrina de su padre, como tampoco lo hiso Elena de White, ni lo harán los que crean en ese párrafo.


Párrafo 17


Vuestra influencia puede ser tal que contamine a otros y podéis ser la causa de la ruina de aquellos a quienes podríais haber traído a Cristo. Podéis hacer apartar a otros de Cristo, de lo recto, de la santidad y del cielo. En el juicio podrán los perdidos señalaros y decir: "Si no hubiera sido por su influencia, yo no habría tropezado ni me habría burlado de la religión. El tenía la luz, conocía el camino al cielo. Yo era ignorante y fui con los ojos vendados por el camino de la destrucción". Oh, ¿qué respuesta podremos dar a tal acusación? (pág. 28)


En principio, a ese cristiano que fue mala influencia para los ignorantes, bien le hubiera venido retractarse de sus acciones cuando tuvo la oportunidad, en este tiempo de gracia. Así no tendría que cargar con la acusación de ser ellos los causantes de haber hecho caer a los demás.
Sin embargo, no todo se hace tan sencillamente, porque se requiere todo un cambio de actitud. Primero hay que dudar de lo que se está haciendo, luego hay que darse cuenta que es lo que se está haciendo mal, finalmente retractarse.
Veamos que dicen los siguientes párrafos, son otros escritos de la misma autora:


Diga a la gente: "Conozcan la doctrina por ustedes mismos". No pronuncien sus labios ni una sentencia de duda. No se presente ante la gente con un sonido incierto.  (Alza tus ojos pág. 56)


Por culpa de la misma doctrina que profesaba, ese joven reprendido en el párrafo anterior, no podía dudar, no tenía derecho ni siquiera a expresar esa duda acerca de la veracidad de su doctrina. Ese joven mal influyente, seguramente decía a los demás: "Conozcan la doctrina por ustedes mismos". Luego mostraba un comportamiento tan poco compatible con la doctrina cristiana, que los observadores, por tener permiso de conocer la doctrina por ellos mismos, rechazaban a todos los cristianos.


“El esfuerzo ferviente y consagrado que se hace en favor de aquellos que están fuera del redil no deja tiempo para la práctica ni la duda”. (Alza tus ojos pág. 74)


Ese joven no creía en la doctrina, pero como no le era permitido expresar esa duda, es posible que ni siquiera él supiera de su propia incredulidad, de seguro pensaba que sus actividades religiosas no dejaban lugar ni tiempo para esa práctica.


“Nunca, nunca exprese sentimientos de duda”.  (Alza tus ojos Pág. 56)


De haberlo hecho, aquel mal influenciado no habría sido afectado, claro, porque hubiera sabido que estaba frente a un incrédulo. Pero no, no expresó nunca esa duda, así, tanto el mal influyente como el mal influenciado fueron engañados. Otro logro de Elena de White.

Ese párrafo, como en casi todos los escritos de Elena de White, deliberadamente olvida la existencia del engaño y de los engañados. Ella creía que los malos influyentes eran personas malvadas que sabían perfectamente lo que estaban haciendo. Ni siquiera menciona la idea de que esos malos influyentes podrían haber estado engañados sin saberlo.
Los párrafos que instan a no expresar dudas, no están haciendo otra cosa más que reafirmar el engaño en el que están. Es por culpa de hacerle caso a ese tipo de enseñanzas que los engañados no dejan de serlo.

¿Esa idea de no expresar dudas, viene de Dios?

Si ese consejo viniera de Dios, entonces los seguidores de Elena de White, al momento de evangelizar, esperarán que los demás no hagan caso a ese mandato divino, de otra manera no se podría evangelizarlos. Esperarán que los demás hagan lo que ellos no tienen intención de hacer.
Si ese consejo viniera de Dios, entonces sería su culpa que los que tienen doctrinas equivocadas permanezcan en ellas.
Conclusión: la única forma de que alguien engañado deje de estarlo, es no haciéndole caso a Dios.
Claro está que ese consejo no viene de Dios, viene de Elena de White cumpliendo un encargo de Satanás.


Párrafo 18


No deberíamos excluir la eternidad de nuestra consideración, sino acostumbrarnos a preguntar continuamente: ¿Agradará esta conducta a Dios? (pág. 28)


Se asemeja mucho al siguiente párrafo:


“Con solicitud intensa debiéramos preguntar: ¿Estoy andando en la luz? ¿Estoy, de acuerdo con la gran luz que he recibido, guiando a otros por el buen camino, o estoy haciendo senderos tan torcidos que el cojo será desviado del camino?...”  (pág. 29)


Pero se contradicen con otros párrafos del mismo libro:


(Satanás) “Se deleita en hacer andar a los hijos de Dios vacilantes, temblorosos, apenados, bajo una duda continua”. (pág. 61)


 “Con frecuencia te desanimas al encontrarte débil en poder moral, esclavo de la duda y gobernado por los hábitos y las costumbres de tu vieja vida de pecado” (pág.149)


 “Acicatead vuestra fe hasta que sobrepase la tenebrosa sombra de Satanás, y colocadla en el propiciatorio, y no abriguéis una sola duda” (pág. 196)


 “Cuando sus palabras de instrucción han sido recibidas, y han tomado posesión de nosotros, Jesús es para nosotros una presencia permanente que gobierna nuestros pensamientos, ideas y acciones”. (pág. 158)


Preguntarse continuamente: ¿Agradará esta conducta a Dios? sólo se puede hacer bajo una duda continua. Eso, según la autora, es deleite de Satanás.

Preguntarse continuamente: ¿Agradará esta conducta a Dios? Se contradice con: no abriguéis una sola duda.

La autora insta a preguntarse con solicitud intensa: ¿Estoy andando en la luz? eso es ser esclavo de la duda. Según la autora eso es estar gobernado por los hábitos y por la antigua vida de pecado.

Preguntarse con solicitud intensa: ¿Estoy, de acuerdo con la gran luz que he recibido, guiando a otros por el buen camino? Se contradice con:

Jesús: gobierna nuestros pensamientos, ideas y acciones.

La gran pregunta es: ¿Quién contestará esas preguntas? ¿Estoy andando en la luz, etc.?

Teniendo en cuenta la condición en la que se encuentran esos jóvenes, todo el tiempo con dudas, es evidente que no tienen ni idea de los que hacen y tampoco conocen a Cristo, no tienen la más mínima idea de quien es Él. Por lo tanto en también muy probable que terminen ellos mismos contestándose esa pregunta y haciendo lo que les parece.


Párrafo 19


¡Ojalá los jóvenes escudriñen las Escrituras y hagan como les parece que Cristo hubiese hecho en circunstancias semejantes! (pág. 20)


Esto complementa todo lo dicho en el párrafo anterior: preguntarse continuamente ¿estoy andando en la luz? Llevará irremediablemente a contestarse uno mismo. Este párrafo lo corrobora, dice que cada uno tiene que hacer lo que le parece, con el agravante de que así, creerán estar haciendo lo que Cristo haría, o peor aun, creerán estar haciendo lo que Cristo espera que ellos hagan.  
Todo eso se contradice con el siguiente párrafo.


 “Tememos más por los que confían en sí mismos que por cualquiera de los otros, pues serán atrapados ciertamente en la red tendida por el gran adversario de Dios y del hombre” (pág. 85)


Otra vez el hijo prodigo viene a enseñarnos algo: el hijo antes de irse, estaba seguro de que estaba haciendo lo correcto, confiaba en sí mismo. No tenía ninguna duda de que su partida le traería felicidad y así encontraría todo lo que quería. ¿Pero estaba en lo correcto? No, aunque estaba en camino de lograrlo.
Después de su regreso, ya en su casa, volvió a tener la misma seguridad, confiaba en sí mismo y no tenía absolutamente ninguna duda que esa casa era el lugar donde quería estar y allí sí, hacía lo que quería. ¿Estaba en lo correcto? Si, porque había comprendido la verdad.
Es por eso que ese último párrafo engañoso, ¿Cómo sabía la autora si el que lee es alguien semejante al hijo pródigo antes de irse o después de volver?

“Tememos por los que confían en sí mismos”  “serán atrapados”

Si el párrafo es leído por el hijo después de volver no habrá problemas, porque ese sabe la verdad, no le creerá a la autora, ese consejo no le servirá de nada y de plano lo refutará con autoridad. ¿Pero que pasa si lo lee antes de irse y le cree? Probablemente le de miedo y así no se vaya nunca, se convertirá en alguien semejante a su hermano, el que nunca se fue, el que no conoció nunca la verdad.
Puede que el párrafo caiga en manos del hijo que nunca se fue y que nunca entendió lo que estaba haciendo y sin embargo creía que hacía lo correcto. Él sí, le dará la razón al párrafo.
Es posible que haya muchos como él en la iglesia de la autora, o tal vez sean todos así, por culpa de ese párrafo.


Párrafo 20


Si pueden llevar consigo a Jesús y mantener un espíritu de oración, están perfectamente seguros. . . (pág. 35)


Se contradice con: 


“pero mientras nuestra mentes no estén en guardia contra los agentes invisibles de Satanás, éstos ganarán nuevo terreno y obrarán maravillas y milagros a nuestra vista. ¿Estamos preparados para resistirlos por la Palabra de Dios, única arma que podemos usar con éxito?” (pág. 59)


Palabra de Dios, única arma que podemos usar con éxito

¿Y que pasó con: “llevar consigo a Jesús y mantener un espíritu de oración”?

Otro párrafo:


Los verdaderos seguidores de Cristo tendrán que hacer sacrificios. Rehuirán los lugares de diversión mundanal porque no hallan a Jesús allí, ni influencia alguna que los predisponga para el cielo” (pág. 374)


Es realmente incoherente llamarle a algunas personas: “verdaderos seguidores de Cristo”, y acto seguido decirles cuales son los lugares de los que hay que rehuir.
Una de dos, o la autora creía que Cristo llevaría a los jóvenes por mal camino, o no creía que los jóvenes pudieran ser verdaderos seguidores.
Por otra parte, los verdaderos seguidores de Cristo no pueden, bajo ningún aspecto y en ninguna circunstancia, no hallarle. Esa es otra incoherencia, no se puede seguirle y a la vez no hallarle.
Si hasta pareciera que el párrafo da a entender que Cristo rehúye de sus seguidores cuando van a ciertos lugares y por eso hay que enseñarles a los jóvenes como hacer para que no se les pierda.

El primer párrafo dice que hay que llevar consigo a Jesús. Pero ¿Qué pasa si alguien, aunque sea nomás para probar, lleva a Jesús a esos lugares en donde no se halla a Jesús? ¿Correrá peligro el universo de colapsar en una paradoja como en la película volver al futuro?


Párrafo 21


La lucha entre el bien y el mal no se ha vuelto menos fiera de lo que era en los días del Salvador. El camino al cielo no es más liso ahora que entonces. (pág. 54)


Se contradice con:


“Cristo vino a enseñar a la familia humana el camino de la salvación e hizo este camino tan llano que hasta un niñito puede andar en él”. (pág. 15)


Salvedad a la contradicción:

Tal vez, Cristo hiso el camino así de llano como dice la autora, pero con el paso del tiempo se fue volviendo a su estado original quedando todo como era antes, por eso ya no es más liso.
Podría ser también que el camino a la salvación sea llano, pero el camino al cielo no sea liso.
También Puede que el camino sea llano pero a la vez, abrasivo y áspero. Por ejemplo, podría ser un papel de lija.

Lo único realmente lamentable es ese pobre niñito, tiene que pasar por una fiera lucha entre el bien y el mal, para colmo lo tiene que hacer transitando por ese camino áspero.
Mejor hagamos nosotros algo por él y no lo dejemos transitar por ese camino que al final deja mucho que desear.


Párrafo 22


"A menos que cese esta conversación, no puedo permanecer en su presencia. Jesús, el Redentor del mundo, es mi Salvador; en él se concentra mi esperanza de vida eterna". Pero es exactamente el modo de hacerlos callar, tendrán argumentos para haceros frente y nada de lo que digáis los conmoverá (pág. 86)


Se parece bastante al siguiente párrafo, escrito por la misma autora.


“Si los hombres rechazan el testimonio que dan las Escrituras inspiradas acerca de la divinidad de Cristo, inútil es querer argumentar con ellos al respecto, pues ningún argumento, por convincente que fuese, podría hacer mella en ellos”. (El conflicto de los siglos pág. 1090)


Esos párrafos no solamente señalan la terquedad de los otros, sino que directamente dicen que es totalmente inútil tratar de convencerlos.
Paradójicamente, la misma denuncia es una confesión de la misma falta: “nada los conmoverá”, “inútil es querer argumentar con ellos”. La persona que piensa así es más terca aun. 

Sin embargo los párrafos se contradicen con:


“No escatimen palabras fervientes y tiernas, y acciones amables. Atraigan a la cruz del Calvario a los que los rodean” (alza tus ojos pág. 69)


 “Recurrid a la oración, persuadid con mansedumbre y humildad de espíritu a los que se oponen”  (Mensajes para los jóvenes pág. 20)


¿Qué debe hacerse, callar y terminar la conversación o usar palabras fervientes?
¿Persuadir a los que se oponen, a pesar de saber que es inútil argumentar con ellos?

Pero aun no termina, se contradice más todavía.


“Los jóvenes se relacionan a menudo con personas de tendencias escépticas, y sus padres ignoran el hecho hasta que se consuma la terrible obra del mal y los jóvenes quedan arruinados. Se debería instruir diligentemente a los jóvenes para que no sean engañados en cuanto al verdadero carácter de tales personas, y no formen amistades con ellas, ni escuchen sus palabras de sarcasmo y sofistería. A menos que nuestros jóvenes tengan valor moral para cortar la relación con esas personas cuando descubran su incredulidad, serán entrampados y pensarán y hablarán como tales amistades lo hacen, expresándose con liviandad sobre la religión y la fe de la Biblia”. (pág. 84)


Debe entenderse así:

No debemos formar amistad con los incrédulos, esa será nuestra forma de estar protegidos. Sin embargo, en algún eventual encuentro con ellos se debe usar palabras fervientes, tiernas y oración, ese será nuestro intento de atraerlos a la cruz del Calvario. Pero como de todas maneras no lograremos convencerlos, debemos cortar la relación con ellos, puesto que su compañía es peligrosa.
Eso confirma de una vez y para siempre que los adventistas tienen razón cuando dicen que no pertenecen a una secta. Los sectarios rechazan a los demás.
En cambio los adventistas suelen tener acciones amables con los demás y usan palabras tiernas con ellos. Solamente los rechazan en silencio. Los abandonan y se alejan de ellos pero sin que se note.


Párrafo 23


Mientras nuestras mentes no estén en guardia contra los agentes invisibles de Satanás, éstos ganarán nuevo terreno y obrarán maravillas y milagros a nuestra vista. ¿Estamos preparados para resistirlos por la Palabra de Dios, única arma que podemos usar con éxito? (pág. 59)


“Si se comprendiese su poder y sutileza (de Satanás), las mentes estarían preparadas para resistirlo con éxito...”  (pág. 50)


Lo que dice el primer párrafo es muy difícil de hacer: lograr que la mente comprenda el poder y sutileza de Satanás para así resistirlo con éxito.
Sin embargo, aun más difícil es: usar con éxito la Palabra contra los agentes invisibles de Satanás. Claro, son invisibles...
Ahora, lo realmente difícil es saber diferenciar a Satanás de sus agentes invisibles, para así emplear el método correcto en cada caso, a fin de tener éxito.

Salvedad:

El primer párrafo, que en realidad es una pregunta no contestada, puede que su respuesta sea: no. Dando paso al segundo párrafo como la única opción.

Otra salvedad:

El segundo párrafo usa un “si” condicional, puede que se refiera a algo que en realidad no es posible de lograrse nunca. Dando paso al primer párrafo como única opción.


Párrafo 24


El Señor no nos ha dado una lista graduada de pecados de modo que consideremos a algunos de poca consecuencia y digamos que harán poco daño, mientras que otros sean de mayor magnitud y causen mayor perjuicio. (pág. 89)


Se contradice con:


“Si te complaces en imaginar cosas vanas, permitiendo que tu mente se espacie en temas impuros, eres hasta cierto grado tan culpable ante Dios como si tus pensamientos fuesen puestos en práctica. Todo lo que impide la acción es la falta de oportunidad”. (pág. 74)


¿Hasta cierto grado culpable? ¿Que quiere decir eso? ¿No era que no había una lista graduada?

Se contradice con otros escritos de la misma autora.

El párrafo está resumido:


“Otro error peligroso es el de la doctrina que niega la divinidad de Cristo, y asevera que él no existió antes de su venida a este mundo. Esta teoría encuentra aceptación entre muchos que profesan creer en la Biblia; y, sin embargo, contradice las declaraciones más positivas de nuestro Salvador respecto a sus relaciones con el Padre”


“Esta teoría no puede ser sostenida sino violentando el sentido de las Sagradas Escrituras del modo más incalificable”.


“Al par que esto hace tanto más peligrosa dicha teoría la hace también más difícil de combatir”.

(El conflicto de los siglos, pág. 578, 579).

Para que un error pueda llamarse: “peligroso” debe ser comparado con otro error que no lo sea.
Para que un error pueda ser calificado como “tanto más peligroso”, habrá que compararlo con otro que no lo sea tanto.
¿No era que no había graduación? ¿No era que no había pecados de mayor magnitud que otros? ¿No era que no había pecados que causen mayor perjuicio?

Por otra parte, para contradecir las declaraciones “más positivas” de nuestro señor, hay que tener en cuenta que, eventualmente es posible contradecir declaraciones no tan positivas. Esto es aun peor que lo anterior, puesto que se propone poner una escala de medida de importancias a la palabra de Dios.

Posible explicación:

Es probable que en realidad sí, haya pecados y transgresiones que causen mayor perjuicio que otros, sólo que el señor no nos ha dado esa lista graduada que el párrafo menciona. Lo cual no significa no podamos hacer nosotros nuestra propia graduación. Eso lo podemos aprender de la autora, quien se nota que sí, tenía una lista graduada hecha por ella misma.


Párrafo 25


Satanás trata de distraer nuestras mentes del poderoso Ayudador, para inducirlas a pensar en la degeneración de nuestra alma. Pero aun cuando Jesús ve la culpa del pasado, habla de perdón; y no debemos deshonrarlo dudando de su amor. El sentimiento de culpa debe dejarse al pie de la cruz, o de otra suerte emponzoñará las fuentes de la vida (Pág. 107)


Se contradice con:


(A una hija consentida) “Tienes un temible informe del año pasado, que está abierto a la vista de la Majestad del cielo y de las miríadas de ángeles puros e inmaculados. Pueden haber estado ocultos a los mortales tus pensamientos y actos, tus sentimientos violentos y no santificados, pero recuerda que los actos más triviales de tu vida están abiertos a la vista de Dios. Tienes un registro manchado en el cielo. Allí están anotados todos los pecados que has cometido.
Dios te mira con desaprobación, y sin embargo pareces desprovista de sentimientos; no te percatas de tu condición perdida y arruinada”. (pág. 73)

Salvedad en la contradicción

Puede que los párrafos no se contradigan, sino que la autora omitió decir que tanto Satanás como ella, hacían lo mismo que dice el primer párrafo: inducir a las mentes a pensar en la degeneración de nuestra alma.


1 comentario:

  1. La verdad lo logro ver las contradicciones que ves, me pareces muy desatinado cuando solo dices: "Satanás no lo puede hacer","Dios no lo puede hacer", "Jesús No lo puede hacer" o "yo no lo puedo hacer". Perdóname, pero no logro ver cual es el punto.

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